TRAS LA CUMBRE DE REFERENTES SINDICALES CON HUGO MOYANO Y LUIS BARRIONUEVO

Inquietos por los gestos del Gobierno, gremios elevan al 20% el piso de paritarias

La aceleración del nivel de precios y la decisión oficial de revisar las metas de inflación, obligaron a replantear el escenario. Toda la atención, ahora, en la negociación bancaria

Hasta hace poco más de un mes eran coincidentes las previsiones sindicales respecto a la nueva ronda de paritarias: la mayoría auguraba un proceso de negociación complejo con esquemas de aumento promedio de entre el 17% y el 18% y la utilización por segundo año consecutivo del recurso de la cláusula gatillo por inflación. Pero la aceleración del nivel de precios durante diciembre sumada a la decisión del Gobierno de revisar al alza la meta inflacionaria del próximo año reavivó la inquietud de los gremios y la determinación de garantizarse algún resguardo con el reclamo de una pauta salarial más ambiciosa, que supone un piso en torno al 20% para los próximos aumentos.

La preocupación por el arranque de las nuevas paritarias es tal que llegó a ser uno de los ejes de la cumbre que la semana pasada compartieron un grupo de importantes referentes sindicales con Hugo Moyano y Luis Barrionuevo para analizar el conflictivo escenario interno de la CGT, dominado por el creciente temor de una ruptura. Allí varios gremialistas deslizaron su desconfianza con la capacidad del Gobierno para contener el alza de precios.

"Si hasta (el ministro de Hacienda Nicolás) Dujovne está planteando una pauta de 16,6% para empezar la negociación, no pueden pedirnos que firmemos un 17%", se quejó uno de los principales dirigentes sentados en la mesa en la sede de la Uocra. Un par de días después, ya con la nueva meta inflacionaria oficializada por el Ejecutivo, los comentarios se repitieron en otro conciliábulo gremial. "Ellos revisaron la meta del 12% al 15%, nosotros estamos observando que lo más conveniente será plantear una suba más cercana al 20% que al 17%. Está claro que no pueden ofrecernos muchas garantías de que controlarán la inflación", evaluó otro referente de la conducción de Azopardo.

El acuerdo salarial sellado la semana pasada por el gremio de Utedyc valida esas previsiones. El gremio selló un incremento promedio de 19% en dos tramos, más una revisión en noviembre próximo según la evolución de la inflación, que beneficia a trabajadores de entidades deportivas, clubes de campo y entidades mutualistas. Otro ejemplo que computan en los gremios lo representa el reciente pacto que el Ejecutivo, como empleador, cerró con el personal de la firma Intercargo y que replicó en plenitud el esquema definido en las semanas previas con los principales gremios aeronáuticos que nuclean a los trabajadores de Aerolíneas Argentinas (pilotos, técnicos, aeronavegantes, personal de tierra, entre otras). El entendimiento estipuló un aumento nominal del 17% pero que en realidad llega hasta el 20% por la incorporación de premios, sumas no remunerativas y la mejora de otros adicionales de convenio.

Ahora toda la atención sindical se concentra en una de las negociaciones que suelen servir como referencia en el sector privado formal: la paritaria bancaria. En convenio, que rige entre enero y diciembre, se comenzó a discutir hace varias semanas, pero la profunda brecha que separa la oferta de las cámaras empresarias, que propusieron una mejora del 9%, y la pretensión de mínima del gremio de Sergio Palazzo de repetir el parámetro de 2017 con una suba porcentual del 19,5% más una revisión por inflación, anticipa una negociación tensa y prolongada para alumbrar una definición.

En el medio, la mayoría de los gremios que debe renegociar entre fines de marzo y junio sus acuerdos, se abocará de lleno a las discusiones para aplicar durante el primer trimestre la cláusula gatillo convenida en las paritarias de año pasado. Allí las posiciones están divididas: algunos sindicatos que siguieron la recomendación oficial y sellaron aumentos del 20%, como Comercio o la Uocra, evalúan reclamar el pago de un bono no remunerativo por la diferencia entre el porcentaje de aumento firmado y la inflación real de 2017, que estiman se ubicará entre el 24% y 25%.

Además pedirán que ese plus sea incorporado a la base salarial sobre la cual se aplicará el aumento paritario de 2018. Otra alternativa, que se menciona en el caso de la negociación de UPCN tomando el ejemplo de los bancarios, es que la diferencia con la inflación se aplique en forma de un incremento porcentual adicional. Palazzo, en ese esquema, ya reclamó a los bancos el pago de una suba adicional de 5% aplicable en forma retroactiva a enero de 2017. Una tercera opción es alentada por gremios de servicios y algunos industriales que fijaron explícitamente en sus acuerdos del año pasado que la mejora salarial deberá ubicarse algunos puntos por encima de la inflación. En esa línea, el gremio de Sanidad selló un aumento de 23% pero determinó una versión de gatillo que estableció que la suba final superará en 2 puntos a la inflación. Así, el aumento definitivo de esa paritaria redondeará entre el 26% y 27%.

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