Distribuidoras compran gas 50% más barato para cubrirse de falta en invierno

La oferta total y la capacidad de transporte no alcanzarían frente a una prolongada ola polar. Importar gasoil o fuel oil sería hasta tres veces más caro

Un avión a cambio de gas. Desde que en febrero la Secretaría de Energía acordó con Bolivia una nueva adenda al contrato de importación de gas natural (por la que habría un ahorro total de u$s 454 millones), quedó claro que Argentina estaría dispuesta a arriesgar con tal de garantizarse la disponibilidad de fluido.

La cláusula de entrega de un avión Pampa III a cambio de un sobrecumplimiento de 45 millones de metros cúbicos (MMm3) de gas natural por parte de Bolivia entre mayo y septiembre, que fue ratificada la semana pasada por los presidentes Mauricio Macri y Evo Morales, muestra que Argentina podría enviar gratis al país vecino un producto valuado en u$s 12 millones, si Bolivia ayuda a evitar que se tengan que importar combustibles líquidos para la generación eléctrica, como el gasoil o fuel oil, que son mucho más caros.

Como adelantó El Cronista el 2 de enero, expertos y analistas del mercado energético esperan que para este invierno falte gas. Las opciones para el abastecimiento son la producción local, cercana a los 131 MMm3 por día -promedio del primer bimestre de 2019; en febrero, la oferta llegó a casi 135 MMm3/d-; la importación de Gas Natural Licuado (GNL), por 22 MMm3/d tras la regasificación que realice el barco instalado en Escobar; 18 MMm3/d a través de Bolivia; y eventualmente otros 3 MMm3/d mediante Chile, como se viene haciendo desde 2016.

Todas estas opciones suman unos 174 MMm3/d para abastecer la demanda loca en el pico de consumo (entre junio y agosto). En una eventual situación de estrés, con una sucesión de 4 ó 5 días consecutivos de temperaturas muy bajas en todo el país, el consumo interno puede saltar hasta los 180 MMm3/d, con lo que habría una brecha cercana a los 6 MMm3/d para cubrir.

Según pudo saber este diario a través de dos fuentes del sector privado, sin contacto entre sí, el gas podría faltar durante unos 15 ó 20 días en invierno, según las previsiones actuales. Meses atrás, se esperaba que el faltante de gas pueda ser mayor, pero ahora se estima que este invierno podría ser menos frío que el anterior, lo que reduce sensiblemente las necesidades.

Esta fue una de las razones de la salida del Gobierno del ex secretario de Energía, Javier Iguacel. Él convenció a Macri de despedir al barco regasificador de Bahía Blanca. El buque Exemplar de la empresa estadounidense Excelerate Energy le costaba al Estado unos u$s 150.000 por día o casi u$s 55 millones al año, pero aportaba la seguridad energética de que podría inyectar gas en caso de faltantes, sobre todo cuando las entregas de Bolivia son inciertas.

En la misma interna del Gobierno, expertos energéticos aseguraron que esa decisión, que fue para demostrar una "victoria política" frente al kirchnerismo -que decidió la llegada de los barcos regasificadores- fue un error. Importar combustibles líquidos para que funciones las centrales termoeléctricas costaría casi el triple que el gas: el fuel oil cuesta cerca de u$s 16 /MMBTU y el gasoil unos u$s 18,50 /MMBTU.

Fuentes oficiales apuntaron que la entrada en operación comercial de 1100 MW nuevos de energías renovables, que desplazan a las centrales térmicas más ineficientes, ayudará a atenuar el faltante de gas.

Por su lado, el gerente de una distribuidora comentó a este diario que la situación actual de abundancia de oferta y escasez demanda, con temperaturas en abril un poco más altas que las habituales, le permite cerrar contratos de cobertura con las productoras en el mercado spot entre u$s 3,50 y u$s 3,70 por millón de BTU (/MMBTU).

Estos precios, de alguna forma, cubren la esperada alza que ocurrirá en invierno, cuando se revierte la balanza de oferta y demanda. Para ese entonces, esperan precios entre u$s 6 y u$s 7 /MMBTU.

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