LIBRO DE AUTOR - Hugo Alconada Mon

"Tenemos un Consejo de la Magistratura patético"

El periodista Hugo Alconada Mon acaba de publicar La raíz de todos los males, en el que narra cómo el poder montó un sistema para la corrupción y la impunidad en el país. En una entrevista con 3Días, habló sobre el rol de los gremios y el periodismo, además de plantear que CFK no podía desconocer la estructura que salió a la luz con la causa de los cuadernos.

El reconocido periodista Hugo Alconada Mon acaba de publicar su último libro, La raíz de todos los males, en el que describe con datos, cifras y escenas que rozan el absurdo, cómo el poder montó un sistema para la corrupción y la impunidad. Y se encarga de aclarar que es “el poder en el “sentido amplio : no solo incluye a políticos, sino también, a jueces, fiscales, periodistas, policías, la SIDE, operadores, lobistas, empresarios y sindicalistas. “Es decir, hay todo un sector, combinado, que ha desarrollado una estructura que los enriquece y los mantiene impune , resume el prosecretario del diario La Nación.

En un país que ya lleva más de 30 años de democracia, ¿cuál es el pecado original? El financiamiento electoral. Es que, para llegar al sillón de Rivadavia, se necesita, al menos, u$s 100 millones. Ese el punto de partida de un libro que repasa no solo los casos más resonantes, como el de los cuadernos de la corrupción, sino también muchos que pasaron desapercibidos, pero que también ponen en evidencia la construcción de este sistema.

En un mano a mano con 3Días, Alconada Mon habló sobre su libro, la situación de CFK, el rol de los sindicalistas y periodistas, entre otros temas.

¿Todos los que integran este sistema, lo hacen de forma voluntaria?

-Por supuesto que hay víctimas en todos los contextos, hay personas dignas en todos los contextos, y hay que evitar las generalizaciones, no es que todos los jueces son corruptos, pero, quienes son partícipes en esto lo son, y lo son con gusto, por supuesto que después tenemos, como suele ocurrir, por ejemplo, empresarios a los cuales los apretaron, los extorsionaron. Ocurre, por ejemplo, cuando vos tenés que ganaste un contrato, con un gobierno, en determinadas condiciones, y el siguiente gobierno te empieza a exigir coimas, que antes no, te pisa los pagos, te ahoga financieramente, y te lleva al borde de la quiebra: o pagás o perdés. Esos casos existen. Dicho eso, también hay mucho empresario que dice ahora que los aprietan, y después ves que vuelven a repetir contratos. Entonces, o no te apretaron antes o te gusta que te aprieten o te estás enriqueciendo mientras que te aprietan. Con lo cual, estás dispuesto a volver a poner la cabeza para que te vuelvan a apretar.

¿Por qué se quiere formar parte de esa casta? ¿Es solo por dinero?

-Hay tantos motivos y razones como personas. Hay algunos que participan del sistema por dinero, les encanta después tomarse el champagne francés e irse a Europa y pasarla genial y, mientras tanto, se sacan fotos en Instagram tomando champagne. Entonces, tenés algunos que van por el

dinero y otros, por el poder. Creo que Néstor Kirchner usaba el dinero como sinónimo de poder. Él le preguntaba a los empresarios poderosos, de la primera división: ¿Cuánto dinero tenés? Y les preguntaba no por una cuestión de curiosidad. Ponele que vos dijeras 1000 millones, bueno, entonces, yo tengo que tener acumulados 1000 millones, para tener más o menos las mismas espaldas que vos. Y dos, porque tenía claro la idea de poder permanente. ¿Qué significa esto? Los políticos tienen alta intensidad, pero, bajo tiempo; los empresarios son permanentes, baja intensidad, pero están siempre. Mi libro anterior se llamaba La Piñata, porque se apoyaba en Nicaragua, en el ejemplo, porque lo que hizo Daniel Ortega fue decir: “¿Cuánto dinero necesitamos para sobrevivir mientras que estemos en la oposición? Listo, bueno, y ahí avanzaron. Entonces, vuelvo al punto de inicio. Y la respuesta corta es: depende de cada una de las personas. Algunas quieren el dinero por el dinero mismo, otros el dinero porque les representa poder.

¿Cómo se desmonta este sistema cuando la Justicia es parte?

-Es que no hay que mirar a la Justicia, hay que mirar al Consejo de la Magistratura. Solo es posible Oyarbide porque tenemos un Consejo de la Magistratura patético. ¿Cómo es posible que tuviéramos un Oyarbide durante 20 años como juez federal? ¿Por Oyarbide mismo o por lo que generaba para otros?

En La raíz de todos los males también hablás de la sociedad. Decís que no estamos ejerciendo la suficiente presión... ¿Qué debería pasar o qué pasó en Brasil y en Italia, con el Lava Jato y el Mani Pulite, que acá no está pasando?

-Una movilización y una verdadera presión social, una presión ciudadana. ¿Qué significa? Que los argentinos se pongan los pantalones y actúen como ciudadanos, no como habitantes. Y que este país deje de ser un país inmaduro, un país adolescente y pase a asumir las consecuencias de sus propios actos. ¿Qué significa eso? Que solamente cuando los argentinos estemos dispuestos a asumir las consecuencias de nuestros actos y a exigir, vamos a tener esto.

En la Argentina, a veces parece naife hablar de corrupción, ¿por qué debería importarnos y por qué no les exigimos a los gobiernos que nos den explicaciones?

-Primero, la respuesta corta es: porque la corrupción mata. Y la respuesta larga es porque, además, te tergiversa las prioridades: si tenés un funcionario que, por ejemplo, tiene que tomar una decisión y, en vez de estar pensando en, por ejemplo, qué maquinarias tengo que comprar para instalar los hospitales, está pensando: “¿De qué empresario puedo sacar más dinero para mi bolsillo o para recaudar para la campaña? , al final, las prioridades cambian. Porque no va a elegir al empresario más barato y a los mejores productos, sino que va a buscar al empresario más pirata o a los productos que pueda hacerle más sobreprecio. En definitiva, en vez de estar comprando ocho tomógrafos, terminaste comprando cuatro fotocopiadoras. O sea, ¿necesitabas las fotocopiadoras? Sí. Pero, eran más importantes los tomógrafos. Al final, alteraste las prioridades, alteraste las decisiones, modificaste las historias y terminamos con cosas como la Tragedia de Once, que terminamos en un funeral para 51 o 52 personas, porque no se hicieron los controles, no se hicieron las reparaciones, no se hizo lo que había que hacer, ¿por qué? Porque los empresarios estaban arreglados con los muchachos, nadie jodía.

En el libro decís que una campaña para ser presidente cuesta, al menos, u$s 100 millones, ¿en qué se gasta ese dinero?

-Los dos mayores rubros en los gastos de cualquier campaña son, por un lado, la impresión de boletas electorales. A nivel mundial, se calcula, más o menos, 4,3 boletas por votante; en la Argentina, 5. Si todos sabemos que en todos los ciclos electorales estamos con la misma historia del robo de boletas, ¿por qué no se cambia? Porque eso altera los equilibrios de poder actual. Los dos partidos que tienen muchos fiscales, mucho despliegue territorial, que son el peronismo y el radicalismo, saldrían perjudicados con respecto a aquellos que no tienen eso como poder de negociación, por ejemplo, a la hora de tejer una alianza. El radicalismo hoy te dice: “Yo tengo territorio . El segundo gran rubro es la compra de periodistas o medios de comunicación.

¿Qué “servicios ofrece un periodista?

-Tenés periodistas que, por ejemplo, puede callar, desviar la atención. Entonces, cuando todo el mundo hablaba de Yabrán, vos hablás del tiempo; cuando explota algo incómodo del poder de turno y vos hablás de la Selección Argentina. Entonces, hay quienes cobran por el silencio, quienes cobran por desviar la atención, quienes cobran por entrevistas benévolas, quienes cobran por despedazar al rival de turno. Tenés todas las variantes.

Hablando de Yabrán, arrancás el libro con su definición de poder: “El poder es impunidad . ¿Se te ocurre alguna escena que refleje esa definición?

-Sí. Lo que ocurre con cada uno de los gobiernos, mientras tiene poder, en Comodoro Py, cuando nadie los investiga, mientras que tienen poder. Y, por el contrario, mientras dejan el poder, cómo se tiran todos arriba como hienas: tanto los jueces como los fiscales y los periodistas. ¿No te llama la atención sobre el kirchnerismo, que mientras tenían poder, la inmensa mayoría miraba para el otro lado, no lo llamaban a declarar nada? Cuando dejaron de ser poder, múltiples periodistas, que hasta ese momento hablaban del tiempo o de la Selección, empezaron a hablar sobre eso. ¿O con Julio Humberto Grondona? Cuando se murió, solo cuando se murió, empezaron a fajarlo y se habló del FIFAGate. Esto es lo mismo: mientras que jueces, fiscales y periodistas, no todos, pero muchos, mientras tenés poder, se hincan ante vos, y cuando dejás de tener poder, te patea.

¿Faltan leyes para combatir la corrupción?

-Sí. Una verdadera figura del arrepentido. Porque la que tenemos es un híbrido, que no tiene toda la potencia que podría. En Brasil y Estados Unidos, negociás con el fiscal, y lo que le digas, no lo puede usar en tu contra. Ahora, si acuerdan, se vuelca por escrito y van a ver al juez. Entonces, arrancás sabiendo qué podés vomitar y qué te puede ocurrir: los beneficios, los perjuicios, y demás. En la Argentina, la condena la definen dentro de tres, cinco u ocho años, y un tribunal que ni conozco. Ergo, me puede tocar un tribunal oral ultraduro o garantista, se puede caer. Dos, figura de la extinción del dominio. Tres, leyes para potenciar al Ministerio Público Fiscal, darle capacidad de instrucción. Cuatro, creación de una policía judicial. Cinco, manejo real del presupuesto, por el Consejo de la Magistratura, de todo el dinero del Poder Judicial, sin depender del Gabinete. Hay múltiples leyes, como ocurrió en Brasil, que hicieron una serie de paquetes.

Sobre la causa de los cuadernos, ¿qué les dirías a los que dicen que "es un invento de Macri para tapar la crisis económica"?

-Que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y eso corresponde para todos. Porque lo mismo me pasa cuando publico algo incómodo para el Gobierno actual, y los adherentes a Cambiemos me salen a negarlo o a criticarme. En el caso de los cuadernos: "¿Qué discutís si los cuadernos están y dónde están?". Hoy por hoy, es irrelevante. Es lo mismo que discutir dónde está la foto de Boudou con Vanderbroele, cuando a Boudou ya lo condenaron. Cuando tenés que el que los escribió confirma, los que aparecen en los cuadernos pagando, confirman, y los que aparecen en el video, recibiendo, confirman. Ya está: tenés a Centeno, a los empresarios y a Juan Manuel Abal Medina diciendo: "Sí, yo recibí estos bolsos". Entonces, ya está. Es como decía Zaffaroni: Los cuadernos no son evidencia en sí, pero sirven como un indicio. Es lo mismo que cuando un fiscal recibe un anónimo.

¿Es posible que Cristina no haya sabido de toda la estructura que había debajo de ella?

-Como mínimo, Cristina es Messi. Ella afirma que no sabe. Como mínimo, si eso es verdad, es lo que le pasó a Messi en España, cuando lo condenaron por ignorancia deliberada. Cuando el tribunal oral lo juzga a Messi por evasión tributaria, él dice: “Yo me dedico a jugar al fútbol, lo delegué en mi papá . La respuesta del tribunal oral fue: “Usted ya es un tipo grandote, mayor de edad, casado, dos pibes, campeón del mundo. Es su responsabilidad velar por sus impuestos. Si usted no supo qué pasó con sus impuestos, es su propia responsabilidad . Entonces, si tenés a una presidenta que decía que no volaba una mosca sin su autorización, dice ahora que no sabe qué está pasando, y no pregunta de dónde sale el dinero para financiar sus campañas electorales, mínimo, es porque no quiso saber. Y, si no quiso saber, es porque sabía o intuía que había algo que no le convenía saber.

Y viendo cómo se montó todo ese sistema, ¿es creíble que no haya estado al tanto?

-Es seguro que ella no quería saber. Uno, creo que ella no quería saber. Dos, creo que ella, igual así, supo... mucho. Tercero, hay aspectos que ella nunca quiso preguntar, para no terminar de embarrarse. Cuatro, que ella dejó en manos, primero de Néstor, y después de otros, toda la zona oscura. Y, aun así, es ignorancia deliberada, encubrimiento, partícipe necesario. Me consta que incluso a algunos amigos de Néstor, cuando vivía, les prohibió que entraran en su casa. Pero eso es ignorancia deliberada. Ella les prohibió el ingreso a Rudy Ulloa, a Lázaro Báez, Raúl Copetti, Claudio Uberti, Ricardo Jaime, distintos funcionarios, o exfuncionarios, o aportantes de campaña. El día que Néstor murió, muchos de esos tipos, pulgar abajo, mientras que crecieron otros: los de la Cámpora, y demás. Pero, ¿no sabés quién era Jaime?

¿Cambió el sistema con su muerte?

-Se modificó parte de la operatoria. Algunos recaudadores cambiaron, otros cayeron en desgracia. Dinero negro siguió habiendo, recaudación para la campaña, siguió habiendo. De hecho, algunos de los tipos que están ahora como empresarios arrepentidos en la causa de los cuadernos, dicen: “Yo aporté para la campaña 2013 . En 2013, ya estaba muerto Néstor. Lo mismo que dicen los arrepentidos de Odebrecht que declararon en Brasil: mientras que estaba Néstor, tuvimos que arreglar con Wagner, Sánchez Caballero, de Iecsa, y demás, que nos dijeron a quién teníamos que pagarle, cuánto, cómo, dónde... todo. Muerto Néstor, siguió la metodología pero, en vez de estos tipos, apareció el “Corcho Rodríguez, que nos decía que teníamos que arreglar con Baratta. Cambiaron los jugadores, siguió la metodología.

¿Es cierto que el macrismo deja actuar a la Justicia, como suele decir sobre sí mismo?

-No. Porque vos tenés casos como, por ejemplo, el del correo, en los cuales metieron los dedos hasta el final. De hecho, algunos operadores siguen siendo los mismos. Ejemplo, tenés operadores como el señor Javier Fernández, que operó durante el menemismo, y él dice que es el que se encargó de protegerlo a Oyarbide durante el menemismo, juez de la servilleta, y le evitó el juicio político; que es el mismo que se encargó de solucionar la causa del enriquecimiento ilícito de los kirchner, que es el mismo que se encargó de encapsular el escándalo por el Corre o Argentino, tanto en la Justicia como en la AGN, que es el mismo que se encargó de terminar de tejer el fallo judicial que generó la caída de Alejandra Gils Carbó como procuradora general. Mismo operador: menemismo, kirchnerismo, Cambiemos.

Hacer tu trabajo, ¿fue lo mismo durante los diferentes gobiernos?

-Tienen sus diferencias. En todos los gobiernos tengo gente que me quiere bien, gente que le encantaría que me echen. En todos los gobiernos tenés gente que dice estupideces, que yo trabajo para tal o cual. Son distintos los estilos, tanto para la corrupción como para la relación con la prensa. Los otros eran más brutos, estos son más sofisticados.

En La raíz decís que el Pata Medina es la regla y no la excepción entre los sindicalistas, ¿por qué?

-Sin generalizar, lo que te muestra el Pata es que hay muchos gremialistas para los cuales la mejor huelga es la que no se hace, porque te permite negociar. n 3D

¿Por qué hay que leer tu libro?

-No hay que leerlo. No es obligatorio. Es una invitación, una ventana, una puerta para aquel que quiera vislumbrar, ni siquiera conocer a fondo, cómo son los sótanos del poder. Cómo son las cloacas del poder. Lo que vemos nosotros es lo que está en la superficie. Bueno, esto te muestra lo que está por debajo. ¿Querés verlo? Vení. Yo no soy Virgilio, no te voy a llevar por los siete círculos del infierno, como Virgilio con el Dante Alighieri, yo lo único que te puedo ofrecer es: vení a conocer la cloaca. No es muy agradable.

Faros y más…

“Los mejores corruptos son los profesionales , dice Alconada Mon. O sea, alguien educado, sobrio, medido, moderado, cauto, sin adicciones, fiel a su pareja. Ideal para pasar desapercibido. Aunque, el periodista menciona otro tipo de perfil, también útil, aunque en pocas dosis: el “faro en las tinieblas . ¿Quiénes son? “Supongamos que sos una empresaria rumana, que querés vender un producto, pero sabés que la Anmat no te lo va a aprobar. Agarrás las revistas, y te aparece un funcionario, con mil corbatas atrás, una Ferrari. Vos decís: ‘‘Si hay alguno que puede ser pirata, es este. El que me puede guiar para no estrellarme contra un funcionario honesto, que se indigne, me haga una denuncia penal’ , responde.

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