La historia secreta del gabinete que no llegó a asumir pero sigue en carrera

En el Gabinete, el cambio fue semántico, no cambió nada, fue más gestual que real; los ex ministros ahora son secretarios de gobierno, un cargo intermedio entre secretario de estado y ministro. Dicen en el Gobierno que era muy difícil cambiar porque la gestión se hace a través de expedientes, normativas y resoluciones que exigen cargos con firmas. 

Los ex ministros tienen los mismos despachos, mismos asesores, mismas secretarias, mismos choferes y hacen lo mismo, gatopardismo explícito. Lo único que cambio es el poder que le recortaron a Marcos Peña con la salida de Mario Quintana y Gustavo Lopetegui y el debitilitamiento de sus alfiles como el canciller Jorge Faurie.

Anuncios económicos y políticos

Parece historia antigua, pero hace solo una semana el gobierno del ingeniero Mauricio Macri generó un clima de expectativas pocas veces visto desde su asunción.

El lunes arranco con anuncios económicos y políticos, los primeros referidos fundamentalmente a la implementación de retenciones y los políticos, que dejaron gusto a poco, a una reducción de ministerios que fue más semántica que real.

Es a lo que habían llegado. Ese fin de semana fue una carrera contra el tiempo porque el Gobierno estuvo obligado a hacer los anuncios antes del lunes a las 10, horario límite en el que abren los mercados, llegaron sobre el filo.

Ahora con la calma de un mercado que se tranquilizó un poco, es momento de analizar qué pasó hace una semana y proyectar que puede pasar.

Crónica de un fin de semana de furia

El sábado por la mañana el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, se comunico con Alfonso Prat Gay y le ofreció ser canciller, el cargo que Alfonso siempre soñó; antes de contestar, prefirió consultarlo con el radicalismo, tiene aspiraciones políticas y no quiere jugar sin la red de un partido que lo respalde. Sigue herido con Macri y aunque las bajas de Lopetegui y Quintana, que se lo habían llevado puesto, lo motivaban a aceptar, prefirió llevarlo a la mesa de la UCR

A Erneso Sanz le ofrecieron el Ministerio de Defensa y a Martin Lousteau, la cartera de Educación, pero luego lo veto Elisa Carrió. A Sanz no le interesó Defensa, pero mandó a decir que le gustaría ser ministro del Interior. Frigerio puso la renuncia a disposición. Las negociaciones por el Gobierno las llevaron María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Frigerio y Peña, que, aunque le iban bajando gente, seguía de cerca todo lo que pasaba.

Luego llegaron los radicales a Olivos; Sanz, los gobernadores de Mendoza, Corrientes y Jujuy  y los jefes de bancada. Los hombres del partido de Irigoyen querían los tres ministerios o nada, se quedaron sin nada. Había que resolver rápido porque los anuncios debían hacerse el lunes.

Solo un capítulo

Lo del fin de semana de furia fue solo un capítulo de una película que sigue.

Alfonso se quedó con las ganas y es un jugador que puede entrar en cualquier momento.

Alfredo Cornejo, presidente de la UCR y gobernador de Mendoza, amenaza con romper e impulsar la candidatura a presidente de Lousteau por afuera de cambiemos.

Y Sanz sigue dando vueltas, hace un poco de política y lobby para alguna que otra empresa, una especie de gerente de asuntos púbicos de la UCR.

Todos están en el banco de suplentes y pueden entrar en cualquier momento

Mientras tanto, para Macri las buenas noticias llegan de la oposición. Con el peronismo dividido entre los que apoyan a Cristina Kirchner y los que no, el gobierno toma oxígeno y sigue marcando la cancha.
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