Larreta presentó nuevo código electoral porteño, ya objetado por la UCR

El Ejecutivo porteño remitió a la Legislatura un proyecto de ley para sancionar un código que regule las elecciones en el distrito, y que a poco de correr en los despachos de la oposición, ha merecido la crítica de la minoría radical, enfrentada con el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, pero decidida a buscar una interna para instalar a Martín Lousteau en 2019.

Desde Parque Patricios se giró a la casa de leyes un proyecto prácticamente igual al enviado en diciembre de 2016 para crear un Instituto de Gestión Electoral al cual traspasarle las funciones organizativas de los comicios, algo reclamado por la oposición para restarle injerencia a los oficialismos sobre las urnas.

El primero en alzar la voz fue el Legislador Juan Francisco Nosiglia (UCREvolución). El hijo del histórico dirigente radical Enrique Nosiglia criticó la norma porque "atrasa y vulnera derechos", ya que, en su visión, tiene un "carácter oportunista" al dejar en el Jefe de Gobierno la potestad de establecer la fecha de la elección, y su eventual unificación con la presidencial, hasta ahora prohibido.

"Es un retroceso para la autonomía porteña", dijo Nosiglia. El gobierno porteño respondió a través Hernán Charosky, subsecretario de Reforma Política: "Es una potestad de casi todos los gobernadores en la Argentina".

Otro punto de cruce con el radicalismo porteño díscolo, que se niega a integrar Cambiemos concediendo la proscripción de Lousteau, es el instrumento de voto: Nosiglia consideró necesario fijar la boleta única papel en vez de la boleta única electrónica, dada las denuncias sobre la "vulnerabilidad" del sistema. En concreto, el proyecto establece el voto electrónico, a menos que haya una "imposibilidad" justificada en aplicarlo.

Este código electoral introduce nuevas normas para el financiamiento de campañas: todas las agrupaciones tendrán un techo, que no podrán superar. Además del aporte público, se podrán fondear con aportes de empresas y personas, con una serie de controles para evitar orígenes ilícitos.

La cantidad de fondos privados a recibir por cada lista se determinará por la diferencia entre el techo de la elección y el monto de aporte público. A su vez, ninguna persona física o jurídica podrá aportar más del 5% del límite total, ni las empresas, en su conjunto, podrán pasarse del 50% permitido para contribuciones privadas. Los depósitos deberán hacerse por transferencia, cheque o cualquier medio que permita "la identificación clara del aportante y la trazabilidad del aporte". Dichos aportes no podrán superar nunca el 5% de las ganancias que dichas personas, jurídicas o físicas, hayan declarado en el ejercicio fiscal anterior.

Más allá de las deliberaciones legislativas, el nuevo código electoral se aplicaría parcialmente en 2019, y terminará de impactar recién en 2021. Fuentes oficiales reconocieron a El Cronista que la puesta en marcha del Instituto de Gestión Electoral se demorará hasta 2020, con lo cual será el Ejecutivo quien se constituya como juez y parte del comicio en que Rodríguez Larreta buscará la reelección.