El campo siente el impacto: sin negocios y con mucha incertidumbre

El salto de dólar tras las PASO dejó sin precio a gran parte de las cadenas productivas argentinas. Entre ellas, a las del sector agropecuario, que desde este lunes prácticamente se encontraban paralizadas, a la espera de que se estabilice la variable cambiaria.

En los mercados de granos prácticamente no hubo operaciones tanto en el arranque de la semana como ayer. "En momentos de incertidumbre, el productor prefiere esperar a ver cuál es el valor de su soja, su trigo o su maíz", comentó un analista.

Tanto es así que los agroexportadores insistieron con la importancia de que se logre cuanto antes la estabilidad en el tipo de cambio. Desde el sector, reforzaron que el salto del dólar frenó las ventas de grano por parte de los productores y manifestó que si los sobresaltos se mantienen, las cerealeras no podrán comprar ni exportar, y como consecuencia de esa parálisis habrá una merma en el ingreso de dólares, lo que complicará aun más el panorama.

La situación de esperar a ver qué sucede se replica en otras actividades de la agroindustria. Por caso los molinos de harina de trigo. Diego Cifarelli, presidente de la Federación de la Industria Molinera (Faim), remarcó a El Cronista que las firmas del sector están abasteciendo de manera normal a sus clientes, atendiendo pedidos de la semana previa con precios anteriores ($ 900 la bolsa), mientras se toman nuevos encargos pero con precio a fijar "una vez que se recupere la calma".

"La actividad harinera tiene 80% de sus costos dolarizados, con lo que el traslado (de la devaluación) será prácticamente lineal, pero una vez que se estabilice", dijo Cifarelli. Calculó que la remarcación rondará entre 15% y 20%, y reforzó que esa suba debería incidir en no más de 3% en el valor del pan al consumidor.

Y puntualizó que "lo importante es que se estabilice, sea en $ 50, en $ 55 o en $ 60, que llegue y se quede ahí de otra forma no se puede ni arrancar".

Otra actividad que vuelve a tener los problemas que había enfrentado desde agosto de 2018 es la lechería. Tras haber comenzado a recuperar rentabilidad en marzo último luego de 13 meses consecutivos de números en rojo y ceirre de establecimientos, y con un precio por litro en torno a $ 16, la suba del dólar volverá a impactar en los costos de alimentación de las vacas, sobre todo el alimento balanceado, un insumo clave en la actividad que también sigue al dólar.

Similar situación atraviesan los productores de ganado para carne, con valores del kilo vivo con leves subas en pesos. Todo en medio del financiamiento cortado ya hace meses por las altas tasas de interés. "Si no fuera por los arreglos a los que uno llega con los proveedores, ya hace rato habría que haber cerrado", explicaba una productora bonaerense.

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