El coronavirus y la política enferma a YPF y la dejan peor que en 2002

Junto con el derrumbe de los precios del petróleo, el congelamiento local de los combustibles y la parálisis en Vaca Muerta juegan en contra de la petrolera estatal, que presenta sus resultados 2019 este jueves.

El pánico global que trajo aparejada la propagación del coronavirus ya hizo mella en Argentina.

La suma del temor que se apoderó de las finanzas mundiales con la cuestión local del extendido congelamiento de precios de combustibles y una política energética todavía incierta dejó a la acción de petrolera estatal YPF en su nuevo mínimo histórico en Wall Street.

Según confirmó El Cronista por fuentes oficiales, el Gobierno postergará esta semana por tercera vez un aumento de impuestos internos a los combustibles, que haría subir 5,9% la nafta súper y 4,2% el gasoil común solo por ese componente, en un intento de prolongar la baja de la inflación que se verificó en enero y que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) corroboraría también en febrero.

Además, mantiene congelados los precios locales del crudo y los biocombustibles, por lo que ya empiezan a sonar alarmas en el sector privado mientras hay una abierta crisis laboral en Vaca Muerta y las provincias productoras de bioetanol y biodiesel.

La acción de YPF tocó el viernes 28 los u$s 7,79 en la New York Stock Exchange (NYSE), su precio más bajo desde que empezó a cotizar en la Bolsa de Nueva York, Estados Unidos, el 1° de junio de 1993, hace más de 26 años.

Su valor bursátil, según Bloomberg, apenas supera los u$s 3100 millones y está por debajo de junio de 2002 (pos crisis a la salida de la convertibilidad), de abril de 2012, cuando fue reestatizada, y de septiembre de 2019, cuando el resultado de las elecciones PASO derrumbó las acciones argentinas, a lo que se sumó un congelamiento por decreto de los combustibles.

De hecho, la petrolera vale hoy en total menos que lo que pagó el Gobierno a Repsol por el 51% de su acciones. En 2014 se le abonaron u$s 6000 millones a la empresa española.

El combo del derrumbe de los precios del petróleo (cayó a u$s 49 por barril en el mercado a futuros de Londres, Gran Bretaña, que es la referencia local para Argentina) y el bloqueo oficial desde fines del año pasado a la propuesta de las refinadoras de recomponer marginalmente sus finanzas con un incremento cercano al 5% -el presidente, Alberto Fernández, desautorizó el 30 de diciembre al titular de YPF, Guillermo Nielsen- arrojan un manto de incertidumbre sobre el futuro de la petrolera estatal, que presentará este jueves 5 en la NYSE y en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) los resultados finales de sus operaciones en 2019.

El Gobierno no ve motivos razonables para habilitar un alza de la nafta mientras cae el crudo a nivel internacional y cree que ya se alcanzó la paridad.

YPF es un jugador clave para el desarrollo de Vaca Muerta, la fábrica de dólares que podría corregir para siempre la histórica restricción externa del país.

A todo esto, pese a la promesa de Fernández a los ejecutivos de las principales petroleras que operan en Argentina de que en febrero se trataría en el Congreso la ley para blindar las inversiones en la Cuenca Neuquina, que tornó en régimen de promoción para la industria de los hidrocarburos -así garantiza el apoyo de los gobernadores y legisladores de otras provincias-, todavía no ingresó como proyecto y deberá esperar a que se cierre el capítulo de la reestructuración de la deuda externa.

De este modo, y ante la evidente parálisis de la actividad en Neuquén, sobre el final de la semana pasada la empresa de Miguel Galuccio, Vista Oil & Gas, pidió empezar a pensar una suerte de regreso del "barril criollo" para sostener el precio (restadas las retenciones, hoy por debajo de los u$s 45). "De lo contrario, la parálisis en Vaca Muerta de profundizará", advirtieron.

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