Ecolatina: el Gobierno sobreestimó ingresos y lo pagará la obra pública

La consultora sostiene que el Ejecutivo volvió a ser demasiado optimista en materia de recaudación y que deberá hacer un esfuerzo adicional en cuanto a las erogaciones para cumplir la meta de equilibrio primario pactada con el FMI.  Pero advierte que, en muchas partidas, tiene poco margen. Los gastos de capital, en la mira.

De acuerdo a las proyecciones del Presupuesto 2019, Ecolatina considera que el Gobierno volvió a sobrestimar sus ingresos, tal como ya le sucedió con el Presupuesto 2018, donde  la administración de Mauricio Macri pecó de optimista: según la consultora "mientras que según el informe del Poder Ejecutivo los ingresos del Sector Público Nacional no Financiero alcanzarían 19% del PBI en el acumulado anual, terminaron en 18% del PBI. En consecuencia, mostró una baja de casi 1 p.p. frente a 2017, en lugar del alza proyectada por el Poder Ejecutivo".


Ecolatina prevé que en 2019 suceda lo mismo. "Este año los recursos del Sector Público Nacional oscilarían 18,5% del PBI, lejos del 20% del PBI proyectado por el Poder Ejecutivo. En consecuencia, el recorte necesario del gasto primario real deberá ser mayor al postulado". 

La pregunta del millón es, entonces, qué partidas podrían sufrir nuevos recortes, y si es factible alcanzar el equilibrio primario, como exige el acuerdo stand by firmado con el FMI, lo que supone anular el rojo de 2,7% del PBI registrando en 2018. 

Según la consultora hay "poco margen para recortar gastos primarios", que ya pasaron "de 24% del PBI en 2016 a 20,5% del PBI en 2018 y para este año se estipuló que alcance 20% del PBI". 

Uno de los límites para seguir bajando ese gasto es la cantidad de partidas que se ajustan por la inflación pasada, al punto que, según la consultora, "seis de cada diez pesos que salen del Estado Nacional" se ajustan automáticamente de esa manera. Y da el ejemplo  de  la Ley de Movilidad, que fijó la actualización de las jubilaciones y pensiones a la suba de precios y salarios registrados dos trimestres atrás. "Con una lenta desaceleración de la inflación, el peso de las erogaciones de seguridad social en el PBI será mayor o igual al de 2018. Por ende, el recorte adicional caerá sobre el 40% restante", concluye Ecolatina.

Otro ámbito de poco margen, es de las partidas destinadas a los salarios de los trabajadores públicos, que representan poco menos del 15% del gasto primario. "Resultado de paritarias que cerraron muy por debajo de la inflación y un plan reducido de contrataciones –donde no se reemplazan las bajas- esta línea del gasto primario se contrajo 10% en términos reales durante 2018. Dado el esfuerzo ya realizado y el hecho de que este es un año electoral, no estimamos un recorte adicional significativo sobre esta partida", señala el trabajo de la consultora fundada por Roberto Lavagna.

En materia de subsidios, Ecolatina recuerda el carácter poco autónomo que tiene este rubro, afectado por las oscilaciones del tipo de cambio. Y pone como ejemplo lo sucedido en 2018, donde atravesó dos momentos: mientras que en el primer semestre, con un dólar mayormente calmo, retrocedió 15% i.a. en términos reales, en la segunda mitad redujo su caída a un tercio producto de la escalada de la divisa. Como resultado, esta partida acumuló una contracción de 9% i.a. en términos reales el año pasado, quedando lejos del objetivo inicial y obligando a ajustar en otras líneas". Los subsidios económicos representan algo menos del 10% del gasto primario.

 En 2019, en materia de subsidios se agregará, con los comicios presidenciales, otro factor de inestabilidad: "Durante la primera mitad, las tarifas sufrirían ciertos ajustes para ayudar a la meta fiscal. Sin embargo, a medida se aproximen las elecciones, las mismas se atrasarían en la búsqueda por afectar el humor social lo menos posible (y las chances de reelección del oficialismo). Por último, vale recordar el traspaso de los subsidios al transporte a la Provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma, que también permitirán relajar este gasto. Como resultado, los subsidios económicos pasarían de representar 2% del PBI en 2018 a 1,5% este año".

De acuerdo al análisis de Ecolatina el sector que tiene comprados todos los números donde se rifa el ajuste adcional que habría que hacer por haber sobrestimado los ingresos, es el de los gastos de capital,  "casualmente, la partida sobre la que pesa el mayor margen de maniobra". Así, el trabajo recuerda que la inversión en obra pública seguirá sufriendo, ya que "persiste en rojo desde 2015 y en 2019 acentuaría su baja". Según los números de la consultora, pasó de $ 208.000 millones en 2017 a $ 210.000 millones el año pasado, registrando una mínima suba nominal en un contexto de elevada inflación. Esta línea del gasto sería la que realizará el mayor ajuste, no sólo por la discrecionalidad de sus erogaciones, sino también por la velocidad con que pueden recortarse".

"Teniendo en cuenta los esfuerzos necesarios, proyectamos que este año los gastos de capital retrocederían nominalmente 12% i.a. y casi 40% i.a. en términos reales. De este modo, implicarían poco más de 1% del PBI, marcando una baja de 0,6 p.p. frente a 2018", dice Ecolatina y agrega que "en base a este análisis, proyectamos que el gasto primario rondaría 19% del PBI este año, marcando un retroceso de 1,5 p.p. frente a 2018 y marcando un mínimo desde la incorporación de la Asignación Universal por Hijo hace ya diez años". 

La mala noticia para el Gobierno sería que todo esto "no bastaría para alcanzar el equilibrio primario: el rojo antes del pago de intereses rondaría 0,5% del PBI". Pero igual habría más desembolsos "dado que este resultado estará contemplado dentro de los ajustes pautados con el FMI (por un máximo de $71.600 millones)".

Temas relacionados
Más noticias de PBI

Las más leídas de Economía y Política

Destacadas de hoy

Noticias de tu interés