Brasil vuelve a la carga para abrir importaciones y arrincona otra vez a Alberto

El vecino país quiere discutir este lunes una rebaja del Arancel Externo Común que rige para la Argentina y demás socios en el Mercosur. 

Como lo fue semanas atrás el amague de abandonar el Mercosur, la Argentina volverá esta semana quedar expuesta frente a sus socios en el bloque económico a causa de la presión de Brasil para concretar una rebaja significativa del Arancel Externo Común (AEC), el cual regula uniformemensite para todos los impuestos a cobrar por la importación de bienes fabricados extrazona. 

Aquejado por la crisis sanitaria y con caída en su imagen, el gobierno de Jaír Bolsonaro parece dispuesto a buscar algún rédito político en la jugada a la que se plegaron Paraguay y el Uruguay. Estrictamente, los demás socios le reclaman a la Argentina volver a discutir un cronograma de revisión y rebaja para abrir la importación de bienes intermedios, con la excusa de reducir costos y ser más competitivos para exportar mercancías a otros mercados.

Al igual que sucedió a fines de abril, el Gobierno planteó al Mercosur que le es imposible avanzar en una apertura indiscriminada de las importaciones durante una reunión del grupo ad hoc creado para revisar la consistencia y dispersión del AEC, teniendo en consideración en el actual contexto de crisis económica e incertidumbre que arroja la pandemia de coronavirus, y sin un cierre de las negociaciones para reestructurar la deuda soberana con tenedores privados.

La tensión entre la Argentina y Brasil es evidente, y el propio presidente Alberto Fernández se encarga de resaltarlo en cada ocasión al advertir la "profunda preocupación" que la situación sanitaria en ese país le provoca. De igual modo, Bolsonaro responde acusando a la Argentina de ir hacia un régimen "socialista". 

El lunes, cuando oficialmente el tema sea llevado a discusión en la reunión del Grupo de Mercado Común (GMC), el ala económica de la Cancillería volverá a insistir en sus reparos a cualquier discusión que vaya por la rebaja en lo inmediato.

 

Discusión heredada de Macri

A comienzos de 2019, cuando Jaír Bolsonaro llegó a la presidencia en Brasil tras prometer en campaña una ruptura total de la unión aduanera, el gobierno de Macri logró diluir su encono con el Mercosur prometiéndole una rebaja acompasada de los derechos de importación. Tras la cumbre de jefes de Estado en Santa Fe, en julio del año pasado, los cuatro socios decidieron avanzar en su estudio.

Creado en 1994, el AEC pretendía llevar a los cuatro países a tener una estructura aduanera uniforme, pero nunca se concretó. Por entonces, al interior del gobierno de Macri, el entonces del ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, aseguraba que los altos gravámenes encarecen las importaciones de bienes intermedios y de tecnología, por lo que merecían una revisión.

En promedio, el Mercosur aplica un 11% de aranceles en todas las categorías de acuerdo a un promedio ponderado por el Banco Mundial, siendo Brasil el más proteccionista (13,56%) y Paraguay el más aperturista (8,28%). La Argentina presenta aranceles promedio del 12,58%, en tanto Uruguay aplica gravámenes del 9,94%.

 

Otro de los puntos a poner sobre la mesa el lunes hace a un "acuerdo Mercosur para el libre comercio automotriz intrazona" que empezaría a regir en 2030, según anticipó BAE. Brasil pretendería que los acuerdos bilaterales en materia automotriz que cada país tiene con los demás socios converjan en un único esquema, dejando así atrás una histórica deuda del bloque, ya que ni este sector ni el azucarero forman parte de la política comercial común.

Cerrar el capítulo automotriz es de vital importancia de cara a la puesta en marcha -en los próximos años- del acuerdo de asociación estratégica con la Unión Europea (UE), que incluye liberar el intercambio en la materia y es más permisivo de la actual normativa que rige para los socios mercosurianos.

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