Inflación en la era Macri: balance de las batallas de una guerra que aún no termina

La lucha contra la suba de precios fue una de las prioridades desde que asumió Macri el 10 de diciembre de 2015. Perseguir el objetivo no fue gratis y en el medio hubo contratiempos, errores y peleas internas dentro del Gobierno. Cuáles fueron los avances y qué resta.

En estos dos primeros años de Gobierno de Mauricio Macri, la inflacion fue una de las variables en las que se enfocaron las miradas de los economistas, empresarios, inversores y, por sobre todo, del Gobierno. Desde diciembre de 2015, el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, se cargó la pesada mochila de reducir la suba constante de precios. Si se analizan los números en un corto periodo de tiempo, las diferencias no parecen sustanciales, pero al ver la evolución a lo largo de los meses en estos últimos dos años, el dibujo de la curva muestra una significativa baja.

 

En esa lucha por reducir la inflación, la principal estrategia utilizada por la autoridad monetaria fue el corrimiento de tasas con el objeto de que los inversores y grandes jugadores del mercado financiero redirijan sus pesos al ahorro y así sacarlos de la calle.

Allá por 2014, en una presentación ante empresarios pyme, Macri aseguró que solucionar el problema de la suba de precios le llevaría de dos a tres años si llegaba a ganar en 2015. Se cumplen 24 meses frente al Ejecutivo y los números fríos avalan -al menos parcialmente- su teoría.

Blanquear las estadísticas

Una de las primera medidas tomadas por el Gobierno de Macri cuando asumió en 2015 fue declarar la emergencia estadística y así suspender el Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNu).

Jorge Todesca, titular del INDEC

Recién en mayo de 2016, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos a cargo de Jorge Todesca volvió a emitir un renovado índice. Ese primer dato sobre la evolución de precios fue de 4,2% en mayo y el año pasado terminaría sin un número oficial debido a que durante los primeros cuatro meses del año no había datos con los cuales comparar.

Según el seguimiento estadístico de la Ciudad de Buenos Aires, la inflación acumulada durante 2016 fue del 41%. Pese al fuerte ascenso en la inflación de 12 meses, los datos del instituto porteño también mostraban que durante el segundo semestre la suba de precios comenzó a mostrar los primeros indicios de desaceleración.

En el 2016, otra de las decisiones adoptadas por el Gobierno fue la de volver a permitirle al Fondo Monetario Internacional (FMI) la revisión de la economía en el marco del conocido Artículo IV, suspendida durante toda la década kirchnerista. En las sucesivas visitas de técnicos del organismo al país y en los informes de expectativas macroeconómicas emitidas por el FMI se remarcaron los avances en materia de inflación y otras variables clave; sin embargo, en el último informe el Fondo coincidió con las autoridades del Banco Central en la lenta desaceleración: si bien ambos celebran la tendencia descendente, ninguno está conforme con la velocidad y tanto el FMI como el BCRA creen que debería profundizarse para 2018.

La estrategia del Central

Inmediatamente luego de que Macri se hiciera cargo del Ejecutivo, decidió levantar el cepo cambiario y el precio del dolar oficial aumentó dando inicio a un sinceramiento en su precio y una especia de acoplamiento con el valor que se manejaba hasta ese entonces en la economía informal y en la city porteña con el dólar blue. La suba de la divisa impactó sobre la inflación (reflejada entonces en las mediciones del Gobierno de la Ciudad, entre otros). En este contexto, el Banco Central decidió comenzar a subir las tasas de las Lebac, que en ese momento eran el tipo de interés de referencia.

A mediados de 2016, la tasa tocó su máximo del 38% con el doble de tentar a los inversores a redirigir los pesos. Con un dólar que llegó a superar los $ 16 y una inflación en alza, la suba de tasas buscó contener el impacto sobre los precios. Desde mayo, con un mercado algo más calmo, el BCRA comenzó a bajar gradualmente el interés que pagan sus Letras.

Lebac por pases

En septiembre de 2016, el Central anunció que desde enero de este año cambiaría la tasa de referencia: ya no sería la de Lebac -cuyas licitaciones empezarías a realizarse una vez por mes- sino la del centro de corredor de pases a 7 días. El argumento fue que una tasa a un plazo más corto -7 días en vez de los 28 a 35 de las Lebac más cortas- permitiría un monitoreo más ajustado. Entre agosto y octubre, en plena efervescencia electoral, las miradas del mercado se enfocaron más que en el corredor de pases, en las Lebac, en donde el mercado secundario ponía presión al alza sobre las tasas. Ya en noviembre, las tasas de Lebac y pases se equipararon y volvieron a oscilar en rangos más acotados.

Sturzenegger identifica cuatro etapas en su lucha contra la inflación:

  • Una primera etapa centrada en una “corrección inicial que duró de enero a marzo de 2016 y en la cual se absorbió un 25% de la base monetaria. El titular de la entidad, en su último discurso de las Jornadas Monetarias y Cambiarias 2017, justificó esto en base a la herencia recibida del kirchnerismo.
  • La segunda fase que identifica el Central es desde marzo de 2016 hasta febrero de 2017, en la que las fuerzas se centraron en reducir la inflación. Desde el máximo del 38%, el tipo de interés de referencia comenzó a reducirse a medida que la inflación medida por el Indec mostraba una marcada desaceleración.
  • En febrero de este año, la tendencia descendente de la inflación se revirtió y esto despertó alarma en el directorio del Banco Central. Y así llegó a su fin la segunda etapa, caracterizada por un relajamiento en la política de tasas. “Ese relajamiento resultó, ex post, quizás excesivo y nos generó un crecimiento de la inflación en los meses de febrero, marzo y abril de este año , reconoció Sturzenegger en el mismo discurso. Así comenzó en marzo un nuevo ciclo contractivo en el que las tasas de referencia comenzaron a aumentar gradualmente. El objetivo seguía siendo el mismo y se reforzó: desacelerar la inflación para cumplir con la meta de entre 12% y 17% fijada para todo el 2017.
  • Las tasas de referencia fueron avanzando gradualmente y su correlato fue una ralentización en la suba de precios: el efecto fue el buscado pero el directorio del Central cree que no es suficiente. Así que en noviembre de 2017 se decidió endurecer la política contractiva y subir la tasa al 28,75%. Para el primer trimestre de 2018 ya hay pautados incrementos en las tarifas de los servicios públicos y la suba de tasas intenta amortiguar su impacto sobre el índice de precios.

 
Expectativas

La meta de inflacion que estableció el Banco Central para 2018 es de 10% anual, con un margende dos puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo. Para lograrlo, el Central comenzó a tomar decisiones con una postura previsora para no correr detrás de los datos. La suba de tasas reciente va en esa línea.

La sede del Banco Central

Pero el mercado es más escéptico y espera para el próximo año una suba de precios superior a la proyectada por el Gobierno. Los analistas y consultoras que participaron en noviembre en la Encuesta de Expectativas Macroeconómica (EMEC), que realiza El Cronista todos los meses, estiman para 2018 que la inflación será del 17,15%. En el último relevamiento de expectativas macroeconómicas que realiza el Central (difundido en noviembre), los analistas proyectaron variaciones mensuales para el IPC núcleo de 1,4% en promedio para el último bimestre de 2017, previéndose un descenso en el primer cuatrimestre de 2018 hasta un valor de 1,2% mensual promedio; la expectativa correspondiente a 2018 se ubica en 14,3%.

Prat-Gay vs Sturzenegger
Alfonso Prat-Gay

La prioridad de Sturzenegger como titular del Banco Central siempre fue clara y explícita: controlar y mantener a raya la inflación. Las del por entonces ministro de Economía Alfonso Prat Gay, también: traer inversiones al país e impulsar la actividad económica.

Las medidas que a veces chocaban desataron los rumores sobre pelas entre los dos funcionarios. En mayo de 2016, Sturzenegger intentó bajar el tono: reconoció “tensiones en el equipo económico, pero los calificó como normales dentro de “un proceso de madurez .

Las chispas se daban por el nivel de tasas. Por arriba del 35%, no convencían al entonces ministro. Pero la política del Central fue avalada por el Presidente: las tasas, con posterioridad, aumentaron hasta el 38% y en diciembre Prat Gay abandonó su cargo.

Macri se refirió en reiteradas oportunidades a la inflación y al proceso encarado desde el 10 de diciembre de 2015. Para 2018, el objetivo es desacelerar aún más la suba de precios y en 2019 directamente “derrotarla logrando llegar a un dígito (la meta es del 5%, con +/- 1,5 puntos porcentuales).

Hemos doblado una esquina y sin un tipo de cambio fijo, sin ningún tipo de control de precios, hemos estado reduciendo la inflación. Estoy seguro de que en 2019 tendremos una inflación de un dígito", insistió durante una entrevista concedida a Bloomberg Televisión en septiembre.

Terminar con la pobreza y reducir la inflación fueron dos de las banderas que levantó el Gobierno desde el primer minuto. Cumplir con estos dos objetivos serán claves si Macri busca la reelección en 2019. La película de la inflación muestra una desaceleración importante, aunque el Central no haya cumplido la meta este año y la foto deje en claro que los precios aún corren más que lo que pretende el Gobierno. La guerra aún no terminó.

Temas relacionados
Más noticias de Inflación

Las más leídas de Economía y Política

Destacadas de hoy

Noticias de tu interés