Empresas tecnológicas argentinas invertirán entre u$s 9 y u$s 12 millones para la producción de dos millones de lámparas LED de bajo consumo, en Capital Federal y las provincias de Buenos Aires y San Luis.

Se trata de un fideicomiso denominado UFI Luz, una iniciativa de la Cámara Argentina de Máquinas de Oficinas Comerciales y Afines (Camoca) que se concretará en seis plantas, tres en Capital Federal, dos en la provincia de Buenos Aires y otra en San Luis.

Según informó la agencia Télam, las plantas son las de Novatech en Parque Patricios; de Baires Full en Belgrano y de Corporation Corp. en Nuñez. También la de PC Arts Argentina en Vicente López; Grupo Núcleo en Mar del Plata y Coradir en San Luis.

El objetivo es sustituir la importación de lámparas LED, un producto con importantes ventajas en materia de inteligencia de consumo. Según indicaron desde UFI Luz si se reemplazaran todas las lámparas existentes en el país por este nuevo tipo de tecnología de iluminación se lograría una disminución de la importación de energía de u$s 1.600 millones anuales.

Los empresarios presentaron a las cámaras de supermercadistas las primeras lámparas que, con la marca LED.AR, se ofrecerán en las góndolas.

El proceso prevé la importación de 200.000 lámparas para esta primera etapa, el ensamblaje de un millón de bulbos durante la primera parte del año 2014 y posteriormente la producción de otro millón de bulbos con componentes locales.

La propuesta se adecuará, en primer lugar, al nivel de aceptación de los consumidores, y en segundo término, al cumplimiento de los proveedores locales con la calidad del producto.

En cuanto a los precios finales al consumidor, indicaron que una lámpara de 7 watts se ofrecerá a $ 29 la unidad.

La producción local implica inmediatamente un impacto en el empleo ya que cada línea de producción demandará entre 18 y 20 personas, por turno.

Los beneficios de las lámparas LED respecto de las tradicionales fluorescentes incluyen el cuidado del medio ambiente, ya que las segundas contienen mercurio que en el proceso de iluminación desprende radiación ultravioleta.

Los tubos fluorescentes convencionales contienen entre 15 y 25 miligramos de esta sustancia, mientras que las lámparas de bajo consumo contienen una cantidad menor, entre 2 y 5 mg.

Además, las lámparas LED consumen 80% menos que su equivalente de tipo incandescente tradicional y 40% menos que las de bajo consumo y tiene una vida útil de 30.000 horas.