Grupo de Puebla: cómo se conforma el "eje progresista" que tiene a Alberto como protagonista

Con la inminente liberación de Lula Da Silva como telón de fondo, hoy arrancan las deliberaciones de este foro que se reunirá en Buenos Aires durante todo el fin de semana y tendrá al presidente electo como su principal orador. Qué objetivos persiguen y quiénes lo conforman.

Con el presidente electo, Alberto Fernández como anfitrión, el II encuentro del "Grupo de Puebla" comienza hoy en Buenos Aires y se extenderá hasta el domingo, bajo el lema "El cambio es el progresismo".

Esta misma noche, Fernández compartirá una cena a puertas cerradas con los cerca de 30 líderes latinoamericanos convidados al encuentro. Entre los que ya confirmaron su presencia, están los expresidentes de Brasil, Dilma Rousseff; Colombia, Ernesto Samper; Paraguay, Fernando Lugo, y República Dominicana, Leonel Ferna ndez.

También se aguarda la confirmación de Daniel Martínez, reciente ganador de las elecciones presidenciales en Uruguay, que se definirán el 24 de noviembre en ballottage; el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera,  y otros excandidatos presidenciales, Fernando Haddad (Brasil), Clara Lo pez Obrego n (Colombia), y Marco Enri quez-Ominami (Chile).

Junto con Fernández, estarán en la delegación local Felipe Sola , diputado nacional y posible canciller del gobierno entrante; Jorge Taiana, ex ministro de Relaciones Exteriores de Cristina Kirchner; Julia n Domi nguez, ex presidente de la Cámara de Diputados, y el legislador Carlos Tomada, por 12 años ministro de Trabajo de los Kirchner.

Aunque se anunció su participación, se bajaron de la convocatoria el expresidente uruguayo José "Pepe"Mujica; el otrora jefe de Estado ecuatoriano, Rafael Correa; el expresidente de gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, y la presidenta del partido mexicano Morena, Yeidckol Polevnsky, quien responde políticamente al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. Todos ellos, sin embargo, son miembros de este foro.

Las deliberaciones que comenzarán hoy estarán marcadas por la decisión conocida anoche del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, que determinó implícitamente la liberación del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde hace más de un año y medio, al cambiar la jurisprudencia sobre las condiciones de detención.

Alberto Fernández celebró anoche esa decisión con un mensaje publicado en su cuenta de Twitter: "El Supremo Tribunal Federal de Brasil ha decidido que las condenas a prisión solo son ejecutables una vez que hayan quedado firmes. Es lo mismo que venimos reclamando en Argentina desde hace años. ¡Valió la pena la demanda de tantos! ¡#LulaLivreAmanhã!", escribió el mandatario electo.

El Supremo Tribunal Federal de Brasil ha decidido que las condenas a prisión solo son ejecutables una vez que hayan quedado firmes.

Es lo mismo que venimos reclamando en Argentina desde hace años.

¡Valió la pena la demanda de tantos!

¡#LulaLivreAmanhã! pic.twitter.com/vVEx0SC3LM

— Alberto Fernández (@alferdez) 8 de noviembre de 2019

 


Fernández, quien regresó ayer al país proveniente de México y participará este mediodía de un encuentro con la CGT, tendrá su participación mañana en la cumbre que se desarrollará en el Hotel Emperador, ubicado en la avenida Del Libertador 420, en el barrio porteño de Retiro.

"El Grupo de Puebla es un grupo que yo mismo impulsé mucho antes de ser candidato, y que empezamos a trabajar con Marco Enríquez Ominami desde Chile", dijo Fernández en declaraciones que realizó en su paso por México.

"En el Grupo de Puebla no estamos hablando de generar una referencia ideológica que se enfrente a nadie, simplemente es un conjunto de dirigentes de toda América Latina, respetuosos de las institucionalidades y de la democracia", aclaró el mandatario electo.

Fernández remarcó que lo que plantea el grupo "son alternativas a lo que ha imperado en los últimos años, por ejemplo, en Argentina, y es la búsqueda de volver a reencontrar un sistema político que devuelva la equidad perdida, el equilibrio y la igualdad social en América Latina, de eso hablamos".

Qué objetivos persigue

"El propósito de la reunión en Buenos Aires es el de seguir construyendo, entre todos, una agenda progresista que nos identifique y reúna", explicó recientemente Samper, ex presidente de Colombia y ex secretario general de la Unasur, durante una entrevista que el propio Grupo de Puebla difundió a través de sus redes sociales.

El Grupo de Puebla es una corriente que aspira a liderar y reunir al pensamiento progresista en América Latina. Por lo menos, así lo define quién fue uno de sus inspiradores: el chileno Marcos Enríquez-Ominami.

 

Amigo personal de Alberto Fernández, Enríquez-Ominami fue tres veces candidato presidencial en Chile. En 2009 y 2013 salió tercero. En 2017, llegó sexto en la primera vuelta. Apoyó en el ballottage al candidato de centroizquierda, Alejandro Guillier, que perdió frente al actual presidente Sebastián Piñera.

La primera reunión de este nuevo foro internacional tuvo lugar del 12 a 14 de julio de este año en la ciudad mexicana que le da su nombre: Puebla.

Treinta líderes de 12 países coincidieron en unir fuerzas y propuestas para consolidar este nuevo eje para "producir consensos regionales y articular políticamente al progresismo".

Básicamente, este espacio de pensamiento político surgió para oponerse en la región a los "gobiernos neoliberales" que se extendieron en América Latina en la segunda década del siglo XXI: Lenín Moreno en Ecuador, Martín Vizcarra en Perú, Mario Abdó Benítez en Paraguay, Sebastián Piñera en Chile y Jair Bolsonaro en Brasil.

En ese lote entraba también el gobierno de Mauricio Macri, pero la victoria en primera vuelta de Alberto Fernández ya dejó en claro que el país cambiará su enfoque en el mapa ideológico de la región.

"Se trata de un espacio de reflexión y de intercambio político en América Latina", según su declaración. De acuerdo a sus integrantes, este nuevo eje progresista surgió como una necesidad de contener el "avance de la derecha conservadora".

El Grupo de Puebla se posiciona básicamente como la contracara del Grupo de Lima, formado en 2017, para presionar por una salida del régimen de Nicolás Maduro para Venezuela.

En septiembre pasado, el Grupo de Puebla emitió una declaración para  rechazar "cualquier intento de uso de la fuerza que quebrante el principio de solución pacífica de las controversias y que posibilite una intervención militar en Venezuela por parte de fuerzas extranjeras, incluida la invocación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), instrumento arcaico para intervenciones militares en países de América Latina durante la Guerra Fría".

"Nuestra mayor obsesión es reconstruir la integración regional en América Latina, con México incluido, porque, desde la llegada de López Obrador (Andrés Manuel), México ha vuelto a mirar a América del Sur", expresó tiempo atrás Fernández, al referirse al Grupo de Puebla.

"Existe en muchos de los gobiernos de América del Sur, el gobierno uruguayo, el mexicano, el de Bolivia, eventualmente el argentino, la idea de reconstruir la integración que alguna vez fue. En el Grupo de Puebla también está Samper, un hombre que con mucho esfuerzo mantiene en pie a la Unasur", agregó entonces.

Fernández también destacó, y volvió a repetirlo esta semana durante su visita a México, que la idea es restablecer la integración latinoamericana y pero aclaró que ese planteo no apunta en modo alguno a confrontar con los Estados Unidos, sino a ampliar el marco de alianzas.

 

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