Exportaciones argentinas: yo, la peor de todas
La Argentina alcanzó en 2022 un récord nominal de exportaciones de bienes medidos en dólares (unos 88,4 mil millones de dólares). Sin embargo, ese crecimiento de las exportaciones de bienes estuvo exclusivamente explicado por el beneficio de los mejores precios internacionales porque en cantidades físicas los despachos descendieron en 2022 en relación con 2021.
Las exportaciones (medidas, como usualmente se lo hace, en dólares percibidos) crecieron 13,5% pero ello se explica en que los precios promedio para las ventas externas argentinas fueron -en 2022- un 16,2% mayores que en el año anterior, mientras que las cantidades decrecieron 2,3% en la medición interanual. Algo significativo es que dos tercios del total de las exportaciones argentinas fueron de origen agropecuario; pero -según el INDEC-; mientras los precios promedio de los productos primarios se elevaron en el año en promedio 12,6%; las cantidades despachadas se redujeron 2,8%.
Algo similar ocurrió en las manufacturas de origen agropecuario: precios arriba en 16,8% y cantidades abajo en 8,3%. Mientras tanto, hubo una mejora en precios y también en cantidades en las manufacturas industriales y en combustible y energía (sin embargo, estos dos rubros explican solo un tercio del total exportado). Argentina, pues, pese al récord, ha tenido dificultades para mejorar oferta exportable efectiva. El incentivo de los mayores precios (en buena medida relacionados a los efectos de la guerra en Ucrania) no generó una respuesta mayor.
Cinco grandes impedimentos operan para condicionar la performance: un sistema institucional débil que desincentiva al no garantizar derechos subjetivos, una macroeconomía desordenada, un régimen regulativo general altamente obstructivo, una ineficiente infraestructura de servicios internos y una mala arquitectura internacional de relaciones del país con mercados externos.
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Ahora bien: la problemática argentina al respecto no es circunstancial. Ni coyuntural. Viene de largo. Veamos: las exportaciones totales mundiales (sumando bienes más servicios) llegaron en 2022 al récord de 31,5 billones de dólares (según UNC- TAD). El comercio internacional sigue intenso en el planeta. Las exportaciones totales (bienes más servicios) en el mundo han mantenido (salvo excepciones como en la crisis financiera de 2008/9 y en la pandemia en 2020) un dinamismo relevante. En todo el planeta crecieron casi 300% (exactamente un 299%) desde el inicio del siglo. La suma de las ventas externas de todos los países (bienes más servicios) en el año del inicio del milenio había ascendido, según relevamiento del Banco Mundial, a 7,98 billones de dólares; y -desde ese momento- ese conjunto de ventas externas creció hasta 31,5 billones de dólares en el recientemente finalizado 2022 (según estimaciones preliminares de UNCTAD).
Pero, si se hace para Argentina la misma comparación interanual (2000/2022), se advierte que las exportaciones totales (añadiendo bienes y servicios) de nuestro país, en ese lapso, se movieron desde 31,22 mil millones de dólares (2000) hasta 97,82 mil millones de dólares (a las cifras arriba expuestas de exportaciones de bienes se le añaden para ello las estimadas de servicios). Ello supone que en términos nominales se han elevado 213%. Así, Argentina no acompaña la dinámica mundial y pierde participación relativa. Las exportaciones totales mundiales entre 2000 y 2022 crecieron en el mundo nominalmente 40% más que en Argentina. A la vez, si se comparan los resultados en Latinoamérica en su conjunto, sumando bienes y servicios (datos preliminares), las ventas externas sumadas han llegado -en lo transcurrido desde el año 2000 hasta 2022-, en la región, desde 477 mil millones de dólares a 1,7 billones de dólares (estimación efectuada para 2022). Ello supone un alza de 256% en lo transcurrido desde el año 2000 hasta la fecha.
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Y lo antes expuesto se completa con la comparación por países, en la que la casuística también nos muestra la debilidad argentina: entre los 15 países significativos por su dimensión económica en Latinoamérica y el Caribe, midiendo la evolución de sus ventas en lo transcurrido del siglo (2000/2022), Argentina tiene la peor performance después de Venezuela (que es el único país con descenso nominal de ventas externas en los 22 años). Las ventas externas argentinas, pues, han crecido menos que todos los demás, salvo Venezuela.
Así, haciendo la comparación entre la evolución de exportaciones de bienes físicos en Latinoamérica entre 2000 y 2022, por países, se descubre que Argentina muestra un alza de 256% mientras las exportaciones de Perú y Bolivia superan 1000%; las de Uruguay, Ecuador y Brasil superan 500%; y las de Chile, Colombia y Paraguay superan 300%. Las condiciones de competitividad, profundas, requieren -por ende- un ajuste que no es meramente coyuntural. La performance comparada lo evidencia. Y comparar es conocer.
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