Hay sectores que dejaron de caer: ¿alcanza para salvar la ropa?

Más que un anuncio es un susurro que busca no matar el hechizo. El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, es quien va recogiendo a cuentagotas ese puñado de buenas nuevas: hay sectores que aseguran que dejaron de caer en los últimos 40 días.

El dato es pequeño pero podría marcar una enorme diferencia para fines de 2020. Por ejemplo, la industria de alimentos y bebidas por primera vez en más de 5 años muestra indicadores que frenaron la caída de ventas y producción desde diciembre hasta ahora. La mejora se profundizaría a partir de abril cuando las tarjetas Alimentar empiecen a sentirse fuerte en todas las provincias y en los pequeños proveedores regionales.

Por la tracción de este sector en la industria en general, que viene sumando dos años de recesión consecutiva, este año terminaría con una baja en la actividad económica cercana al uno por ciento o 1,5%, en lugar del derrumbe del 3,5% del 2019. Y si fuera así, el recorte de la pérdida a lo mejor arrastraría un empate recién en el 2021; es decir cero por ciento. Con esa milimétrica sintonía fina se encamina a transitar el resto del año el sector productivo.

Este dato lo comparten y lo celebran algunos de los CEO´s más poderosos del país y también las cúpulas sindicales que encaran las paritarias. Para el Gobierno traza un horizonte de alivio en torno a lo que vendrá en materia de recuperación económica y le ponen énfasis a la perspectiva más optimista. Sin embargo, aún en la mejor de las proyecciones en materia de generación de empleo, la situación sigue siendo muy grave.

Un lapidario informe de la Unión Industrial, que conduce Miguel Acevedo, arrojaría el dato de que se perdieron 200.000 puestos de trabajo desde 2015 y fue en la industria manufacturera donde se engordan las estadísticas y, en especial, en el último año y medio. Llevará mucho más tiempo que la reactivación económica recuperar esos puestos de trabajo.

En cuanto a la capacidad de generar divisas genuinas, las proyecciones tampoco son alentadoras. Un reciente informe de Industriales Pymes Argentinos (IPA), que preside Daniel Rosato y nuclea cerca de 500 pymes de todo el país y de diferentes sectores, reveló que "los niveles de exportaciones de 2019 se encuentran un 4,8% por debajo de los de los años 2014 y un 14,3% debajo de los de 2013". El sector manufacturero fue el que peor se las llevó, especialmente las industrias chicas que, de acuerdo con este estudio, "se encuentran todavía un 25% por debajo de los niveles 2013".

Desde la industria se sienten mucho más cómodos con este Gobierno que con el anterior y califican con buena nota las medidas adoptadas por el equipo de Alberto Fernández. Las recientes negociaciones en los Estados Unidos del ministro de Hacienda, Martín Guzmán, con los responsables del Tesoro de los Estados Unidos y del Fondo Monetario bajan, en parte, las ansiedades sobre la velocidad con que este Gobierno logrará cerrar el capítulo por la deuda con el FMI y los bonistas.

En ese sentido, los rumores que aseguran que el Presidente le pondrá fichas al Consejo Económico y Social en la apertura de las sesiones ordinarias, el próximo domingo en el Congreso, mejora los ánimos tanto en el sector privado como en el gremial. Otras cuestiones también van girando la mirada hacia el Congreso, como por ejemplo la Ley de Góndolas que logró dictamen favorable en el Senado y, con la aprobación que ya tiene en Diputados, está lista para ser aprobada la Cámara alta.

Esta iniciativa garantiza "la cercanía del consumidor al productor, las cooperativas, mutuales y las pymes" como consideró la senadora santafesina María de los Ángeles Sacnun. Es decir, que además de fortalecer el freno a la caída en alimentos podría mejorar los precios de la canasta básica que, hasta ahora, no demostraron según los datos oficiales que crezcan menos que el promedio inflacionario mensual.

Justamente los productores agropecuarios están en una tensa situación interna y además con el Gobierno. Se espera que este viernes se concrete el encuentro de la Mesa de Enlace con el ministro de Agricultura, Luis Basterra. Comenzó a gestarse por llamados del propio funcionario a los dirigentes agropecuarios que el jueves pasado se reunieron para hacer catarsis sobre la compleja situación de cada una de las entidades. Hay sectores muy radicalizados que insisten un una nueva medida de fuerza del sector. El campo es un generador neto de divisas por 30.000 millones de dólares anuales.

La foto parece mostrar que hoy pende de un hilo el equilibrio entre contener a las bases y sentarse en la misma mesa con los funcionarios pero queda caro que sine se encuentro no habrá contención posible. El hilo es muy fino y únicamente la concreción de ese encuentro, que se viene dilatando por las duras negociaciones en torno a la frente externo, como parte de una secuencia de futuras reuniones podría contener un paro del sector. Hoy un escenario distendido parece muy lejano, según coincidieron diferentes fuentes del campo.

La Mesa de Enlace viene insistiendo con un programa de 14 puntos que les entregó en su momento a todos los candidatos donde hace hincapié en la necesidad de reducir las retenciones, bajar la presión impositiva, mejorar el financiamiento a las economías regionales y abrir nuevos mercados. Son reclamos que de cara al equilibrio fiscal que exigiría el FMI a cambio de aprobar un acuerdo que permita tres años de gracia para pagar la deuda, asoman, como mínimo, de difícil implementación.

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