WeWork y el fin del crédito para Argentina

En los últimos días se disparó una señal que puede marcar el fin de la era del dinero gratis. ¿La palabra clave? WeWork.

Los que me vienen leyendo hace tiempo saben que vengo insistiendo con que “el virus de las tasas de interés en cero , impulsado por los grandes Bancos Centrales, ha infectado al mundo. Por eso los precios de muchos activos muestran valuaciones delirantes.

Lo novedoso es el colosal derrumbe que sufrió la valuación de WeWork, lo que anticipa el fin del capital fantasía, capaz de financiar cualquier delirio.

WeWork es una empresa que se dedica al desarrollo y explotación de oficinas bajo la modalidad de coworking (espacios de trabajo compartido). Se paga una membresía (como si fuera un gimnasio), por la que el cliente puede ocupar un puesto de trabajo y utilizar los servicios disponibles (se comparten salas de reuniones, impresoras, la mesa de entradas y otros).

La compañía fue valuada en u$s 47.000 millones en enero de este año. Sin embargo, en septiembre estuvieron intentando colocar acciones a una valuación de u$S 20.000 millones sin éxito y hoy estiman que podrán colocar acciones a comienzos del 2020 en una valuación de sólo u$s 10.000 millones.

Muchos se preguntarán “¿qué tendrá que ver esto con Argentina? . En palabras simples, se acaba la era del dinero gratis/irresponsable que convalidó valuaciones ridículas para WeWork y que también posibilitó que un país como la Argentina pudiera llegar a emitir un bono a 100 años; una verdadera locura.

A la Argentina se le prestó un cheque en blanco porque los primeros años del gobierno de Macri coincidieron con el clímax de la era de crédito más abundante de la historia. Pongamos fin al relato de que Caputo era el as del volante de la deuda.

A cualquier persona más o menos razonable le hubieran prestado todo lo que pidiera. No se olviden de que los bancos tienen grandes maquinarias de marketing para colocar deuda y cobrar sus jugosas comisiones. Seguramente a Scioli los bancos también le hubieran conseguido prestamistas.

Muy bien. Todo esto se acabó. Game over. C’est fini.

¿Qué pasó? El dinero gratis se terminó. Ya no quedan interesados en pagar por una compañía que pierde dinero de manera creciente como es WeWork. Y tampoco habrá interesados en seguir refinanciando al gran defaulteador serial de los últimos años.

Escucho argumentos del tipo “Argentina no tiene un problema de solvencia . Y, ¿saben qué? Who gives a isht? Aquellos que usan esta lógica, no entienden siquiera por qué nos prestaron

en primer lugar. Nadie miró un solo número macro para prestarle a la Argentina, ya que, si lo hubieran hecho, jamás nos hubieran prestado.

Ahora escucharemos soluciones mágicas como reestructurar “a la uruguaya , resolver el déficit fiscal subiendo la alícuota de Bienes Personales y tantas otras pavadas.

Pero la realidad es inapelable: vamos directo al default y lo mejor que podemos hacer es tratar de ubicarnos en algún del barco de manera tal que el golpe nos duela lo menos posible.

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