Sergio Massa prometió "orden fiscal" y un recorte de subsidios mayor al esperado
Para cumplir con la meta de déficit, se ajustará el gasto y el 30% de los hogares perderá el subsidio. "La maquinita" del BCRA, suspendida hasta nuevo aviso.
El ministro de Economía, Sergio Massa, sostuvo que la Argentina cumplirá con la meta fiscal acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Para eso, el Gobierno acelerará el ajuste fiscal que había lanzado Silvina Batakis. Con otra espalda política, Massa sumó al congelamiento de ingresos al Estado y la decisión de no recurrir al financiamiento monetario un recorte en los subsidios a la energía y el agua más profundo del que se había previsto.
El paquete de anuncios de Massa buscó ser una hoja de ruta para sumar reservas al Banco Central, sobre todo mediante acuerdos con el sector agroexportador e incentivos con el resto de los sectores generadores de divisas. Eso, complementado con una dosis de ortodoxia fiscal para frenar el ritmo de expansión del gasto.
Una por una, las nuevas medidas de Sergio Massa como ministro de Economía
El ministro ratificó la meta fiscal acordada con el Fondo. Según el propio FMI, para cumplir con ella, el Gobierno deberá encarar un fuerte recorte en el gasto en el segundo semestre, luego de una primera mitad del año que terminó con un déficit devengado de 1,9%, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.}
Subsidios
En distintos tramos de su presentación, Massa habló de "orden fiscal". La primera señal estuvo vinculada a los subsidios a la energía. Massa dijo que cuatro millones de hogares decidieron no contar con los subsidios, al no haberse inscripto al formulario. Dicho de otra forma: el plazo -más allá de los turnos que otorgó la Anses para el trámite presencial- no se extenderá. Por lo tanto, la quita de subsidios no afectará al 10% de los hogares, sino aproximadamente al 30%.
Pero además, Massa adelantó que los hogares que mantengan los subsidios tendrán un tope de consumo con precio bonificado, para promover el "ahorro". En el caso de la electricidad, dijo, será de 400 kilovatios promedio por bimestre, aunque no especificó de qué manera se implementará según el tipo de hogar.
Lo que evaluaba el equipo de Energía era que los hogares de más de 400 kw bimestrales (que en el área metropolitana son los catalogados como usuarios R3) paguen un diferencial por el excedente de energía, que puede ser un 100% de aumento o hasta la quita total del subsidio por esos kilovatios restantes.
La poda en los subsidios irá entonces más allá de la que anunció el secretario de Energía, Darío Martínez, y que este mensuró en unos $ 10.000 millones de "ahorro" fiscal. Según supo El Cronista, los equipos de Energía que responden a la vicepresidenta Cristina Fernández ya estaban trabajando en un esquema de segmentación más profundo. Irónicamente, es en lo que nunca pudo avanzar Guzmán, por su disputa política.
Y también alcanzará al servicio de agua corriente en el área metropolitana, que brinda AYSA. La segmentación se lanzará en septiembre.
Control del gasto
Massa dijo que el congelamiento de ingreso de personal al Estado que había anunciado Batakis se mantendrá, extensivo a organismos descentralizados. Y que el Indec controlará y publicará las altas y bajas.
Además, ratificó que el Tesoro no recurrirá a más financiamiento monetario. No habrá adelantos transitorios del Banco Central en lo que queda del año. Incluso, Economía devolverá, en principio, $ 10.000 millones. Es otra señal de ajuste: para gastar, el Gobierno deberá tener ingresos propios o financiamiento del mercado.
El mayor control de los planes sociales puede ser más simbólico que efectivo. La señal, más allá del emprolijamiento de la base de datos que se busca con la auditoría con universidades públicas que comenzará, es que no se sumarán más beneficiarios.
Para despejar vencimientos ($, 1,2 billones en septiembre), habrá un canje voluntario de letras que, según Massa, ya cuenta con un 60% de aceptación. Presumiblemente, la mayor parte aportada por organismos públicos.
Un bono a jubilados que se anunciará junto con el índice de movilidad, el 12 de agosto, y un refuerzo en las asignaciones familiares aliviarán bolsillos y representarán algo más de gasto. En paralelo, se iniciarán gestiones entre cámaras empresarias y gremios para reforzar ingresos de los trabajadores, sobre todo con salarios de hasta $ 150.000.
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