LOS GREMIOS DEFINIR N HOY SI ACATAN O NO LA MEDIDA

Conciliación obligatoria para reanudar las exportaciones de granos desde Rosario

Hace una semana que los gremios del complejo portuario cerealero más grande del mundo realizan protestas que frenan las cargas del sector agroexportador

El Gobierno nacional decidió involucrarse en la discusión que tiene paralizada desde hace 15 días el mayor polo agroexportador del país.

Haciendo caso omiso de la máxima que suelen repetirle a los empresarios cada vez que le llevan un problema de este tipo: "yo te arreglo la macro, la micro solucionala vos", el Ministerio de Trabajo tomó la decisión de intervenir en el conflicto salarial en los puertos del Gran Rosario y dictar la conciliación obligatoria por quince días.

La notificación, según informó anoche Reuters, no había llegado aún a los gremios por lo que las medidas de fuerza en reclamo de mejoras salariales para trabajadores indirectos de las empresas seguirían, al menos, hasta hoy.

Los embarques se habían reiniciado lentamente el lunes, pero piquetes de los sindicatos volvieron a impedir la carga de los buques que transportan granos, aceites y harinas.

"A fin de prevenir mayores perjuicios (...) se hace imprescindible recomponer un mecanismo de diálogo que permita buscar soluciones consensuadas al presente diferendo", señaló el Ministerio de Trabajo en el documento en el que ordena la conciliación obligatoria.

Aunque la decisión del Gobierno debería permitir retomar las operaciones a empresas como Louis Dreyfus, Bunge y Cargill, los gremios agrupados bajo la filial San Lorenzo de CGT deben decidir si acatan la medida.

"A nosotros no nos llegó nada", dijo a Reuters el líder de la CGT San Lorenzo, Edgardo Quiroga, quien se encontraba protestando junto a otros obreros sobre los caminos de la región de Rosario. "Tenemos que hacer una asamblea para ver si se acata o no (la conciliación obligatoria). Yo creo que por ahora vamos a seguir" en la protesta.

La búsqueda de una solución para los puertos se da en un contexto de baja de precios, con una fuerte retención de parte de los productores a la espera de una mejora en los precios, situación que perjudica las arcas estatales vía caída de ingresos por impuestos.

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