Recalculando: la crisis desactivó el plan de Macri de duplicar gobernadores

El Gobierno pasó de su intento por lograr gobernar 10 provincias a conservar las que pueda de acá a fin de año. Los resultados de los comicios provinciales vienen siendo muy desalentadores.

Veintidós de octubre de 2017. Habían pasado un par de horas de las elecciones legislativas. Todavía circulaban funcionarios en el Centro Costa Salguero, exultantes por el abrumador triunfo de Cambiemos a nivel nacional, con el 41% de los votos. Y alguien soltó una frase que, proyectada un año y medio después, toma un significado especial. 

"En 2019 vamos a duplicar las provincias que gobernamos", fue el comentario que surgió en esa noche en la que Mauricio Macri habló de gobernar por 20 años.Y tenía sustento en el hecho de que, además de los cinco distritos que aún gobierna Cambiemos, el espacio se había impuesto en otros ocho y había sido competitivo en la totalidad del país. "Pintaron de amarillo el mapa", había reconocido entonces el gobernador peronista de Salta, Juan Manuel Urtubey.

La proyección se mantuvo inalterable hasta mediados del año pasado, cuando la crisis obligó a establecer prioridades. Pero incluso a principios de este año se mantenía el deseo de poder extender el dominio territorial a ocho distritos, al menos. 

Los resultados desalentadores de los primeros comicios del año motivan un nuevo replanteo para la estrategia oficial. Mantenerse es el único plan, y no es poco en un contexto de crisis. Desde lo discursivo se valora que en Neuquén y Río Negro hubo contundentes triunfos de los oficialismos provinciales, de buena sintonía con Casa Rosada. Sin embargo, las performances de Cambiemos, voto útil antikirchnerista o no mediante, fueron por debajo de las previsiones

En Neuquén, con el radical Pechi Quiroga como candidato, las expectativas hasta finales del año pasado eran competir mano a mano con el favorito Omar Gutiérrez, teniendo en cuenta sobre todo que Quiroga había sido el candidato más votado en las legislativas 2017. En marzo, cuando fue la elección, esas expectativas se derrumbaron: Quiroga sacó poco más de 15% y terminó muy lejos de Gutiérrez y del kirchnerista Ramón Rioseco.

En Río Negro el escenario fue similar, o incluso peor. Lorena Matzen, la candidata de Cambiemos, tuvo una performance por debajo del 6% y quedó lejísimos del kirchnerista Martín Soria y, más aún, de la oficialista y electa gobernadora Arabela Carreras.   

En Chubut, en la PASO del domingo, el candidato de Cambiemos, Gustavo Menna, terminó apenas encima del 15%, por debajo del gobernador Mariano Arcioni, pero también del terceto de precandidatos de la alianza peronista, que en su conjunto superó los 30 puntos. 

Previamente, también, el Gobierno sufrió un revés en la PASO de La Pampa, cuando el macrista Carlos Mac Allister perdió por amplio margen con el radical Daniel Kroneberger. Mac Allister, claramente, era el hombre elegido por el Presidente. 

De cara a lo que viene, se esperan con expectativas, especialmente, las elecciones de Córdoba y Santa Fe. En ambos casos, Cambiemos corre de atrás, pero en el Gobierno esperan poder cerrar una performance sólida que, principalmente, lo potencie a Mauricio Macri de cara a las presidenciales. La intención de seguir sumando provincias, así, quedó al margen. Al menos por ahora, la búsqueda apunta a conservar las que ya logró.  

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