Macri y Bolsonaro apuran el acuerdo con UE y aceitan ingreso a la OCDE

Los presidentes quieren cerrar el tratado birregional de comercio e inversiones a fin de mes, y avanzar con rebaja de aranceles en el Mercosur. Los empresarios pidieron al brasileño bajar "impuestos distorsivos"

En su primera visita de Estado a la Argentina, Jaír Bolsonaro confirmó la buena sintonía que empezó a construir en Brasilia con su homólogo, Mauricio Macri, cinco meses atrás. Esta vez, en Buenos Aires, ambos mandatarios avanzaron en una agenda que puede resumirse en más integración y apertura económica para posicionar la histórica asociación entre países de cara al mundo.

Recibido en Casa Rosada bajo un estricto protocolo y una reforzada seguridad, Bolsonaro ratificó junto a Macri la voluntad política "fortalecer y modernizar el Mercosur" con más intercambio comercial e inserción internacional a través de una "modernización de la estructura arancelaria" y la "conclusión de los acuerdos comerciales en curso".

El Gobierno argentino lanzó al comienzo de año la propuesta de abrir las importaciones del bloque mediante una rebaja del Arancel Externo Común (AEC), que fija las alícuotas en concepto de derechos de importación, comenzando por "bienes difundidos" para la industria. Ese proceso se acentuará a partir del 17 de julio, cuando Bolsonaro se haga con la presidencia temporaria del bloque.

En el plano externo, los presidentes reconfirmaron la voluntad de cerrar cuanto antes el acuerdo de asociación estratégica con la Unión Europea (UE), la negociación comercial más ambiciosa en la que se hayan embarcado a fin de construir un mercado de intercambios regulados con 700 millones de consumidores.

En el almuerzo ofrecido al visitante, Macri vaticinó que "en breve se van a dar hechos históricos como posiblemente sea la firma del acuerdo Mercosur-Unión Europea". Poco después, el canciller brasileño, Ernesto Araújo, confirmó a El Cronista y otros medios que todo está dado para poner broche a las negociaciones, lanzadas hace 20 años, en los últimos días de junio, durante una reunión de ministros sudamericanos y comisarios europeos, en Bruselas.

En otro plano de relevancia, los líderes reiteraron su intención de iniciar juntos el proceso de acceso a la OCDE y reclamaron a los miembros del exclusivo club de "países desarrollados" abrirles paso y encontrar los "entendimientos políticos necesarios" que no fueron posibles en el pasado, por el bloqueo que Estados Unidos imponía a Brasil cuando Michel Temer era presidente.

Por la tarde, Bolsonaro estuvo con 60 empresarios influyentes, entre ellos el titular de la UIA, Miguel Acevedo; el CEO de Mercado Libre, Marcos Galperin, el fundador de la Corporación América, Eduardo Eurnekian; Cristiano Rattazzi, de Fiat, y hombres fuertes de la Sociedad Rural, CAME y el sector bancario. El sector privado se quejó por los "impuestos distorsivos" tanto aquí como allá.

El brasileño habló ante ellos de bajar impuestos, abrir las economías y aprovechar los recursos naturales para producir energía barata y ganar competitividad frente al mundo. Su jornada culminó entre aplausos del ala empresaria, paso previo a dar una videoconferencia por Facebook en la que poco dijo de su paso por la Argentina.

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