La radicación en Uruguay se premia con 5 años de exención a las rentas financieras de fuente extranjera

Uruguay tienta a inversores particulares argentinos a radicarse en ese país con una exención de 5 años a las ganancias financieras de fuente extranjera. Por ejemplo, de intereses y dividendos provenientes de inversiones en otros países. También tiene ofertas tributarias para atraer a multinacionales para que instalen en su territorio las oficinas de representación regional.

Las administraciones tributarias de diversos países, Argentina incluida, gravan las rentas que un residente obtiene fuera de su país de residencia. Por ejemplo, si un residente argentino mantiene una cuenta bancaria en el exterior, los intereses que pudiere percibir, están gravados por la AFIP. Lo mismo sucedería en Brasil con los intereses que un brasileño pudiera obtener fuera de Brasil, y así sucesivamente, explicó Jonás Bergstein, del estudio del mismo nombre de Montevideo.

En ese contexto, las personas físicas que por diversas razones tienen la posibilidad de escoger el lugar donde residir y pagar impuestos, naturalmente procuran aquellos países que pudieren resultarles algo más benignos en relación a las ganancias o ingresos que pudieren tener en el exterior, añadió Bergstein.

Uruguay se presenta como una opción interesante a la hora de procurar un país alternativo donde radicar la residencia y donde pagar impuestos, aseguró Bergstein, y añadió que, en el caso de los argentinos, normalmente valoran la proximidad, las similitudes culturales, el uso del mismo idioma, la propiedad de activos en el Uruguay, por citar algunas consideraciones generales no tributarias.

Para la Ley de Impuesto a las Ganancias argentina y su Reglamento, se pierde la residencia local y se considera residente en el Uruguay a una persona luego de haber dejado de vivir en la Argentina y haberse radicado en el vecino país durante 12 meses con ausencias temporarias del mismo no superiores a 90 días seguidos o alternados, explicó Marcelo D. Rodríguez, de MR Consultores. A la hora de radicarse en Uruguay pesa que la tasa para las rentas de fuente extranjera es comparativamente razonable: 12%. También que ese país reconoce una exoneración o franquicia respecto de las ganancias del exterior (emergentes principalmente de intereses y dividendos) por un plazo de 5 años. Esto significa que si un argentino se radica en Uruguay, durante cinco años no va a pagar impuestos, en ese país al menos, sobre las ganancias financieras que la persona perciba en el exterior, puntualizó el especialista.

En otro orden, Uruguay ha resultado en los últimos años una plaza atractiva para instalar oficinas de representación regional por parte de empresas multinacionales, a través de las cuales realizar las actividades de promoción de sus negocios en la región o prestar el soporte administrativo y operativo a la actividad de las empresas del grupo, dijo Bergstein.

En los últimos años se ha podido constatar un incremento importante de empresas multinacionales, dedicadas a actividades que van más allá de la actividad financiera, algo que era tradicional, y que han instalado sus oficinas regionales en Uruguay, desde las cuales prestan diversos servicios a las demás empresas de grupo.

Los servicios que prestan estas oficinas para la matriz y las demás filiales operacionales del grupo son muy variados. Desde actividades propias de mediación y promoción de sus actividades ante clientes o potenciales clientes regionales, pasando por servicios de mercadotecnia, marketing, back office, gestión de recursos humanos, contabilidad, finanzas, gestión administrativa, soporte informático, asesoramiento, entre otros.

"Sin llegar a constituir el factor exclusivamente determinante, creemos que el sistema tributario imperante en el país propicia también la instalación de oficinas regionales en su territorio", reconoció Bergstein.
Así, una opción que tienen las empresas del exterior donde instalar sus oficinas regionales son las zonas francas.

Pero aun cuando la oficina regional se instale en territorio no franco, el tratamiento tributario no deja de ser atractivo, dijo Bergstein.

El vecino país cuenta con una ley de protección y promoción de inversiones, cuyo régimen prevé la posibilidad de presentar proyectos de inversión a fin de obtener determinados beneficios tributarios.

En el marco de esa ley, en 2014 el Poder Ejecutivo declaró promovidas las actividades desarrolladas por los Centros de Servicios Compartidos instalados en el país.

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