EL EX JUEZ BARBOSA RETIRÓ SU POSTULACIÓN PRESIDENCIAL

La elección brasileña pierde a uno de sus candidatos más populares

Estaba tercero en la intención de voto. Su retirada eleva las chances de una segunda vuelta entre Bolsonaro, de la extrema derecha, y el izquierdista Gomes

El hombre cuyos seguidores esperaban que fuera el primer presidente negro de Brasil, el ex juez del Tribunal Supremo Joaquim Barbosa, sorprendió al país ayer cuando anunció repentinamente que no será candidato en las elecciones presidenciales de octubre.

 

Barbosa, que carece de experiencia política y proviene de una familia humilde, era considerado un candidato fuerte teniendo en cuenta que los votantes actualmente rechazan a los partidos tradicionales de centro debido a los escándalos de corrupción, aseguran los analistas. Su paso al costado daría impulso a los rivales de derecha y de izquierda, como Jair Bolsonaro que pertenece a la extrema derecha.

"Está decidido. Después de muchas semanas y gran reflexión, finalmente llegué a una conclusión. No tengo intenciones de ser candidato a presidente de la república. Es una decisión estrictamente personal", tuiteó el ex juez.

La decisión será una decepción para los seguidores del Partido Socialista Brasileño de centroizquierda, el PSB, que hacía meses venían tratando de convencerlo. La agrupación creyó que su historia de vida como niño pobre de familia grande que se convirtió en presidente del máximo tribunal de Brasil seduciría a los brasileños de bajos ingresos.

Estamos otra vez en el punto de partida porque Barbosa le quitaba votos a todos los candidatos, de derecha y de izquierda, dijo Matias Spektor de la fundación Getulio Vargas.

Su ausencia también decepcionará a muchos votantes que querían un candidato fuerte de centro no vinculado a los partidos tradicionales.

Barbosa demostró ser muy severo en cuanto a la corrupción mientras se desempeñaba como presidente del Tribunal Supremo, una característica que exigen hoy los votantes brasileños.

La medida también demuestra lo difícil que es para quienes no provienen de la política ser candidatos sin el apoyo de la serie de partidos tradicionales que tiene Brasil.

Esos partidos dominan el congreso y Barbosa necesitaba contar con el apoyo de ellos durante la campaña y luego para aprobar legislaciones.

Si bien no había anunciado oficialmente su candidatura, Barbosa se unió al PSB el mes pasado con la idea de ser su candidato a presidente.

Después de que a comienzos de abril, en el marco de un caso de corrupción se dictaminara prisión para Luiz Inácio Lula da Silva, el ex presidente de izquierda que lideraba las encuestas, Barbosa surgió como el tercer candidato con más intención de voto en los sondeos para las elecciones de octubre. Iba empatado con su rival de la izquierda, el político veterano Ciro Gomes, según la encuestadora Datafolha.

"Para alguien que no frecuenta la arena política, no da entrevistas y lleva una vida tranquila, esto es muy bueno", habría dicho el juez retirado, según el diario O Globo, refiriéndose al resultado del sondeo. Matias Spektor, profesor de política de la Fundación Getulio Vargas, dio que la ausencia de Barbosa elevaría las chances de una segunda vuelta entre Bolsonaro, cuya plataforma se concentra en los valores de la familia y las medidas contra la delincuencia, y el izquierdista Gomes.

Las políticas nacionalistas para los sectores como petróleo y gas que propone Gomes, que fue ministro de Finanzas, legislador, alcalde y gobernador, probablemente asusten a los mercados, señalan los analistas.

En una entrevista la semana pasada, Carlos Siqueira, el presidente del PSB, dijo que Barbosa le agradaba a los votantes que querían terminar con el viejo sistema.

"El electorado pone sus esperanzas en alguien alejado de los políticos tradicionales. El votante dice: "No, no te queremos, queremos a alguien nuevo, alguien que represente ideas nuevas para el país", había explicado Siqueira.

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