HAY UN PUNTO DE INFLEXIÓN EN EL USO DE RECICLABLES CON LA INMINENTE CRISIS DE DESECHOS EN PA SES DESARROLLADOS

El gigante asiático no importará más residuos plásticos

China dejó de ser el basurero del mundo desarrollado: desde el 1 de enero no recibe más los millones de toneladas de plásticos, ciertos tipos de papel y textiles usados de Europa y EE.UU., que ahora enfrentan el caro desafío de redefinir el destino de gran parte de sus reciclables.

En el 2016, tan sólo de residuos plásticos, el gigante asiático importó siete millones de toneladas, indicó la Asociación de Residuos Plásticos de China.

El país vetó desde el 2018 la importación de 24 categorías de desechos de material reciclable y desechos sólidos, que hasta ahora reutilizaba para sus propios embalajes y manufacturas.

Pero el aumento del consumo que se viene produciendo en China le resulta ahora suficiente para autoabastecerse de la producción nacional de desechos, que creció a 190 millones de toneladas frente a 300 millones de EE.UU..

En 2017, Estados Unidos exportó a China 13,2 millones de toneladas de desechos de papel y 1,42 millones de toneladas de desechos plásticos.

Otro objetivo de la prohibición de importación de residuos es proteger el medio ambiente chino: en el distrito Guiyu en la ciudad de Shantou, donde se acumulan plásticos y basura electrónica que son clasificados con mínimas medidas de seguridad, hay un elevado índice de cáncer entre sus habitantes y ríos contaminados.

De los países europeos, en el 2016 Alemania derivó 1,5 millones de toneladas de residuos plásticos a China y Hong Kong. Según Greenpeace, desde el 2012, Gran Bretaña le exportó 2,7 millones de toneladas de plásticos a China.

En todo caso, el primer mundo deslocalizó gran parte de sus desechos reciclables trasladándolos al gigante asiático, y hasta tanto instrumente sistemas propios más eficientes para transformar sus desechos, se prevé que los envíe a países del sudeste asiático como Tailandia, Vietnam, Camboya, Malasia, India y Pakistán.

Arnaud Brunet, director general del Buró Internacional de Reciclaje (BIR), le dijo a la revista Recycling International que cree que 2018 será un "momento decisivo" para la industria de reciclaje y "que no habrá marcha atrás, que nuestra industria tiene que cumplir, adaptarse y encontrar opciones alternativas para el largo plazo".

De su parte, la Unión Europea (UE) anunció que para el 2030, quiere que todos los envases de plástico sean reciclables o reutilizado y para ello lanzó una nueva estrategia que involucra el diseño desde su origen y se centra en los plásticos de un solo uso, como envases o botellas. El sector del plástico aporta 1,5 millones de empleos a la UE. "Hay urgencia en actuar sobre los plásticos porque tienen consecuencias muy negativas no solo en el medioambiente sino también en nuestra salud", declaró el eurocomisario de Medioambiente, Karmenu Vella.

"Creo que es una buena oportunidad para que incrementemos nuestras capacidades de producción en Europa", señaló.

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