Tras el hackeo de datos, Uber suma problemas por evasión impositiva en Argentina

La batalla de Uber continúa y ya no es sólo por las manifestaciones en contra de los taxistas, sino también contra los recaudadores de impuestos y los hackers. En el ámbito local, un nuevo round de la contienda se dió ayer, cuando la Fiscalía de la Ciudad de Buenos Aires solicitó el encarcelamiento preventivo del director de Uber Argentina, Mariano Otero, imputado por "evasión tributaria agravada", por la falta de pago de Ingresos Brutos correspondientes al 2016.

Según la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP), la compañía adeuda más de un millón de pesos al fisco porteño. En tanto, el fiscal de Cámara de la ciudad, Martín Lapadú, sostuvo que "Uber no cumple con el bloqueo dictado por la Justicia de su página web, ni de la aplicación de telefonía celular y se verificó la posibilidad de que (Otero) entorpezca la investigación", por lo que pidió su encarcelamiento preventivo.

Según Télam y NA, entre sus fundamentos, el fiscal señaló que "el monto de la evasión supera los $ 800.000, por lo que constituye una evasión agravada llevada a cabo por una organización compuesta por tres o más personas, todo lo cual eleva la pena por este delito de 4 a 10 años de prisión, convirtiéndolo en no excarcelable".

No obstante, la titular del Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas número 21 donde se radica la causa, Cristina Lara, decidió otorgar la libertad irrestricta al imputado. "Es un fallo insólito -declaró el fiscal Lapadú- y lo apelaremos", sentenció.

Una fuente de la empresa consultada por este diario se limitó a señalar que "la causa sigue su curso en la justicia, y Uber paga los impuestos que le corresponden en todas las localidades donde opera. Por otra parte, una cámara nacional determinó que nuestra actividad es legal". (N. de la R: en noviembre de 2016, la Cámara del Crimen número 5 determinó que manejar un auto de Uber no es delito).

En el plano internacional, otra fiscalía, en Nueva York, a cargo de Eric Schneiderman, abrió ayer una investigación sobre el hackeo de datos mundiales de unos 57 millones de usuarios y 600 mil choferes de Uber, ocurrido en octubre de 2016.

En el incidente, que permaneció oculto por más de un año, los nombres, direcciones de correo electrónico y números de teléfono móvil de usuarios y choferes fueron robados, aunque la compañía aseguró que "otros datos sensibles como números de tarjetas de crédito y cuentas bancarias no fueron sustraídos".

En una carta posteada ayer en el blog oficial de Uber, el CEO global, Dara Khosrowshahi, sostuvo que "en el momento del incidente, identificamos a los individuos que accedieron a los datos de forma no autorizada, y tomamos medidas para que esta información se destruyera. Además, implementamos medidas para reforzar la seguridad de nuestra información a futuro, y estamos notificando a las autoridades regulatorias y a los conductores y usuarios afectados".

Desde Uber Argentina, en tanto, no confirmaron ni descartaron que haya usuarios y choferes argentinos afectados por el hackeo, ya que "no trascendieron los datos por nacionalidades". La compañía desembarcó en el país en marzo de 2016 y cuenta actualmente con 10 mil conductores, 150.000 usuarios activos y más de 1 millón que descargaron el aplicativo.

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