Campaña responsable: una experiencia de construcción común

Las elecciones son, simultáneamente, una ocasión de competencia y una oportunidad de consenso.

En efecto, mientras la competencia por atraer en el juego de los votos es un juego de suma cero, en que los candidatos compiten por consolidar sus votos y quedarse con los votos de los otros, también es una oportunidad para reafirmar el suelo común democrático que compartimos los ciudadanos.

En ese sentido las elecciones son un momento de consolidación de las reglas de juego y del espíritu democrático que hacen de un conjunto de individuos una comunidad política. Las reglas de juego democráticas incluyen muchos aspectos, que abarcan desde la planificación de los comicios hasta la verificación de los resultados y proclamación de los representantes electos, no siendo una excepción la regulación de las normas de publicidad y de financiamiento, los procedimientos de comicio y de escrutinio, o el modo de desplegar la campaña que las agrupaciones políticas despliegan para captar el sufragio en la vía pública.

En el marco de esta competencia, todos los actores políticos de la Ciudad, tanto gubernamentales como partidarios, deben fomentar el respeto a la vía pública para tener una ciudad limpia.

Sin embargo, aún cuando la regulación vigente sanciona las intervenciones ilegales en el espacio público, las campañas electorales suelen estar acompañadas por un despliegue descomunal, desordenado e ilegal de papelería propagandística.

En este aspecto, las campañas electorales inciden directamente en el cuidado del medio ambiente y el espacio público.

Las autoridades del gobierno de la Ciudad, comprendiendo el impacto de esta situación sobre los derechos de los porteños, buscan promover acciones para prevenir este flagelo, particularmente la publicidad ilegal en vía pública.

Para ello, con ánimos de enriquecer la democracia y dando un paso hacia adelante en el camino del diálogo y respeto político partidario, en un trabajo mancomunado, el Ministerio de Gobierno, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público y la Secretaría General impulsan la iniciativa Ciudad Limpia y Campaña Responsable. Por una campaña electoral responsable.

La misma se materializa como un espacio de compromiso para que los candidatos y agrupaciones políticas celebren un pacto para asegurar el respeto por la higiene urbana y la normativa vigente. Y fue suscripta por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la mayor parte de los partidos que compitieron en las PASO el día 10 de julio del corriente año, manteniendo su vigencia para estas próximas elecciones generales.

El compromiso abarca maximizar el respeto por los bienes y espacios públicos y evitar la vandalización de contenedores de residuos, frentes de propiedades, cajas de servicios de telefonía y otras superficies que suelen ser arruinadas por pintadas y afiches en cada campaña electoral.

Por su parte, la Ciudad amplió el acceso gratuito de los partidos a la publicidad en vía pública, pero también hizo más exhaustivos, públicos y transparentes sus procesos de fiscalización. Es por eso que se pueden encontrar on line en la página del GCBA los resultados de las inspecciones en la vía pública realizadas en forma periódica y de las infracciones detectadas (http://www.buenosaires.gob.ar/transparencia).

Asimismo, se ha invitado a los partidos políticos, a la Auditoría General de la Ciudad y a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires a participar de los recorridos de fiscalización para comprobar la imparcialidad de la metodología aplicada. Esta iniciativa aúna la construcción de consensos pluralista con fines de protección de los bienes públicos con controles de las partes y mecanismos de acceso a la información proactivos.

El concepto de cambio que está tan presente en esta campaña excede a los oficialismos. Es un cambio en el modo de establecer acuerdos en el marco de situaciones competitivas. Es una posibilidad de incrementar el valor de la lucha electoral como oportunidad para un mejor gobierno de la cosa pública.

Aprovechemos las situaciones de diferencia para construir al mismo tiempo lo que es común. Hay muchos campos para hacerlo tanto en la institucionalidad electoral como en todas las áreas que hacen a la convivencia. Animémonos a experimentarlo.