Ganar tiempo: la estrategia preferida de Cristina

Con la convocatoria al Consejo del Salario el Gobierno logró, una vez más, ganar tiempo en la recta final hacia las elecciones primarias. Podrá anunciar a partir de agosto la primera suba del Salario Mínimo Vital y Móvil, que pasará de $ 4.726 a $ 5.558. Y no sólo eso.


La movida de la presidenta Cristina Kirchner fue milimétrica. Aceleró un mes y medio la convocatoria salarial, la hizo de manera express como más le gusta y anunció más dinero en el bolsillo en sólo 48 horas. Así la suba llegará cerca de las primarias y habrá tiempo para anunciar un aumento en las jubilaciones entre el 9 de agosto y las elecciones generales de octubre. (Un aumento que, no está de más recordar, se da por ley y no es el equivalente al 82% móvil sino al cálculo atado a los precios que mide el INDEC).


Lo más notable de la convocatoria fue que se realizó justo cuando algunos sectores empresarios comenzaban a mover fuertes fichas por la inquietud que provocó el alcance y la eventual arbitrariedad de la doctrina Parrilli y también cuando el dólar blue comenzó a inquietarse. Cuando hay malestar empresario nada mejor que sentarlos en una misma mesa con funcionarios y sindicalistas para mantenerlos entretenidos con otra cosa.


La Presidenta logró sacar de la agenda la preocupación empresaria por la aplicación de la nueva norma que define, según sostienen en el sector privado, de modo incierto si hay empresas o sueños de empresas que intencionalmente provoquen una corrida cambiaria y/o desabastecimiento. De hecho, el Grupo de los Seis (industria, campo, Bolsa, bancos, comercio y construcción) aún no desistió de la posibilidad de difundir un comunicado plasmando su preocupación y los más duros coquetean con una presentación judicial como ocurrió con la denuncia de inconstitucional de la Ley de Abastecimiento. Por la dudas la Cámara de la Construcción ya avisó que no firmará nada, como tampoco lo hizo con el comunicado que ese grupo difundió a principios de este año tras la muerte (aún no esclarecida) del fiscal Alberto Nisman.


Es decir, la maniobra oficial pateó para adelante los cuestionamientos aunque los malestares continúan. Para mantener la estrategia de la Casa Rosada, el titular de Inteligencia, Oscar Parrilli, continúa con su road show y el lunes se reunirá con la mesa chica de la Cámara de Comercio, que preside Carlos de la Vega. El funcionario trata de explicarle a las entidades empresarias por qué dispuso una nueva norma que él mismo sostiene, aunque sólo en privado, que no va a aplicar. ¡Insólito!. (Es como si Parrilli dijera que se compró una corbata que jamás usará) Mientras tanto los sectores privados siguen demandando a los candidatos detalles económicos para el futuro. Hasta ahora no llegaron.

En la 129 Exposición ganadera de la SRA, que conduce Luis Miguel Etchevehere, habrá munición pesada y pimienta de tres colores para definir la herencia K en el campo en su discurso del próximo 1º de agosto. La SRA ya dijo públicamente que desafía al candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, a que este año vaya al coqueto palco y explique sobre qué hará con las retenciones. Muchas entidades, como la Mesa de Enlace, no le perdonan al gobernador bonaerense no haber firmado el documento de consensos del Foro de Convergencia Empresarial que, entre otras cuestiones, condena las retenciones, la alta inflación y la emisión monetaria. En la exposición, que inauguró ayer, ya se prepara una mesa que compartirá el comité directivo con la Mesa Ejecutiva de la Unión Industrial, que comanda Héctor Méndez, donde el menú compartido será reclamar una nueva política tributaria, una manera solidaria aunque indirecta de cuestionar las retenciones.


En paralelo habrá nuevas asambleas de productores que reclaman mejores condiciones para las economías regionales. Los sectores más duros no descartan una nueva medida de fuerza (cese de comercialización o asambleas a la vera de las rutas) cuando termine la Rural.


Scioli aún no contestó si irá al palco de la SRA pero ya le dio el okey al Council de las Américas, el 26 de agosto en el Alvear donde se cruzaría con los otros precandidatos. El aún jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, en cambio es habitué en la tribuna de Palermo y también agendó su presencia en el próximo almuerzo del Cicyp, el jueves 13. En ambos escenarios, quienes por ahora parecen tener más chances de sentarse en el sillón de Rivadavia a partir del 10 de diciembre, deberán elegir si aprovechan esas tribunas para dar detalles o si prefieren copiarle a la presidenta Cristina Kirchner su receta predilecta: ganar tiempo.

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