El despegue de la economía, en riesgo por la caída de la inversión

La fuerte caída de importaciones de bienes de capital, tecnología e insumos para la producción en lo que va del año, compromete seriamente la competitividad futura de la economía argentina

Hay estadísticas que dicen más que cualquier declaración pública, en especial, aquellas que permiten predecir ciertos comportamientos de la economía a corto y mediano plazo. Es lo que ocurre con las importaciones desde mediados de 2018.

Según el Indec, las importaciones cayeron 26,8% en los primeros siete meses del año, pero el dato clave es que muchas importaciones son bienes de capital, máquinas, equipos e insumos para la producción.

Un informe de la consultora DNI, destaca que las importaciones caen fuertemente en el año por "la persistente recesión, el ajuste cambiario y la inestabilidad macroeconómica, que difiere y posterga proyectos productivos".

Tomando datos de importación del período enero-julio, el informe señala que los bienes de capital y las piezas y partes totalizan el 37% del total importado, mientras que los bienes intermedios (insumos) representan el 34%, que en conjunto llegan al 71% del total.

"La inversión es un dato en el presente pero el impacto económico es hacia adelante", señaló Marcelo Elizondo, director General de DNI, y agregó que Argentina "tiene un nivel de desarrollo tecnológico anticuado". La importación de máquinas y equipos sumó en el primer semestre u$s 7147 millones, bastante menos que los u$s 9528 millones de 2018 pero, además, es el peor dato desde 2010 para el semestre.

Afirma que el sector aceitero-sojero está a la vanguardia a nivel mundial, y hay elevados niveles de innovación en servicios basados en conocimiento y la industria automotriz. En contraste, algunas ramas de la industria textil, calzados y otros "tienen evolución tecnológica retrasada".

Elizondo explicó que "el mundo vive una revolución tecnológica, en dos años cambia la tecnología de producción, y Argentina, con una tasa de inversión que apenas cubre la necesidad de amortización, marca un retraso en la capacidad tecnológica y la competitividad exigida a nivel global".

Mientras en el país la inversión equivale al 17,5% del PBI, en América Latina, la zona Euro o los países de la OCDE ronda el 21/22%, y Asia Oriental lidera la formación de capital con el 32%.

"Para 2019 se espera una nueva caída en la producción de bienes de capital, que alcanzaría al 15,2%", señala un informe de Carmahe, la cámara sectorial. Hoy es una industria virtualmente paralizada, salvo para el sector automotor y petróleo. Así, "sin repunte a la vista, la promesa de recuperación del sector queda pendiente para 2020", proyecta  el informe.

"Se cortaron todas las líneas de financiación del exterior, desde afuera hay pedido de explicaciones sobre qué pasa en el país y si van a poder afrontarse las deudas contraídas", señaló Jorge Göttert, titular de Carmahe, desde Alemania donde asiste a una feria sectorial.

El problema no radica en la capacidad de pago de las empresas, sino en la solvencia del país, indican. "Ya no teníamos crédito acá y ahora tampoco afuera", cuestionó el empresario.

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