El nuevo perfil de banqueros que exigen la tecnología y las regulaciones

La velocidad de la tecnología y los nuevos perfiles que requieren los negocios están obligando a las entidades financieras a modificar sus estructuras en busca de mayor flexibilidad para poder captar los recursos que necesitan. 

El sector de los bancos se está enfrentando a una serie de cambios transformacionales -tanto a nivel interno como externo- que tienen un impacto relevante y, a veces, conflictivo en el talento. "Estos cambios no solo impactan a los negocios, sino que, principalmente, hace que las entidades tengan que repensar los temas relacionados con las personas", asegura Jorge Maluf, socio gerente y líder Regional de Servicios Financieros de Korn Ferry que, de visita en la Argentina, habló en exclusiva con El Cronista.

Del lado de los drivers de cambios internos, están la regulación, la digitalización, los nuevos ingresos y la competencia de otras empresas. En los externos, se destacan el comportamiento de compra de los clientes, las expectativas de la nueva generación, los ciclos del cambio, la demografía y las interconexiones empresariales. En el medio, entonces, se configura un nuevo escenario para el talento, que impacta en la cultura, la organización, el modelo de management y el perfil de las personas.

"Hay dos grandes temas que impactaron a los bancos de formas muy diferentes. El primero es la regulación, que llevó a modificar la forma en que actúan con los clientes e, incluso, repensar algunos de sus negocios. Eso creó, a nivel interno, un ambiente de control más riguroso y exigente", explica Maluf. Así, en muchos casos, la toma de decisión a nivel local perdió relevancia contra lo regional o global. "Eso cambió, a su vez, el perfil de los banqueros. Antes eran, quizá, más agresivos o emprendedores, y ahora tienen que convivir con un ambiente más burocrático y exige una capacidad de alineamiento interno que antes no era tan necesaria", avanza.

El segundo punto que señala Maluf es el impacto de la digitalización. "Al principio, era una preocupación de los bancos de eficientizar los procesos y reducir los costos de los clientes en las sucursales, pero que ahora evolucionó hacia otras formas de hacer negocios", dice. Esto convive con la aparición de nuevos players con propuestas exclusivamente digitales, como tarjetas de crédito o micro-créditos. "La propuesta de valor de ellos es más atractiva porque se enfoca en el cliente, lo que, entonces, lleva a las entidades más tradicionales a invertir para mantener o recuperar esto también", añade.

Gap cultural

El desafío, entonces, es que estas personas que pueden desarrollar la práctica digital no están en los bancos. Y no solo eso: se formaron en otros contextos de negocios, sobre todo empresas digitales, con otro tipo de cultura. "No sienten atracción ni por los bancos ni por las empresas tradicionales y burocráticas. Hay un gap que está llevando a las entidades financieras a cambiar ciertos aspectos de su cultura. Pero no es suficiente con ponerlos en un piso aparte con colores y dejar que vayan a trabajar con ropa informal", advierte Maluf.

Algunos bancos ya tienen iniciativas digitales separadas de la estructura clásica, incluso con presencia establecida en Silicon Valley (EE.UU.) o Israel, para estar actualizados en cuanto a las innovaciones. "Esto trae tensiones. Hay una dualidad entre una cultura que era muy emprendedora y ahora pasa a ser más contenida, y un mundo que exige ideas, innovación y agilidad. El punto es cómo diferenciarse y tener una propuesta de valor que atraiga a las personas indicadas", diferencia el ejecutivo. Una posible solución, ensaya, es detectar a los "embajadores" de esa cultura, que ayudan a entender las demandas y hacer los cambios cuando son necesarios, facilitando la transición y promoviendo la diversidad.

Nuevo Mindset

"Hay que cambiar el mindset", manifiesta Jorge Maluf, socio gerente y líder Regional de Servicios Financieros de Korn Ferry, en referencia a la venta de productos o servicios. En este sentido, añade, es importante que la misma "esté enfocada en lograr que el cliente tenga una buena experiencia de compra". En tal emprendimiento, detalla, "ayudan perfiles de otras industrias, como los servicios, hospitales u hoteles".

Claro está, estos cambios deben acompañar a las métricas de performance de los empleados, que también impactan en sus respectivas remuneraciones.

"Pero la agenda de los bancos está cambiando y entienden que, si no tienen a la personas adecuadas, corren el riesgo de perder negocios", concluye el ejecutivo de Korn Ferry.

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