DESCUBRIERON ROBANDO ENERG A A UN COUNTRY DE BENAV DEZ

Eléctricas combaten a colgados de clase media para recuperar $ 2000 millones de facturación

El aumento de tarifas no pegó tanto en la morosidad como en un aumento de las conexiones clandestinas. Detectan restaurantes y edificios enganchados

Más allá del capítulo tarifas, que todavía produce dudas en las empresas por el rumbo que tomará el Gobierno con la gestión de Javier Iguacel en Energía, las distribuidoras de electricidad tienen una preocupación extra. Las compañías apuntan a los "colgados" de la luz, que se multiplican tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en el conurbano y el interior de la provincia.

Bajo reserva, un encumbrado directivo del sector se lamentó ante El Cronista de que, lejos del prejuicio, "no es la población más humilde la que roba energía, sino los que tienen más posibilidades".

Teniendo en cuenta que el porcentaje de colgados ronda el 5%, según cálculos del mercado, la facturación que pierden las empresas en Buenos Aires supera los $ 2000 millones. Solo Edenor declaró una facturación anual en 2017 de $ 24.340 millones.

Edenor detectó en los últimos días que un restaurant en el partido bonaerense de Hurlingham, estaba colgándose en forma repetitiva del servicio eléctrico. Según informaron, "durante un operativo de control para combatir el fraude y el robo de energía, personal técnico de Edenor detectó en el preciso momento que un cliente moroso propietario de un restaurant, ubicado en Avenida Roca 875 partido de Hurlingham, iniciaba las tareas para conectar una acometida clandestina y brindarle suministro a todo el establecimiento". "El hallazgo se produjo cuando los empleados de Edenor descubrieron a un electricista matriculado realizando con una escalera y una caja de herramientas una conexión directa trifásica que ingresaba hacia el restaurant", complementaron. Por este motivo hubo tres detenidos. En el terreno del local gastronómico también funciona un complejo de canchas de fútbol sintético que declara la misma dirección.

La distribuidora también encontró que 57 departamentos de un edificio del barrio porteño de Villa Urquiza tenían una conexión ilegal para tener suministro eléctrico. El edificio, ubicado en la calle Bucarelli al 1900 de la Ciudad de Buenos Aires, facturaba con un único medidor instalado desde noviembre de 2016. La cifra de recupero de energía que comunicó Edenor ronda los $ 2,5 millones por los 450.410 kWh por todo concepto, que incluye energía, impuestos, contribuciones, 40% de recargo contemplado en el reglamento de suministro y gastos de verificación. También realizó un operativo en un barrio cerrado de la localidad bonaerense de Benavídez, en el partido de Tigre, donde detectó otros usuarios con conexiones clandestinas. "La cuadrilla técnica que se acercó hasta el lugar informó que había indicios evidentes que la caja toma había sido manipulada en reiteradas oportunidades, por lo que se decidió retirar el medidor. Además la deuda del cliente con la compañía ascendía a $ 6000.

El robo de energía lo hacen, en palabras de un directivo, los usuarios que pueden pagar la "sofisticada" tarea de enganchar los cables y no "las familias humildes". Por eso, las empresas inician procesos penales como "efecto disuasorio".

El porcentaje de pérdida de energía en el interior de la provincia de Buenos Aires el año pasado fue del 11,3%, lo que incluye las pérdidas propias admitidas por la actividad del transporte y los colgados. El año anterior, esa cifra había sido de 12,4%.

Las conexiones clandestinas, al no contar con las medidas de seguridad requeridas, causan picos de tensión y afectan la calidad del servicio.

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