La mayor sorpresa en la lista de los 23 elegidos para el Mundial de Sudáfrica 2021 fue la convocatoria de Ariel Garcé, quien por ese entonces jugaba en Colón de Santa Fe y no estaba en los planes de nadie. Si bien Pelusa falleció hace más de dos años y medio, su nombre continúa siendo motivo de anécdotas imperdibles, por lo que el Chino contó la verdadera razón por la que viajó a la competencia que terminó con una catastrófica goleada propinada por Alemania.

En su momento, su citación generó todo tipo de especulaciones y creó mitos como aquel que aseguraba que el DT había soñado la vuelta olímpica y el defensor estaba a su lado; también hubo reacciones del público como aquella recordada bandera que decía "Garcé, traé alfajores", en relación a que iría de "turista" en un plantel plagado de estrellas como Lionel Messi, Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín o Ángel Di María.

Pasó más de una década pero el protagonista principal apareció en escena y dio detalles inéditos. Ya retirado de la actividad profesional, en una etapa más espiritual de su vida y alejado del mundo de la pelota (también fue ayudante de campo de Eduardo Coudet), el tandilense brindó una entrevista al programa "Todo pasa" que Matías Martin tiene en Radio Metro de Buenos Aires.

En dicho medio de comunicación recordó la noche en que convenció a Maradona de ir al Mundial, en una arenga vivida en el túnel del Coloso de Ruca Quimey en Cutral Co, donde la Albiceleste disputó el último amistoso previo a Sudáfrica 2010 contra Haití. Fue en la noche del miércoles 5 de mayo, del mismo año de la máxima cita en el continente africano, en que el combinado local viajó al sur. Para Garce, el amistoso tenía más que ver con los compromisos comerciales y políticos asumidos por la AFA de Julio Grondona que en una real posibilidad deportiva para los futbolistas.

En ese sentido, inició su relato: "Iba a ir Palermo y nadie más del fútbol local, yo estaba medio en contra de Grondona y estaba esa parte rebelde mía. Iba a ser un partido de compromiso, en Cutral Co y hacía un frío bárbaro. Mi hermano me dijo ´hacelo por papá y mamá, para que te vean con la camiseta de la Selección´. Él tiene una parte espiritual, me dio una serie de tips y decidí que iba a ir a disfrutar. Fui y le dije ´hola Diego qué hacés´, le di un abrazo como si lo conociera de toda la vida. Lo mismo con todos los pibes, generé un buen clima".

Y prosiguió: "Ellos estaban cagados de frío, el vestuario era chiquito. Le puse actitud. Ellos estaban en un cumple, teníamos que salir juntos y no aparecían. Hablan Palermo y Ortega, pero yo tenía una sensación de que era una energía de mierda. Entonces me puse a hablar, le metí que éramos importantes. Se abrió la puerta, salieron los haitianos y quedó como una arenga. Diego lo vio, quedó bárbaro. Después me enteré y eso fue una parte porque quedaba un lugar vacante. Él tenía una duda".