Alberto dio vía libre a Evo para hacer política y el boliviano ya se prepara para la campaña

El expresidente del vecino país encabezó este fin de semana un mitín político con militantes de su espacio en el barrio de Liniers y en los próximos días podría recalar en Salta. El Gobierno insiste en que no le restringirá sus libertades.

En el transcurso del fin de semana, en un respiro de la abultada agenda de trabajo que lo aguarda en su despacho de la Casa Rosada, el presidente Alberto Fernández se comunicó telefónicamente con el exmandatario boliviano Evo Morales, que llegó el jueves al país en calidad de refugiado, y le garantizó que tiene plena libertad para moverse en el país y actuar en política, de cara a los próximos comicios que tendrán lugar en el altiplano para encontrar sucesor tras el golpe de Estado que lo desplazó.

Pese a las declaraciones preliminares del canciller Felipe Solá, que había avisado a Morales no haría declaraciones políticas, el flamante jefe de Estado le ratificó a quien hubiera sido su colega que no tiene ninguna barrera legal para encabezar actividades proselitistas ni políticas, aunque le recomendó mantenerse al margen de los medios de comunicación argentinos para evitar impactos en la opinión pública.

En la misma línea, el jefe de gabinete, Santiago Cafiero, confirmó al diario La Nación que, en su calidad de refugiado, el líder del Movimiento al Socialismo (MAS) "tiene los mismos derechos que un ciudadano argentino, con lo cual tiene libertad de expresión, de declarar, de pensar y decir lo que quiera", e insistió en que el Gobierno no le restringirá "sus libertades".

Con el espaldarazo de Fernández, Morales encabezó el fin de semana una reunión de militantes de su espacio político entre la comunidad boliviana residente en Buenos Aires. El exdirigente cocalero convocó a "dirigentes departamentales y nacionales de movimientos sociales, alcaldes, dirigentes del MAS y asambleístas para hacer una evaluación política y planificar la campaña", reconoció el boliviano en Twitter.

A un mes del golpe de Estado en #Bolivia, sostuvimos nuestra primera reunión en Buenos Aires con algunos dirigentes departamentales y nacionales de movimientos sociales, alcaldes, dirigentes del MAS y asambleístas para hacer una evaluación política y planificar para la campaña.

— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) December 15, 2019

A la salida de ese mitín político, ocurrido en el barrio porteño de Liniers, Morales saludó a cientos de simpatizantes de su gobierno y les agradeció "las fuerzas y la energía" para continuar en la militancia. "Vamos a volver pronto; volveré pronto y llegaremos millones y millones para garantizar la victoria", añadió desde el balcón de una casa ubicada en la calle José León Suárez.

La presencia de Morales en territorio argentino promete dolores de cabeza para la administración que encabezan Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

El asesor para asuntos de América Latina y el Caribe del Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Mauricio Claver-Carone, hombre de confianza del presidente Donald Trump, reprobó la presencia del boliviano en la Argentina y planteó que Alberto Fernández debe determinar si "va a ser abogado de las democracias de la región o apologista de las dictaduras .

El cubanoamericano al servicio de la Casa Blanca advirtió que la llegada de inversiones y de ayuda internacional a la Argentina están condicionados a un cambio de rumbo en la relación que la Casa Rosada mantiene con el gobierno de Venezuela y con los expresidentes Evo Morales y Rafael Correa.

En el entorno de Morales dan rienda suelta a la posibilidad de que se instale en los próximos días en Orán, a solo pocos kilómetros de la frontera con su país, y que desde allí siga recibiendo a dirigentes de su espacio para animar la competencia electoral por ocurrir en los próximos meses.
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