En Qatar aplicaron un "impuesto al pecado" y complican el Mundial

Qatar recibió el nuevo año 2019 implementando un impuesto del 100% sobre el alcohol, medida que ha duplicado los precios de un día al otro y que sembró preocupación entre la dirigencia de la FIFA y en los futuros asistentes del Mundial 2022 que está pautado que se realice en el país asiático.

La venta de bebidas alcohólicas es uno de los negocios más importantes para la Federación que conduce Gianni Infantino, fundamentalmente la cerveza, ya que el organismo mantiene un importante contrato con Anheuser-Busch, la compañía fabricante de Budweiser, sponsor oficial de la Copa del Mundo desde hace años.

Aunque en el Mundial de Rusia no hubo mayor inconveniente al respecto, durante Brasil 2014 se obligó a los legisladores de ese país a cambiar las reglas locales, que prohiben justamente el consumo de alcohol en las canchas. En ese momento, y en medio de una gran controversia, el Congreso brasileño accedió a levantar la prohibición durante el evento.

La suba de precios ha sido designada como un "impuesto al pecado" por algunos residentes del estado del Golfo.

La medida se dirige a productos ampliamente prohibidos por la ley islámica.

El polémico impuesto fue introducido por la Autoridad General de Aduanas de Qatar el 1 de enero y se aplica a los productos de tabaco, bebidas energizantes y carne de cerdo. Ahora, 400 gramos de panceta, alias "bacon", cuesta 15 dólares.

Mientras que un paquete de 12 cervezas costará 80 dólares, una botella de gin Bombay Sapphire de 100 cl llega a 340 riales Qatarís (unos 93 dólares), y una botella de vino sudafricano pasa a 86 riales (23 dólares).

También se aplicó un tributo del 50% a las bebidas azucaradas, es decir las gaseosas

Sólo los extranjeros pueden consumir bebidas alcohólicas en Qatar, y están disponibles en algunos bares y restaurantes de hoteles de alta gama, así como en una única tienda en las afueras de Doha.

Se estima que el 88% de la población de Qatar está compuesta por extranjeros. Tras los rumores a finales de 2018, muchos residentes compraron grandes cantidades de alcohol para poder esquivar el impuesto durante más tiempo.

La Autoridad General de Aduanas dijo en un comunicado que el impuesto se estaba "aplicando a bienes específicos que el Estado de Qatar considera perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente". Y dicen que los ingresos del impuesto se reinvertirán en servicios públicos como escuelas y hospitales, según Yahoo.

Los organizadores del torneo insisten en que el alcohol sólo estará disponible en los espacios designados durante el evento, pero aún se desconoce si el país desactivará el impuesto cuando llegue el Mundial.

Por primera vez en la historia de los mundiales, el torneo no se realizará en junio y julio. Esta vez ocurrirá en noviembre y diciembre del 2022, debido a que el verano local es insostenible para competir y jugar al fútbol por sus altas temperaturas.

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