Los empresarios quieren dejar atrás un año difícil y adelantarse al 2025
A medida que pasan los meses y la macro avanza hacia una mayor normalidad, se produce un fenómeno saludable: el peso de la agenda coyuntural disminuye y empieza a crecer el de las discusiones de mediano y largo plazo.
El Coloquio de IDEA que terminó este viernes en Mar del Plata fue una muestra cabal de este contraste. Un año atrás, con la enorme incertidumbre que generaba la elección presidencial, nadie se imaginaba qué podía suceder en diciembre. Las promesas extremas de Javier Milei desconcertaban a los empresarios, y por esa razón cualquier escenario se volvía probable.
El triunfo del libertario en la segunda vuelta y diez meses de gestión cambiaron por completo la percepción. El 2024 será un año malo para muchos sectores (se estima una caída del PBI de 3,5%) y esa realidad está siendo asumida con estoicismo. Los rubros que tienen caídas de dos dígitos a lo sumo acotarán el rojo, pero no van a dar vuelta la torta.
Con excepción de la energía, la minería y el agro, lo que se está verificando en el resto del mundo empresario es una aceptación de la realidad. "No esperamos más la salida del cepo o la unificación del tipo de cambio con algún salto devaluatorio", es la frase que resume ese comportamiento. "Dejaron de mirar el PxQ, ahora van directo por el Q", manifiesta un consultor que mira los balances de varias de las grandes compañías.
En términos libertarios, lo que está sucediendo es que cada vez más empresarios "la ven". Todos reconocen el esfuerzo fiscal, la mayoría se sentiría más a gusto con una agenda productiva que contemple los costos irregulares de la Argentina, pero no dejan de admitir los esfuerzos oficiales: hay bajas limitadas de impuestos, una reforma laboral lista para ser ejecutada y desregulaciones en todos los frentes.
Por todo este contexto, en IDEA se escuchó mucho hablar de inversiones, de emisiones de ON para aprovechar la demanda de instrumentos en dólares, de repuntes en el consumo (una de las principales cadenas del AMBA, que pide dejar de comparar con el fantasioso 2023, asegura que en octubre sus ventas están por arriba de las de septiembre).
El Gobierno sigue con los pies hundidos en el corto plazo. Debe sortear la aprobación del Presupuesto y Luis Caputo empezará a definir desde hoy como sigue la relación con el Fondo. Pero los empresarios ya quieren empezar a agendar cambios. Por eso en casi todos los paneles hubo un tema reiterado: la necesidad de construir una hoja de ruta de una reforma tributaria que apuntale la competitividad y el crecimiento. "Es ahora", aseguraba el lema del Coloquio. La chance de una Argentina distinta empieza a ilusionar.
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