Chris Cox tiene sangre azul

Pasó la peor tormenta que tuvo Facebook en sus quince años de historia y el horizonte empieza a verse un poco más nítido. Después de las históricas explicaciones que tuvo que dar Mark Zuckerberg en el Congreso y de las novedades presentadas en el F8 la semana pasada, ahora arranca una nueva etapa para la red social.

Prometen una mayor apertura y transparencia y al mismo tiempo, más seguridad y privacidad en los datos de los usuarios.

Para eso, Zuckerberg decidió meter el cuchillo a fondo y hacer la mayor reestructuración interna desde que arrancó la red social en 2004. Y los movimientos de ejecutivos dejaron a Chris Cox como el hombre más fuerte después del CEO. Cox fue promovido a Chief Product Officer y tendrá a cargo Facebook, Instagram, Whatsapp y Messenger, es decir, las cuatro aplicaciones más importantes que tiene la red social. Entre todas, logran un impresionante alcance mensual de más de 5 mil millones de usuarios. Y recaudan una parte sustancial de los 40 mil millones de dólares de ingresos que tuvo Facebook el año pasado por avisos publicitarios.

Además Cox fue uno de los impulsores de Dating, la nueva aplicación de citas que llegará a fines de año, anunciada por Zuckerberg la semana pasada en el F8. Competirá con Tinder (propiedad de Match.com).

Cox es ingeniero, tiene 36 años y se destaca del resto de los ejecutivos por dos virtudes muy valoradas por Zuckerberg: bajo perfil y lealtad incondicional. Después de doce años en la empresa, es uno de los pocos hombres que goza de la total confianza del CEO. Tiene a Facebook en su ADN y por sus venas corre sangre azul. Además es su amigo personal y sus esposas también se llevan muy bien (ambos tienen sus casas muy cerca, en Palo Alto, y compartieron vacaciones el año pasado en Hawai).

Toca muy bien el piano. Tiene una fortuna calculada en unos 200 millones de dólares, inimaginada cuando en 2005 entró a Facebook como ingeniero de software. Tenía apenas 24 años y un flamante título de la Universidad de Stanford. Pasó por varias áreas diferentes, entre ellas, el diseño de productos claves para la red social, como el News Feed, y el departamento de Recursos Humanos (donde llegó a ser director). También estuvo involucrado en la supervisión de proyectos como Oculus (las gafas de VR) y Workplace (para empresas). Conoce la empresa como nadie: su cultura y a cada uno de las personas que deciden. Los que lo tratan lo señalan como una persona amable y tranquila. A pesar de tener un inmenso poder, corre con una ventaja respecto a Zuckerberg: no es famoso. Por eso puede caminar tranquilo en la calle y por el campus de la empresa.

En Whatsapp Cox tiene despejado el camino. La semana pasada se hizo pública la renuncia de Jan Koum, el fundador del mensajero que en 2014 se lo vendió a Facebook en 20 mil millones de dólares. El ucraniano Koum nunca estuvo cómodo en la empresa de Zuckerberg por diferencias en el manejo de los datos personales de los usuarios.

El año pasado ya se había ido el otro fundador, Brian Acton, quien además, en plena crisis por el robo de datos de Cambridge Analytica, invitó por Twitter a que se borraran de Facebook. Pero ahora ambos están afuera y Chris Daniels fue elegido el nuevo VP del mensajero. Daniels, en la empresa hace 7 años, tiene a su cargo el proyecto Internet.org para llevar internet a zonas rurales que no tienen conectividad. Casi cuatro años después de la compra, tiene ahora el camino despejado y el total apoyo de Cox-Zuckerberg para encontrarle un modelo de negocios a WhatsApp. ¿Llegará la publicidad al mensajero que usan más de 1300 millones de personas?

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