IMPULSAN LEY DE EMPRESAS BENEFICIO E INTERÉS COLECTIVO (BIC)

Buscan un marco legal para las compañías con impacto social y ambiental

Los emprendimientos BIC son los que generan beneficios económicos, sociales y ambientales. En el encuentro Sustainable Brands, ayer se debatió cómo promoverlos.

"En la economía tradicional, las empresas ganan plata, y las ONGs hacen el bien. Pero estamos en transición hacia un nuevo paradigma en el que se pueden hacer ambas cosas desde la misma organización", resumió Pedro Tarak, creador de Sistema B, una certificadora de empresas con impacto social y ambiental. Tarak fue uno de los oradores del encuentro Sustainable Brands que se realizó en el Museo Malba ayer, del que participaron representantes de corporaciones como Unilever y Coca Cola, hasta emprendedores sociales enfocados en temáticas como inclusión laboral, educación o el cuidado del agua.

Conceptos como "colaboración", "economía circular" (aquella que reutiliza, recicla y revaloriza los materiales para convertir los residuos en recursos para un nuevo proceso productivo) y "finanzas éticas" forman parte de este nuevo paradigma.

Actualmente hay varios proyectos en el Congreso para promover las empresas BIC (de beneficio e interés comunitario). Se trata de emprendimientos que resuelven un problema social o ambiental utilizando los mecanismos de la "economía colaborativa", basada en internet y las redes sociales.

Bioecon, una plataforma de intercambio de productos y servicios que no utiliza dinero sino que promueve "acuerdos no monetarios" es un claro ejemplo de esta tendencia. "Es una plataforma a la que se entra por invitación, y genera puntos por participar ofreciendo y demandando productos y servicios. Estos puntos son un medio de cambio y si no se usan, se vencen", explicó Cecilia Hecht, una de sus creadoras.

El sistema se basa en que todos somos "prosumidores" según definió Alvin Toffler en la década del 70. No existen los conceptos de acumulación ni de escasez. "Nadie se queda afuera del mercado, porque todos tenemos necesidades y al mismo tiempo cosas y habilidades para ofrecer. Desde el verdulero que dona la fruta que no vendió y pide que le den una mano con la pintura de su casa, hasta una estudiante que se ofrece a cuidar niños y necesita una torta para llevar a un cumpleaños", ejemplificó la emprendedora.

Desde Israel, Omri Boral, co-fundadora de Tech for Good, una aceleradora de emprendimientos tecnológicos con impacto social y ambiental, contó cómo el marco legal y jurídico, pero también la cultura emprendedora de esta nación, dio lugar en los últimos años a la creación de miles de start ups. Según Boral, la clave no está en brindar apoyo a cada emprendimiento, sino en generar un "ecosistema emprendedor" en el que interactúan el Estado, las grandes empresas y toda su cadena de valor.

Por su parte, Matías Kelly, ex director de la ONG Ashoka y actual secretario de Economía Social del ministerio de Desarrollo Social comentó algunas iniciativas del gobierno para impulsar los emprendimientos con impacto social y ambiental positivo. "La ley de empresas BIC es necesaria para poder identificarlas, y a partir de ahí simplificar los trámites para su creación, otorgarles financiamiento y beneficios impositivos", señaló. También es necesario impulsar una banca sustentable, que acompañe la creación de estos emprendimientos y su crecimiento, tanto a través de microcréditos para quienes recién empiezan, como con líneas de "mesofinanzas" por montos mayores para que los emprendimientos en marcha puedan crecer.

 

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