El país rumbo a una economía de guerra

El país va rumbo a una economía de guerra contra el coronavirus. El viernes a última hora el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas citó en su despacho a Daniel Funes de Rioja, titular de la COPAL, la cámara que agrupa a las empresas alimenticias. Una vez más, el aumento de precios desvela al gobierno. Pero ahora se suma el abastecimiento. Durante el fin de semana circularon en redes sociales fotos de algunos supermercados abarrotados de personas vaciando góndolas de alimentos. Irracionalidad a pleno. La viralización de las fotos alimentaba en ciertos segmentos esa corrida alimentaria. Como en toda corrida, predomina el "monky see, monkee do", no la racionalidad y menos la preocupación por las consecuencias de ese accionar.

Este lunes habrá reunión de empresarios pero con Paula Español, secretaria de Comercio Interior, PhD o doctorada en Cepos y Controles de Precios en el universo kirchnerista. De nuevo, la amenaza es el uso de la Ley de Abastecimiento. Esta norma tuvo un antecedente en la gestión de Arturo Illia pero se coronó en 1974, poco antes de la muerte de Juan Domingo Perón. Cuarenta años después, con Cristina Kirchner, la ley de Abastecimiento fue remixada al sumarse un Observatorio de Precios y eliminarse la pena de prisión a infractores. Su existencia es más que nada un as de espadas que nunca se juega. Sirve para amenazar y provocar. Sólo se utilizó excepcional y fugazmente para aumentos en trigo y en naftas durante el cristinismo.

En el artículo 5 de la ley de Abastecimiento vigente, detalla casos en los que puede aplicarse, como contra aquellos que "acaparen materias primas o productos", aquellos que "desviaren o discontinuaren el abastecimiento normal", o los que "no tuvieren para su venta o discontinuaren, según el ramo comercial respectivo, la producción de mercaderías y prestación de servicios con niveles de precios máximos y mínimos". Las penas van desde multas, cierres y hasta el decomiso de la mercadería.

El coronavirus golpea y golpeará duro a una economía que ya acumula una caída equivalente a la mitad de la soportada en la crisis del 2001. Y va por más. El panorama para los próximos meses es de un freno aún mayor en la actividad y una inflación en ascenso. Una salida al congelamiento de tarifas en julio ya es imposible. Para esa época, pleno invierno, se estará en el punto más alto de la guerra contra el coronavirus. Es de esperar un acentuamiento de los controles de precios hasta el uso del as de espadas kirchnerista, la ley de Abastecimiento.

En el interín, hay otros temas para que se ocupe Paula Español. Para evitar contagios laborales, medianas y grandes empresas imponen obligatoriamente el teletrabajo. Creció la demanda por notebooks hasta casi agotarse el stock. Hace dos meses se endurecieron los requisitos para importar, creándose las SIMI (versión albertista de las DJAI) y se sumaron las Licencias No Automáticas (LNA) para varios productos de electrónica, entre ellos las notebooks. Aumentaron el arancel de importación. Sin la SIMI no se pueden despachar los productos desde el exterior, pero si se la tiene y llegan al país, con las LNA se puede demorar el ingreso definitivo al país. Las notebooks que existen, vuelan.

Los bancos en todo el mundo no conocen de domingos ni feriados. El domingo Goldman Sachs efectuó un "conference call" al cual se sumaron ejecutivos de 1500 compañías norteamericanas. Las conclusiones fueron las siguientes:

1) El 50% de los norteamericanos contraerá el virus, es decir 150 millones de personas; el pico del coronavirus se estima que se alcance dentro de las próximas ocho semanas

2) El virus aparenta estar concentrado en una banda entre 30 y 50 grados de latitud Norte (la Argentina tiene las ciudades más densamente pobladas entre los 31 y 35 grados). 

3) La tasa de mortalidad en promedio es de 2%, desviada hacia los de edades más altas.

4) Estados Unidos adopta una política hacia la cuarentena mientras que el Reino Unido va hacia permitir que se disperse de manera tal que la población desarrolle una inmunidad natural; la cuarentena puede ser ineficaz con un daño económico significativo pero dado al sistema de salud más tiempo para tratar la sobrecarga de casos.

5) La economía china se vio impactado lo que afectó las materias primas y la cadena de suministro global; puede tomar hasta seis meses para recuperarse; el crecimiento del PBI mundial puede ser el más bajo de los últimos 30 años, de 2%.

6) El S&P observará una caída de 15% al 20% en el 2020; el daño real es más psicológico; los virus han estado con nosotros siempre; los mercados de acciones deberían recuperarse en la segunda mitad del año; técnicamente el mercado ha estado buscando una excusa para resetearse después del período alcista más prolongado de la historia. 

7) No hay riesgo sistémico y de hecho nadie habla de ello; los gobiernos están interviniendo en los mercados para estabilizarlos y el sector privado bancario está bien capitalizado; esta crisis es más parecida al 9/11 que a la crisis del 2008.

El coronavirus tomó a Martín Guzmán en medio de la oferta a bonistas. El costo de demorar el proceso tuvo un alto costo. Los fondos buitres ya comenzaron a comprar papeles argentinos. El alumno de Joseph Stiglitz estudia lanzar la oferta en los próximos días pero manteniendo una postura agresiva contra los acreedores. Es la otra guerra que se avecina, contra los fondos buitres, con Guzmán devenido en el nuevo Kicillof. El pasado se nos viene encima.

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