ASUMIR COMO MINISTRO DE HACIENDA, ANUNCIÓ EL GOBIERNO

Dujovne, de perfil más ortodoxo, buscará bajar el abultado déficit fiscal

Este economista de 49 años fue el elegido por Mauricio Macri. Trabajó en la gestión pública y en la privada. Le preocupan el nivel del gasto público y no descarta recurrir al FMI

Se había negado a ser secretario de Hacienda un año atrás. Nicolás Dujovne supo esperar. Siguió trabajando en el sector privado y asumirá ahora en un escenario mejorado que el de diciembre de 2015. Al menos, los tan ansiados "brotes verdes" deberían empezar a surgir y la economía, de a poco, a repuntar.

De visión ortodoxa, es un gran conocedor de los números de la macroeconomía. En el último año estuvo al frente de su consultora "Nicolás Dujovne y Asociados" y también participó en el programa de TV "Odisea Argentina".

Antes había sido durante más de 10 años (entre 2001 y 2011) economista Jefe del Banco Galicia, y previamente, representante del ministro de Economía ante el Directorio del Banco Central cuando estaba José Luis Machinea, asesor de la Secretaría de Hacienda (cuando la dirigía Pablo Guidotti, entre 1997 y 1998), y economista en las consultoras Macroeconómica, Alpha y en el Citibank.

En la Fundación Pensar, think tank del PRO que dio algunos técnicos al Gobierno, trabajó en temas fiscales. Además de rechazar ser secretario de Hacienda, también se había negado a ser vicepresidente del Banco Central en el inicio de la nueva gestión macrista.

Un punto clave en su elección como nuevo ministro designado es la llegada que tiene a la jefatura de Gabinete. Ayer, cuando anunció su designación, Marcos Peña, aseguró que la elección de Dujovne respondió a que el economista "fue parte del equipo técnico durante la campaña de Mauricio Macri en temas fiscales" y lo definió como "un joven valioso que dará un muy buen aporte".

Tal como es la estructura del gabinete macrista, en temas de Hacienda deberá reportar a los coordinadores económicos, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. Y deberá llevar a cabo una de las obsesiones del presidente de los últimos tiempos: disminuir el déficit fiscal, una de las preocupaciones también de Dujovne. En un año electoral, en el que ya están previstos aumentos de las tarifas de gas y electricidad, además de subas en combustibles, recortar el rojo en las cuentas públicas se presentará como un desafío.

Quienes lo conocen lo definen como muy inteligente, de perfil técnico, y más fiscalista y pro-mercado que Alfonso Prat-Gay. En algunas notas de las últimas semanas a los medios (ver nota aparte), Dujovne se mostró preocupado por el nivel del gasto público y, además, mencionó que si se agotaban los recursos y se complicaba la posibilidad de conseguir financiamiento, el Fondo Monetario podía ser una opción para conseguir fondeo. Pero esa tarea, desde ahora, estará concentrada en manos del otro recientemente designado ministro pero de Finanzas, Luis Caputo.

Una de las primeras tareas que tendrá por delante este economista de 49 años, graduado en la Universidad de Buenos Aires (también estudió en la Universidad de California), será, además de trabajar por intentar bajar el gasto público (y cumplir la meta de déficit primario de 4,2% para el año próximo), instrumentar la puesta en práctica de los cambios implementados por las modificaciones del impuesto a las Ganancias.

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