Distorsiones en Diputados: por qué algunos votos valen más que otros

La ley actual tiene dasfasajes y su aplicación está desactualizada. Esto hace que haya provincias que tengan menos diputados de los que les corresponden y otras sobrerrepresentadas. Cuáles ganan y cuáles pierden.

Hoy jurarán 130 diputados en el Congreso, pero no todos necesitaron una cantidad similar de votos para lograrlo. Es que existen distintas distorsiones a nivel normativo que atentan contra el espíritu de la Constitución.

En el Senado están representadas las provincias, y por eso todas tienen la misma cantidad de representantes: son tres senadores por distrito. Sin embargo, se supone que los diputados representan al pueblo de la Nación. Por eso es que la cantidad de diputados que debe elegir cada provincia es proporcional a su población.

De hecho, el artículo 45 de la Constitución Nacional consigna que “La Camara de Diputados se compondrá de representantes elegidos directamente por el pueblo de las provincias, de la ciudad de Buenos Aires, y de la Capital en caso de traslado, que se consideran a este fin como distritos electorales de un solo Estado y a simple pluralidad de sufragios .

A continuación, el mismo artículo especifica que la cantidad de diputados se establece en función a la población y que debe ajustarse tras cada censo.

Sin embargo, cuando se analiza lo que sucede en la realidad se producen una serie de distorsiones que generan que en algunos distritos se necesiten muchos más votos para lograr un espacio que en otros. O, visto desde otra óptica, hay provincias sobrerrepresentadas en relación a otras.

Por ejemplo: la fueguina Mabel Caparrós, de la alianza del gobernador electo, logró 17.992 votos y obtuvo su banca. A contramano, el FIT tuvo casi 350.000 sufragios en la provincia de Buenos Aires y Néstor Pitrola no pudo ingresar. ¿Cómo se llegó a esto?

El decreto ley 22.847/83, conocido como “ley Bignone , fijó las reglas de juego para el Congreso a partir de 1983, con la recuperación democrática. Es la fuente de varios de los desfasajes y nunca se modificó en democracia. Por un lado, actualiza la base de población, y en su artículo 3 dice que “el número de diputados nacionales a elegir será de uno por cada 161.000 habitantes o fracción no menor de 80.500 , lo que está vigente.

Pero además agrega que cada provincia tendrá un extra de tres diputados y un mínimo de cinco, sea cual sea su población. Es decir, se establece un piso mínimo: sea cual sea la cantidad de habitantes, cada provincia elegirá por lo menos cinco diputados. Y además sostiene que ningún distrito podrá tener menos diputados que los que tenía el 23 de marzo de 1976. Es decir, antes del golpe.

Las más beneficiadas por el piso de representación son las más chicas. Si tomamos los datos del censo 2010, doce provincias deberían elegir menos diputados. Tierra del Fuego, solo uno. Santa Cruz, Catamarca, La Rioja y La Pampa deberían tener dos. San Luis, Chubut, Formosa y Neuquén, tres. Y Río Negro, Jujuy y San Juan un total de cuatro.

Y la Ciudad de Buenos Aires es la más beneficiada por la otra norma, que indica que ningún distrito podrá tener menos de los que tenía. Como su población fue decreciente en las últimas décadas, se mantuvieron sus 25 diputados. Esto hace que hoy tenga menos población que Córdoba o Santa Fe, quienes tienen 18 y 19 diputados respectivamente.

Pero el otro inconveniente es que nunca se actualizó la cantidad de diputados en relación a la población, a pesar de que se tenía que hacer tras cada censo. Si se hubiera realizado la actualización, como indica la norma, hoy la Cámara de Diputados debería tener 324 miembros. De ellos, 100 serían bonaerenses, en vez de los 70 actuales. También habría seis cordobeses más, cuatro santafesinos y cuatro mendocinos extra. Esto se puede ver en el siguiente cuadro elaborado por Diego Reynoso, en su trabajo de investigación “El reparto de la representación. Antecedentes y distorsiones de la asignación de diputados a las provincias .

Fuente: Diego Reynoso, “El reparto de la representación. Antecedentes y distorsiones de la asignación de diputados a las provincias

Para el politólogo Matías Pellegrini, director de Análisis Político de Directorio Legislativo, “se trata de un problema más complejo que la mera aplicación de las normas . Según su visión, el tema “es el desarrollo inequitativo entre las provincias, en un país que desde su nacimiento mantiene un esquema de crecimiento en los centros urbanos que van hacia el puerto, sin un desarrollo sostenido en el resto del país .

A contramano, Diego Reynoso, politólogo, investigador del Conicet y de la UdeSA, no debería existir el piso de representación, porque para eso está el reparto equitativo del Senado. Según su visión, cree que “hay como un acuerdo tácito para no actualizar los números. Aumentar el tamaño de la Cámara tendría un costo enorme, pero hay fundamentos para hacerlo .

Especifica que Córdoba y Santa Fe son las más perjudicadas en términos de justicia distributiva, ya que “tienen más población que la capital y eligen menos diputados . En definitiva, considera que “no vale lo mismo el voto en todas las provincias .

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