Paso a paso: qué debe hacer Macri para avanzar en un TLC con Estados Unidos

El canciller Jorge Faurie, primero, y el presidente Mauricio Macri, después, develaron que el Gobierno tiene la intención de negociar un tratado de libre comercio (TLC) con los Estados Unidos  para aumentar el intercambio y las inversiones con el mercado del norte. Sin embargo, El Cronista pudo saber que no hay mecanismos institucionales en marcha y que la idea vislumbrada apenas está en fase embrionaria.

Apenas concluidas las negociaciones que llevaron a un acuerdo de asociación estratégica entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), y mientras se acumulan críticas por la falta de la letra chica, Macri deslizó ante empresarios pyme: "Estamos hablando con Brasil para un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos".

Las palabras del Presidente y el canciller vienen a marcar un "hecho político" antes que revelar negociaciones formales, para las que se necesita, de momento, el visto bueno de los otros socios del Mercosur, Paraguay y Uruguay, siempre que se trata de otorgar preferencias arancelarias (rebajas de impuestos) a exportaciones e importaciones.

El secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Horacio Reyser, quien también tuvo a cargo el cierre de la negociación con Europa, dijo a este diario que "la prioridad está ahora en completar el proceso con la UE y avanzar en los parlamentos", además de concluir otras negociaciones en curso, a la vez que sopesó que "lo de Estados Unidos es un diálogo como tiene cualquier país o bloque que se integra al mundo y busca más mercados".

Con ese tenor, el tema podría de todos modos ser abordado en la próxima Cumbre de jefes de Estado del Mercosur, que tendrá lugar en la ciudad de Santa Fe del 15 al 17 de julio. Allí, Macri traspasará la presidencia rotativa de la unión aduanera al brasileño Jaír Bolsonaro, con quien viene pergeñando este acercamiento al gobierno de Donald Trump. El tema salió a conversación en la reciente reunión que ambos mantuvieron al margen del G20, en Osaka.

Bolsonaro y Macri ven con buenos ojos un TLC con Estados Unidos.

Por una disposición interna adoptada en 2000, ningún país del Mercosur puede negociar un TLC sin el visto bueno del resto. Esto frustró los constantes intentos del Uruguay por arribar a un acuerdo con China, y echó por tierra las primigenias intenciones de Bolsonaro de romper el bloque y negociar directamente con los Estados Unidos.

Sin embargo, y con vistas a acelerar el proceso de integración, el bloque sudamericano mantiene en el momento un esquema interno por el que cada país coordina una negociación: Brasil lo hace con Canadá, Uruguay con Corea del Sur, y la Argentina con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés). Todos, de igual modo, están sentados a la mesa.

Este esquema podría flexibilizarse si la próxima cumbre del Mercosur resuelve pasar a un esquema que priorice una negociación a cargo de uno o dos miembros y, una vez avanzado, el resto se pliegue con su oferta a cuestas. Este esquema intermedio entre el mecanismo actual y la negociación independiente fue requerida por varias cámaras y se discutió con Brasil en varias ocasiones. De avanzar, permitiría avanzar con la idea que Macri vislumbró este jueves.

Independientemente de esto, y con el envión que otorgó el cierre de la negociación con la UE, el Gobierno tiene la expectativa de concluir los acuerdos en discusión con Canadá y el EFTA en los próximos 12 meses, y luego Corea.