

La pandemia ha agravado considerablemente una de las discriminaciones más regresivas del planeta, la de género. Las mujeres perdieron sus puestos en mayor medida que los hombres. Así por ejemplo en USA en diciembre 2020, 156.000 fueron despedidas, y los hombres tuvieron 16.000 empleos nuevos. Por otra parte las exigencias de la economía de cuidado se han hecho mucho más severas para ellas.
Todo ello ha caído sobre un cuadro previo con tendencias alarmantes. Lo retrata el informe que se produce para el Foro de Davos anualmente. En su edición 2021, analiza el estado de las discriminaciones en 156 países. Pone a foco la participación de la mujer en la economía y las oportunidades, y en la política.
Las diferencias en remuneración a igual trabajo superan el 15%. Sus oportunidades de ascenso son más restringidas. Solo el 27% de las posiciones gerenciales son ocupadas por mujeres, a pesar de sus enormes avances en credenciales educativas, y sus éxitos en gestión. Tienen poco peso en los Consejos Directivos de las empresas. En muchas economías de alto peso son menos del 10%, como en China 9.7%, Japón 5.2%, Corea 2.1%, Rusia 7%, USA 21%. En América Latina las cifras son muy reducidas. En Brasil 8.4%, Chile 8.2%, y México 7.5%. Cuando se indaga sobre los 8 trabajos tecnológicos claves del futuro, en 6 tienen baja representación. Así en el tema de computación en la nube son el 14%, en ingeniería 20%, y en data e inteligencia artificial 32%. A todo ello se suma que hay 72 países en los cuales la mujer no pueda abrir una cuenta en un banco u obtener un crédito.
Davos estima que de mantenerse la trayectoria actual solo se alcanzaría la paridad laboral en 267.6 años.
Según el "Women in work index 2020" producido por PricewaterhouseCoopers, la pandemia las está afectando desproporcionadamente. Ante la crisis de empleos, y el aumento de sus obligaciones de cuidado, y la baja de los servicios de apoyo, en USA el 25% está considerando dejar de trabajar, o reducir las horas laborales.
Un nuevo informe de la Unión Europea resalta que en ella ganan 14.1% menos, cobran el 30% menos en pensiones, y reciben un 25% menos en las posiciones gerenciales. La Presidenta de la UE Ursula von der Leyen exige leyes que obliguen a las empresas a la transparencia. Destaca: "Las mujeres tienen que saber si sus empleadores las tratan equitativamente. Y sino es el caso tienen que tener el poder legal para pelear y pedir lo que les corresponde".
¿Se puede hacer diferente?. Las tablas de Davos son encabezadas por países que están muy cerca de la igualdad de género. La mujer tiene en ellos todas las posibilidades. Son Islandia, Finlandia, Noruega, Nueva Zelandia, y Suecia. La igualdad va desde el mercado laboral, pasando por la política, hasta la distribución de tareas en el hogar.
El informe Davos plantea asimismo que a pesar de progresos, la discriminación de la mujer en la participación política es alarmante. Hay en los países indagados 35.500 parlamentarios, solo el 26.1% son mujeres. Sobre 3500 Ministros, son mujeres solo el 22.6%. Hay 81 países que nunca tuvieron una Jefa de Estado mujer. Al ritmo actual se necesitarán 145.5 años para alcanzar la paridad política.
Estas discriminaciones vulneran derechos básicos de la mujer. Son éticamente inadmisibles. Pero significan junto a ello una subutilización en gran escala de su inmenso potencial. Sin discriminaciones de género el Producto Bruto Mundial incrementaría muy sensiblemente. Resulta sugerente que el laboratorio que creo la vacuna antipandemia líder tiene un equipo de investigadores con un 54% de mujeres, y que de los 10 países más exitosos en erradicar el Coronavirus cinco tienen a su cabeza mujeres que mostraron máxima excelencia.
Urge una gran concertación, de políticas públicas antidiscriminatorias, responsabilidad social empresarial, y sociedad civil movilizada que destierre fenómenos aberrantes como el feminicidio, el acoso, la violencia antimujer, y otros, y restituya plenamente sus derechos a la participación económica y política a la mitad de la población del mundo.