DIFERENCIAS CON PATRICIA BULLRICH SOBRE LA BAJA EN LA EDAD DE IMPUTABILIDAD

Stanley gana peso en las decisiones y pone freno a la reforma penal juvenil

La titular de Desarrollo Social, que se perfila como posible candidata a Vice en 2019, tiene una postura más contemplativa. La ministra de Seguridad pide penas más duras

El fin de 2016 llegó con la inesperada salida del entonces ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay. Pero hubo un caso desgraciado que, por esas horas, recalentó la opinión pública y motivó la reacción del Gobierno. El crimen de Brian Aguinaco, un adolescente de 14 años, a manos de Brian González, de la misma edad, activó el debate sobre la baja de imputabilidad, y desde el Ejecutivo comenzaron a trabajar en un proyecto para reformar la ley penal juvenil, que el presidente Mauricio Macri tenía previsto presentar en la última apertura de sesiones legislativas, y que está frenado por estas horas. ¿La razón? Desacuerdo entre la postura dura del Ministerio de Seguridad y una visión más blanda del de Desarrollo Social. Prevalece, por ahora, la opinión de la ascendente Carolina Stanley, que se opone a una baja en la edad de la punibilidad de los 16 a los 14 años

 

En medio de la puja de ministerios, queda el de Justicia, que encabeza Germán Garavano, y que tiene una mirada moderada en relación a los cambios que pueden llegar. Desde su órbita salió el proyecto de reforma del penal juvenil, que forma parte del plan oficial Justicia 2020 y que aguarda por salir del cajón de Jefatura de Gabinete. Fija penas de entre ocho y diez años para delitos extremadamente graves, contra la vida, u otros como los secuestros extorsivos o ataques a la integridad sexual.

"Es un proyecto que hay que impulsar, pero que ha tenido vaivenes según el clima político del momento", reconocen fuentes ejecutivas sobre el texto, que se incluye con otras reformas que el Gobierno apura en materia judicial, como los cambios en el Código Procesal Penal, el nuevo Código Penal o modificaciones en el Consejo de la Magistratura, principalmente en la integración del cuerpo.

Desde Seguridad se consideró siempre el tema como de prioridad, aunque se buscó avanzar con penas más duras y la baja de la edad era la premisa central. En Desarrollo Social la mirada es contrapuesta. Creen que es fundamental ir en sintonía con la Convención de los Derechos del Niño para evitar conflictos en el plano internacional.

La influencia de Stanley en las decisiones de Gobierno es cada vez más fuerte, sostenida en parte por el muy buen nivel de imagen positiva que tiene y que la perfila como una candidata fija para 2019, probablemente, a la Vicepresidencia de la Nación. No es casual, por otro lado, que María Eugenia Vidal no haya incluido en el proyecto de reforma de la justicia bonaerense, un apartado para la ley penal juvenil. Esa línea de pensamiento es dominante hoy en Casa Rosada.

Otra voz que siempre tiene fuerza en Casa Rosada es la de Elisa Carrió, aunque muchas veces la frontalidad de la diputada nacional y socia del Gobierno en Cambiemos altere las reglas de buena convivencia entre los poderes. Un funcionario planteó por estos días la incomodidad que genera intentar avanzar con respresentantes del Poder Judicial a los que Carrió les pega con artillería pesada, como el titular de la Corte Ricardo Lorenzetti. Aseguran, en ese sentido, que ese tipo de cortocircuitos deteriora el buen diálogo institucional que desde el oficialismo intentan promover. En Balcarce 50, la orden que baja hacia muchos ministerios es: "Ustedes están trabajando bien, sigan así, pero no entren en discusiones con Lilita".

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