RANDAZZO RECHAZÓ UNA POSIBLE LISTA DE UNIDAD

En el peronismo se consolida la idea de una gran interna

Después de la cumbre de anteayer en la Casa Néstor Kirchner, dos intendentes históricos del Conurbano, Alberto Descalzo (Ituzaingó) y Julio Pereyra (Florencio Varela), le llevaron una propuesta a Florencio Randazzo: sumarle a la ansiada "lista de unidad" del PJ. La respuesta, negativa, fue la que se esperaban. Poco después llegaron unas declaraciones de Máximo Kirchner en Radio 10 como sincerando la situación: "Me parece bien que hagan una campaña, que haya PASO y que todos compitan".

Hoy por hoy, si bien las estrategias en prólogo electoral pueden variar minuto a minuto, todo indica que el peronismo bonaerense tendrá una interna. De un lado, el ex ministro de Interior y Transporte cristinista, que luego de sumar a Alberto Fernández como jefe de campaña, cuando ésta efectivamente se lance, ya designó al jefe comunal de Bolívar, Eduardo "Bali" Bucca, como operador en el interior provincial y por estas horas está tentando a otro massista díscolo: el ex gobernador Felipe Solá.

En el otro rincón, que congrega al PJ orgánico junto al camporismo, hay igual desconcierto como en la vida privada del que, hasta ayer, era su seguro candidato: el ex presidenciable Daniel Scioli, para cerrar el círculo de lograr la PASO que no fue en 2015 . Sin Cristina Fernández de Kirchner (que se bajó y luego se volvió a subir), este sector con mayor presencia territorial que el de la tropa ferroviaria, carece de postulantes dispuestos si prescinde del ex gobernador, que era el que más mide (por ahora) en las encuestas. Dos jefes comunales con proyección, la matancera Verónica Magario y el lomense Martín Insaurralde, avisaron que no quieren ser el rostro de la campaña.

Con un Randazzo que no acepta integrar la lista de unidad, al punto de jurar no es una estrategia hacerse el reacio hasta último momento para obtener más espacios en la boleta, la confrontación parece inevitable. Y desde hace un tiempo, ya que ambos espacios sellaron un pacto de no agresión. "Nunca hablamos mal de él", se atajan en La Cámpora. Y es verdad.

Mientras, en la tropa ferroviaria, donde les bajaron la línea de "no confrontar con Cristina sino con (Mauricio) Macri", fue el propio Randazzo en plantear una pelea de gentlemans. "Tenemos que ir a las PASO con debate de ideas, sin descalificaciones. Como decía Perón: Quién habla mal de un compañero, deja de ser un compañero y pasa a ser un gorila", se lo escuchó en uno de los pocos videos de campaña en los que no está en silencio. La explicación es simple: si gana la interna, necesitará de los votos de la ex Presidenta.

 

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