El consumo masivo sin tregua: volvió a caer en agosto 2,3%

La demanda en supermercados y autoservicios volvió a caer en agosto. Y esta vez el impacto negativo mayor lo sintieron los comercios de barrio, donde las ventas retrocedieron más de 4%. La baja fue más leve que la registrada en julio, pero las perspectivas son poco alentadoras para este mes

El consumo masivo no da tregua. Con una inflación que se acelera -se proyecta superior al 40% en el año-, y con salarios que caen en términos reales, los consumidores sigue ajustándose los cinturones. De acuerdo con la consultora Scentia, los números de agosto muestran que la demanda en supermercados y autoservicios se derrumbó 2,3% en agosto, con mayor fuerza en los comercios de barrio. Así, el acumulado del año refleja una baja de 0,4%, cuando hasta mediados de año el balance era positivo.

De acuerdo con el informe, las ventas en las grandes cadenas mostraron una merma de 0,6% respecto de agosto de 2017 y en los autoservicios y negocios barriales el derrumbe fue de 4,1%. En ambos casos, la caída fue menor que la registrada en julio -habían mostrado bajas de 0,9% y 5,5%, respectivamente-, pero las expectativas para septiembre son menos alentadoras.

La fuerte devaluación registrada a fines del mes pasado, que llevó el dólar a $ 40, comenzó este mes a generar impactos en los precios; y si bien el pass through no fue tan importante, el Indice de Precios al Consumidor (IPC) mostrará un alza en torno al 6%, según el consenso de los economistas. El dato de consumo de septiembre será negativo por el impacto de los precios, pero porque además ese mes del año pasado fue el único que mostró un comportamiento positivo, con un alza en la demanda de 0,4%.

"Que la caída no haya sido tan abrupta es explicado por el comportamiento de las cadenas y los esfuerzos que están realizando para hacer promociones y no aplicar las nuevas listas a la velocidad que sí lo hicieron los autoservicios y negocios de barrio", remarcó a El Cronista el director de Scentia, Osvaldo Río, quien agregó que este año sucedió al revés que en 2017, cuando los autoservicios estaban mucho mejor posicionados que las cadenas. Con el relanzamiento de precios cuidados y un mayor foco en los productos de la canasta básica, los súper también pueden salir beneficiados en los próximos meses.

Los rubros que más cayeron fueron los de limpieza, que se derrumbó 7,6% interanual y acumula una baja de 3,9% en el año; higiene y cosmética, que registró una caída en el consumo de 5,6% y 1,8% acumulado; y el de bebidas sin alcohol, cuya merma fue de 4,3% respecto de agosto del año pasado y acumula un descenso de 0,3% en el año. Por el contrario, el rubro alimentación mostró un alza de apenas 0,1%, aunque en el acumulado del año cayó 1,3%. Y las bebidas con alcohol trepó 7,8% interanual y 8,1% desde comienzos de año, suba explicada en gran parte por la cerveza y algo por los aperitivos, que comenzó a recuperarse. Este comportamiento de los diferentes rubros muestra cómo los consumidores dejan de consumir los bienes prescindibles, aunque menos los alimentos.

Las proyecciones de Scentia para fin de año se mantienen en -2%. Para obtener ese número, entre septiembre y diciembre la baja del consumo deberá ser de 5%, ya que hasta ahora el acumulado negativo es de 0,4%, explicó Del Río.

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