EL PRESIDENTE XI JINPING QUIERE GANAR UN MUNDIAL

La Liga china ya cuenta con cinco de los futbolistas mejor pagados del planeta

El país asiático se convirtió en uno de los principales mercados del mundo, comprando y patrocinando equipos, así como contratando a algunas de las principales estrellas

China se ha convertido en uno de los principales mercados para el fútbol mundial, haciendo fuertes inversiones no solamente en patrocinios y compra de equipos europeos, sino también en su propia Liga, adonde ya juegan cinco de los diez futbolistas mejor pagados del planeta. Además de las millonarias cifras que han pagado a los clubes para fichar a estrellas globales, los chinos también están invirtiendo fuertes sumas de dinero en los sueldos.

Dichos salarios alcanzan los 150 mil euros por semana y pueden llegar a los 300 mil, como es el caso de Ezequiel Lavezzi, por ejemplo, quien además gana 14 millones de euros al año en el Hebei China Fortune, según La Vanguardia de España.

Con estas cifras no es de extrañar que varios de los jugadores que están militando en la Superliga China se hayan metido de lleno en dicho ranking.

La lista está liderada por Cristiano Ronaldo y Leo Messi con sueldos de 36 y 32 millones de euros, respectivamente. Tras ellos se cuelan dos de los fichajes galácticos chinos: el brasileño Hulk y el italiano Pelle.

Ambos delanteros llegaron este año al Shanghai SIPG y Shandong Luneng, respectivamente, y ambos reciben un sueldo anual de 16 millones de euros, superando el de Thomas Müller (15 millones de euros). En el resto del listado aparecen dos jugadores más de la Liga de China, el brasileño Ramires (13 millones de euros) y el colombiano Jackson Martínez (12,5 millones), y es completado por el también brasileño Thiago Silva (12 millones de euros) y el sueco Zlatan Ibrahimovic (15,6 millones de euros), que se metió en el listado tras su reciente fichaje por el Manchester United y que curiosamente es el único jugador de la Premier League.

Un presidente futbolero

Xi Jinping es el presidente de China y líder del Partido Comunista. También es un confeso fanático del fútbol desde chico, cuando jugaba en el equipo de su escuela. Incluso antes de tomar el poder, dejó en claro su pasión por este deporte.

En 2011, en un encuentro con líderes de Corea del Sur, el entonces vicepresidente chino resumió así sus ambiciones personales: que China clasifique a otro Mundial, que sea anfitrión del evento y, finalmente, algún día gane la anhelada copa.

Así, el mandatario aprobó un plan que implica el fomento y masificación del fútbol, con la construcción de 20.000 canchas gratuitas y la enseñanza de este deporte en los colegios, favoreciendo además el deporte a nivel profesional.

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