Dólar intervenido: cambia un pilar clave del acuerdo y del ideario del Fondo

En más de una oportunidad, el organismo internacional había resaltado la importancia de tener un tipo de cambio flexible. En ese sentido, el Fondo había fustigado en octubre al Gobierno por las intervenciones en el mercado de cambios

La decisión de dar un giro en la política cambiaria desde el Banco Central, discutida y avalada por el Fondo Monetario Internacional, implica un giro significativo en el programa aprobado con el organismo internacional el año pasado. Se trata de la posibilidad de intervenir para frenar la suba del dólar, antes de que llegue a los $ 51,44, en pleno contexto de año electoral.

Reforzado en más de una oportunidad, el FMI resaltó la importancia para la Argentina de tener un tipo de cambio flexible. Es decir, sin que el Gobierno pudiera meter mano en la cotización.

La medida implica un giro significativo en el programa aprobado con el organismo

En diferentes intercambios con funcionarios, referentes sociales y periodistas, desde el organismo destacaban que el hecho de que el dólar se moviera de acuerdo con el mercado servía para absorber los shock y, en ese punto, para que no hubiera tanta suba de desempleo, por ejemplo.

Es decir, que la volatilidad internacional impactara en precios y no en cantidades.

 

El Fondo tiene como credo que la libertad de movimiento del dólar permitía absorber los shock macroeconómicos

En el acuerdo original con el FMI en junio, ampliado luego hasta los u$s 57.100 millones en octubre, se destaca este aspecto.

De hecho, en el staff report de ese mes decía que, dentro de los objetivos de la política de “las autoridades no han cambiado con respecto al stand-by original , y puntualizaban que se comprometían a que, “para disminuir las tensiones en la balanza de pagos, permiten que el tipo de cambio funcione de manera flexible como un amortiguador, aumente las reservas internacionales, reduzca el déficit de la cuenta corriente y las necesidades de financiamiento externo bruto de la Argentina .

La defensa del tipo de cambio libre incluye el funcionamiento como amortiguador de las tensiones en la balanza de pagos

Además, en octubre, luego de que tanto Federico Sturzenegger como Luis Caputo, ambos ex presidentes del Banco Central, habían intervenido en el mercado de cambios, desde el FMI resaltaron que “en los últimos meses, el enfoque del Banco Central respecto del tipo de cambio careció de un objetivo claro y resultó en una pérdida excesiva de reservas al tiempo que hacía poco por abordar las condiciones desordenadas del mercado .

De hecho, un punto que se veía sobre la posición del FMI respecto del tipo de cambio era que la posibilidad de utilizar los dólares que presta el organismo para frenar una corrida se transformaba en que esas divisas se esfumaran y alentaran una fuga de capitales.

El Fondo vio muy negativamente cómo se esfumaron dólares del primer stand-by en la defensa infructuosa de un tipo de cambio

En el documento de octubre del FMI, los técnicos del organismo habían sido duros cuando marcaron que “contrariamente a sus compromisos en virtud del programa, las autoridades habían seguido una estrategia de intervención ad hoc y discrecional. Intervinieron algunos días sin un movimiento significativo del peso, vendieron reservas en una moneda apreciada, vendieron reservas tanto por subastas como ventas directas al mercado, y ocasionalmente se salieron del mercado por completo a causa de movimientos diarios muy grandes en la moneda .

Si bien escucharon decir al Gobierno que estaban preocupados por los bajos niveles de liquidez en el mercado de divisas, la respuesta del FMI fue que “los volúmenes de negociación en el mercado se volvieron endógenos al potencial del Banco Central que interviene para vender dólares .

Permitían al Banco Central intervenir de manera limitada, simple y basada en reglas, para prevenir las condiciones desordenadas del mercado

Y fueron remarcaron que “esta falta de un marco claro ha sido particularmente evidente en las condiciones disruptivas en el mercado de divisas en agosto y septiembre. Las autoridades permitieron que la moneda flote libremente. El Banco Central considera que un tipo de cambio flotante se adapta mejor a las circunstancias actuales de la Argentina, particularmente dadas las perspectivas inciertas de los términos de intercambio y los flujos de capital .

Desde ese momento, que fue cuando debutó la zona de no intervención (ZNI), desde el organismo internacional se reconoció que el BCRA iba a poder participar en el mercado de cambios, “de manera limitada, simple y basada en reglas, para prevenir las condiciones desordenadas del mercado y en caso de que haya una superación significativa del tipo de cambio , que era precisamente esta ZNI.

Se trata de una gran modificación del programa acordado en octubre y que comenzó a tener vigencia en noviembre

“En el caso de que la moneda se moviera fuera de esta zona, el BCRA tendría la opción (pero no un compromiso) de anunciar una subasta competitiva para comprar o vender hasta u$s 150 millones por día , decían en ese momento.

Lo anunciado por el Banco Central, respaldado minutos después por el FMI, modifica entonces el programa pactado en octubre en uno de sus pilares más relevantes de su estructura.

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