HOY ESE VALOR ES DE $ 350.000; LA SUBA ES DE 8,5%

Elevan a $ 380.000 el piso para que autos paguen el impuesto interno

Tras haber mantenido sin cambios, a mitad de año, la base imponible para cobrar el impuesto interno a los autos de alta gama, el Gobierno decidió ahora subirla un 8,5%, por lo que a partir del 1º de enero pagarán el tributo los vehículos de más de $ 380.000, confirmaron fuentes del Ministerio de Producción.

Actualmente, pagan el gravamen los autos desde$ 350.000 (precio a la concesionaria, antes de impuestos). Entre ese precio y $ 800.000, la tasa es de 10%, y a partir de ese valor, del 20%. La nueva base regirá hasta junio del año próximo, cuando el Gobierno definirá otra actualización similar a la que se definió ahora. Desde la industria, anticiparon que habían enviado a la cartera que dirige Francisco Cabrera una nota pidiendo un ajuste del 15% de la base imponible para el primer semestre, por lo que no quedaron conformes con la decisión. Según advierten, en función de cómo evolucione la inflación y el tipo de cambio, varios modelos medianos podrían quedar incluidos en la franja para pagar el impuesto.

El argumento oficial para pautar dos aumentos de 8,5% en el año apunta a ser consistente con la pauta inflacionaria fijada en el presupuesto, del 17%, a los fines de evitar inflar expectativas. De todos modos, nadie cree que el alza de precios alcance ese porcentaje, sino que existe un consenso de que oscilará entre 20% y 25%.

De todos modos, si llegara a ocurrir lo previsto, las terminales automotrices reclamarán una actualización mayor en junio. "Es un impuesto que debería haberse eliminado, que los funcionarios caratularon como arbitrario y que distorsiona el mercado", dijeron fuentes del sector.

La preocupación de los industriales radica en que si los costos internos suben más de 8,5% (por inflación o devaluación), habrá nuevos modelos de producción nacional que quedarán incluidos para pagar el impuesto, que hoy sólo tributan (como productos de fabricación local) la SW4, de Toyota; la Vito, de Mercedes Benz; y la HRV, de Honda.

Los que podrían verse afectados son el C4, de PSA-Peugeot Citröen; el 408, de Peugeot; el Ford Focus; el Fluence, de Renault; y el Chevrolet Cruze, de General Motors. En todos los casos, las gamas más equipadas.

Fuera de mercado

Lo que plantea la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa) es que si el argumento del Gobierno para aplicar el impuesto es que encarece el vehículo importado e impulsa la producción local, "si el gravamen afecta a autos de fabricación nacional, puede sacarlo de mercado". "Puede pasar a ser más caro un auto argentino que uno importado que esté por debajo del impuesto", dijo una fuente de la entidad.

De todas formas, los precios de los vehículos no crecieron este año al ritmo de la inflación. En los modelos chicos y de origen importado, en muchos casos bajaron nominalmente de precio (hubo deflación); algunos se mantuvieron; y otros subieron pero bastante menos que el 40%. La fuerte caída de la demanda interna y de las exportaciones hizo que las terminales se replantearan su estrategia comercial y comenzaran a lanzar agresivos descuentos y financiación para captar clientes. Ello funcionó y provocó que el sector se reactive en el mercado local. Las ventas a Brasil aún se mantienen rezagadas y tampoco se prevé un crecimiento importante para 2017.

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