¿Ola de importaciones? Una radiografía de los últimos cinco años

Algunos sectores sostienen que la apertura de la economía está provocando una fuerte caída en las compras de productos nacionales, cierre de empresas y despidos. ¿Qué hay de cierto en esta afirmación?

Se habla mucho de una ola de importaciones en Argentina debido a la rápida e indiscriminada apertura de la economía. Algunos sectores resaltan que esta ola está provocando una fuerte caída en las compras de productos nacionales, con el consecuente cierre de empresas y despido de trabajadores. ¿Qué hay de cierto detrás de esta afirmación?

Radiografía de las importaciones en el último lustro

Si uno observa lo que sucedió con las importaciones totales en el último lustro, ve que el último año en el cual aumentaron fue 2013 y en los últimos tres años las importaciones totales cayeron. En 2016 hubo importaciones por un total de u$s 55.608 millones (similar a lo importado en 2008). De este total, 15.475 millones correspondieron a bienes intermedios (28%); 12.136 millones a bienes de capital (22%); 11.178 millones a piezas y accesorios de bienes de capital (20%); 7.399 millones a bienes de consumo (13%); 4.893 millones a combustibles y lubricantes (9%) y 4.469 millones a vehículos (8%).

La mayor parte de las importaciones fueron de bienes que se emplearon para ser transformados o incorporados a la producción de otros bienes. Cabe resaltar que las importaciones de bienes de consumo aumentaron 3% en 2015 y 9% en 2016, en términos interanuales; las importaciones de bienes intermedios aumentaron, respectivamente 3% y 1%; y las de vehículos 33% en el último año.

Los grupos de productos que más se importaron en el último año fueron máquinas, aparatos y sus partes (28%), donde destacan los celulares, motores y televisores; vehículos y autopartes (17%); combustibles (8%); productos químicos (7%); productos de plástico y caucho (6%); y medicamentos y productos farmacéuticos (4%). Las importaciones de estos grupos de productos fueron las menores de los últimos cinco años, con la excepción de los vehículos y autopartes.

De los 30 productos más importados por nuestro país durante 2016 (en dólares), destaca el aumento de las importaciones de automóviles de cilindrada entre 1.500 a 2.000 cm3 y entre 1.000 y 1.500 cm3, y los camiones con carga máxima de hasta 5 toneladas; energía eléctrica; turbinas de gas, partes y piezas; y polietileno. Las importaciones del resto de productos disminuyeron. Las que más disminuyeron fueron las de acondicionadores de aire de automóviles; antenas de teléfonos y otras partes de teléfonos; y gas (gaseoso como licuado), principalmente por la disminución del precio internacional.

En el primer trimestre de 2017, la dinámica de las importaciones cambió en relación a la caída casi generalizada de 2016. Lo más significativo es un aumento de las importaciones de diversos productos y una recuperación de los precios de otros, lo que contribuyó a aumentar aún más las importaciones medidas en dólares. Las importaciones totales aumentaron 8% en términos interanuales; mientras que las importaciones de vehículos aumentaron 43%; las de bienes de consumo 18%; las de bienes de capital 14%; las de combustibles y lubricantes 4%; y las de bienes intermedios 1%. Las importaciones de piezas y accesorios de bienes de capital cayeron 5% en el primer trimestre de este año.

¿Qué pasó con las importaciones en sectores sensibles como el textil y de calzado?

Los textiles y sus manufacturas representan aproximadamente 2,5% de las importaciones totales de Argentina, y el calzado otro 1%. En 2016, estos sectores emplearon a unas 157.000 personas (esto es 2,4% del empleo privado registrado total del país y 12,4% del empleo privado registrado de toda la industria) y 2015 fue el único año del último lustro en el cual creció el empleo de este sector.

Las importaciones de textiles y sus manufacturas se ubicaron en 1.425 millones de dólares en 2016, esto es un incremento de 2,7% en dólares y 6% en cantidades con respecto a 2015 (crecimiento similar al observado entre 2014 y 2015). Argentina importa una gran variedad de productos textiles (los cuatro más importantes representan tan sólo el 10% de las importaciones totales de productos textiles y sus manufacturas). De estos cuatro productos, aumentaron las importaciones de abrigos de hombres de fibra sintética o artificial; hilados texturados de poliésteres; y tejidos de punto teñidos y disminuyeron las importaciones de tejidos con hilados de distintos colores.

Con respecto al calzado, el año pasado se importaron 570 millones de dólares; un incremento de 29% en dólares y 19% en cantidades con respecto a 2015 (entre 2014 y 2015 crecieron 14% en dólares). En este sector hubo un aumento importante de las importaciones, sobre todo de calzado con suelas de cuero; calzado de deportes con suela de plástico; y calzado de deportes de cuero (tanto en dólares como en cantidades).

La situación en el primer trimestre de 2017 fue similar a la de 2016, aumentaron las importaciones de productos textiles y sus manufacturas (9% en dólares y 2% en cantidades); y las de calzado (32% en dólares y 22% en cantidades).

En definitiva, si uno mira las importaciones totales de Argentina en los últimos años observa que las mismas vienen cayendo (con algunas excepciones como las del sector automotriz y las de energía eléctrica) y que las de 2016 fueron las menores importaciones del último lustro. En este sentido, no se puede hablar de ola de importaciones. Sin embargo, la dinámica de las importaciones en el primer trimestre de 2017 contrasta con la caída casi generalizada de 2016. Lo más significativo son aumentos de importaciones de varios productos y recuperación de precios de otros. Puntualmente, no se observa una ola de importaciones en el sector textil ya que éstas aumentaron levemente en los últimos dos años y primer trimestre de 2017, pero si se produjo un aumento importante de las importaciones de calzado.

La situación del sector textil y de calzado se ve agravada por dos factores que reducen aún más el consumo de productos nacionales. En primer lugar, la presión tributaria en Argentina, en relación al PBI, es 10 puntos porcentuales más alta que la del promedio de América Latina. Esto no es ajeno al consumidor, en Argentina un 30% del precio final de un jean son impuestos y estos impuestos impactan sobre los precios que se trasladan al mercado. En segundo lugar, Argentina es una de las economías más cerradas de la región y los textiles y calzados están protegidos con altos aranceles y trabas a la importación, mientras que en algunos países vecinos estos productos ingresan a tasa cero de los mercados más competitivos del mundo. Estos dos factores, una mayor presión tributaria junto con la protección del sector, provocan una importante asimetría de precios entre Argentina y los países de la región, lo que fomenta el consumo en el exterior. Esto se exacerbado en provincias fronterizas donde se producen mayores fugas de comercio a otros países.

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