OPINIÓN

El pacto de silencio de la Copa América

En medio de la pandemia, los capitanes de las 10 selecciones hablan entre ellos. El escenario sigue siendo de incertidumbre.

Los avatares de la Copa América parecen no tener fin. Como en una calesita (carrusel) que gira y gira, vienen ocurriendo hechos atribuibles a la dinámica social en tiempos de pandemia.

Unas semanas atrás, Colombia y Argentina compartían las sedes del centenario torneo sudamericano y preparaban sus protocolos contra el coronavirus. Sin embargo, en medio de turbulencias internas, ambos países se vieron obligados a desistir del emprendimiento.

Más allá de las aspiraciones de ver en acción a Messi, Neymar y Suárez, un común denominador gravitó a la hora de las decisiones gubernamentales.

El mapa de la región se asemeja a un volcán en erupción. Una gran ola de Covid-19 sobrevuela al continente sudamericano.

A este angustiante panorama se le suman los vaivenes políticos de los desvalidos gobiernos latinoamericanos. Una especie de tormenta perfecta muy difícil de sortear, incluso para los que profesan la religión del fútbol.

LAS RAZONES DE LA CONMEBOL

Una especialísima razón justifica la insistencia de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).

"Es el único certamen que organiza la Conmebol que nos genera ganancias. Con ese dinero podemos financiar los otros torneos continentales", reconoció su presidente, Alejandro Domínguez.

Tal como publicó El Cronista, este negocio fue concedido en octubre de 2019, para las ediciones de 2020, 2024 y 2028, a la compañía japonesa Dentsu, (5ta. red de agencias de publicidad a nivel mundial por sus ingresos globales). Esta alianza le garantiza a la Conmebol unos u$s 140 millones mínimos por cada una de las próximas tres ediciones.

El acuerdo abarca la comercialización de todos los derechos en exclusividad, incluyendo patrocinadores, audiovisuales, licencias, juegos de azar, artículos para comercializar, venta de entradas y derechos de hospitalidad en los estadios. Entre los grandes "sponsors" se ubican dos de origen chino: la tecnológica TCL y la nueva red social de video Kwai.

"La expectativa no es que nos quedemos con ese mínimo, sino que superemos los u$s 200 millones de ingresos para la Conmebol por edición", aventuró Domínguez antes de la incursión del coronavirus.

Una fuente de CONMEBOL bajo reserva de identidad, confesó ante la agencia The Associated Press (AP) que los derechos de televisación se vendieron a más de 150 países. Tales contratos se firmaron en su mayoría antes de la pandemia y no se contempló la posibilidad de rescisión por esta causa.

A este dato cabe agregar que la entidad mayor del fútbol sudamericano distribuyó unos u$s 95 millones entre las 10 federaciones durante el año 2020, produciéndose una merma en sus reservas.

¿ HABRÁ UN BOICOT DE LOS FUTBOLISTAS ?

Al conocerse el cambio de la sede a Brasil, la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPRO) emitió un comunicado alertando sobre las "graves consecuencias para la salud de los futbolistas profesionales, el personal y el público en general. La decisión no sólo fue tomada en corto plazo, sino que el nuevo anfitrión cuenta con un número alarmante de casos de COVID-19, lo que requiere una muy buena y anticipada preparación".

Y se apunta que la situación en tierras brasileñas "abre un escenario de incertidumbre para cada uno de ellos y sus familias". "FIFPRO apoyará naturalmente a cada futbolista que decida rechazar la convocatoria y no participar en el torneo en base a sus preocupaciones respecto a salud y seguridad", concluye el comunicado.

El presidente Alejandro Domínguez les respondió mediante una carta enviada a la sede de Holanda: "Nos parece injusto y discriminatorio el trato recibido por parte de FIFPRO, siendo que lo único que ha hecho la CONMEBOL durante esta pandemia es CUIDAR LA SALUD DE LOS JUGADORES y GARANTIZAR EL TRABAJO DE LOS MISMOS".

Y se agrega que la Copa "será jugada sin público, en riguroso cumplimiento de protocolos sanitarios tanto de CONMEBOL como de Brasil, que incluyen una burbuja sanitaria estricta, por lo cual mal podrían estar en riesgo nuestros jugadores, el personal operativo y mucho menos el público en general".

En línea con el estado de alerta promovido por el sindicato, Casemiro, capitán de la Selección brasileña, declaró a SportTV tras el partido con Ecuador: "Hablaremos. Tite explicó cuál fue la situación. Lo que Tite habló fue lo que pasó, nos posicionamos. En el momento oportuno, hablaremos".

Y añadió: "Existe respeto, existen jerarquías que tenemos que respetar. Claro que queremos dar nuestra posición, pasó mucha cosa, pero existe respeto. Queremos hablar y expresar nuestra opinión. Cuando habla alguien, habla por el grupo, por todos los jugadores, con Tite, con la comisión técnica. Tienen que ser todos juntos".

En la previa al partido con Ecuador, el seleccionador brasileño Adenor Leonardo Bacchi ("Tite") admitió que la polémica en torno a la disputa de la Copa América en Brasil podía sacar de foco a los jugadores y causar "un efecto negativo en campo".

"Nos compete a nosotros filtrar esa situación, hacer un gran partido y tener el resultado que merecemos", precisó "Tite", a la par que reconocía que hubo un pedido de los futbolistas para conversar con la comisión técnica y con el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Rógerio Caboclo.

"Ellos tienen una opinión, se la trasladaron al presidente, y la van a trasladar al público en el momento oportuno. Inclusive, eso tiene que ver con la ausencia de nuestro capitán, Casemiro, aquí en esta entrevista", cerró el diálogo el DT.

El "momento oportuno" será el próximo martes por la noche, tras el partido con Paraguay en Asunción por las eliminatorias sudamericanas.

Según reveló el periodista André Rizek de Globoesporte, "Tite" presentará su renuncia luego del partido con los paraguayos. El candidato a reemplazarlo es Renato "Gaúcho" Portaluppi, ex entrenador del Gremio de Porto Alegre, actualmente sin club.

Según la prensa brasileña, Gaúcho simpatiza con las políticas del presidente Jair Bolsonaro, mientras que Tite, quien cuenta con el apoyo del plantel verde y amarillo, es un opositor al actual gobierno.

Los uruguayos Edinson Cavani y Luis Suárez, el colombiano Juan Cuadrado y el chileno Claudio Bravo ya se expresaron contra la realización del certamen. Es llamativo el silencio de Lionel Messi como referente de la delegación argentina.

Y como si este contexto fuera poco, hace horas se conoció que la Comisión de Ética de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) suspendió por 30 días al presidente de la entidad, Rogério Cabloco.

El hasta hoy mandamás del fútbol brasileño fue denunciado por una empleada de presunto acoso sexual y moral, en forma reiterada. El sustituto temporario será el vicepresidente de la CBF, Antonio Carlos Nunes.

Según los medios brasileños, el plantel seleccionado se apresta a dar un "manifiesto" dando cuenta de su abierta oposición al torneo. Además, se especula que habría varias deserciones al punto que Brasil podría presentarse con un equipo alternativo.

LAS DIVERGENCIAS DENTRO Y FUERA DEL GOBIERNO BRASILEÑO

El ministro de Salud brasileño, el cardiólogo Marcelo Queiroga, declaró en una entrevista al diario "Correio Braziliense" que "la exigencia de vacunación no es una obligación" para aquellos que estén directamente relacionados con el torneo.

"Hay protocolos de seguridad de la Conmebol y el Ministerio de Salud está evaluándolos para verificar si son adecuados. Hay una política de testar a los jugadores y a los integrantes de la comisión técnica y, en caso de algún positivo, el jugador será apartado y aislado", resaltó Queiroga.

En contrario, el ministro de la Presidencia, Luiz Eduardo Ramos, en rueda de prensa había adelantado: "Son 10 equipos, divididos en 2 grupos, 65 personas por cada delegación. Todos vacunados. Fue una imposición que tratamos con la CBF".

En un marco de gran polémica nacional, con millares de mensajes de protesta circulando sin cesar por las redes sociales, el Partido de los Trabajadores (PT), que lidera el expresidente Luiz Inácio da Silva, remitió un pedido de tutela al Máximo Tribunal.

Dando un pronto despacho, el magistrado de la Corte Suprema de Justicia Ricardo Lewandowski le pidió explicaciones al presidente Bolsonaro: "Considerando la importancia del tema y la emergencia de salud pública derivada del brote del coronavirus, así como la urgencia que requiere el caso, se solicitan informaciones previas al Presidente de la República dentro del plazo legal".

Mientras tanto, el senador Renan Calheiros, quien oficia como instructor en una comisión parlamentaria que investiga la gestión de la pandemia de COVID-19, les pidió a Neymar y compañía que no acepten jugar la Copa América en el país.

"Es increíble que el Gobierno quiera acoger la Copa América en Brasil, en un momento en que la pandemia se agrava y llena como nunca nuestros cementerios y hospitales", enfatizó el senador, quien además presagió que esta edición se convertirá en el "campeonato de la muerte".

En simultáneo, el diputado del Partido Socialista Brasileña (PSB) Julio Delgado anunció que presentará una demanda ante la Corte Suprema requiriéndole que se prohíba la realización del torneo.

Raquel Stucchi, médica infectóloga de la Universidad de Campinas y consultora de la Sociedad Brasileña de Infectología (SBI), declaró a la agencia Efe: "Es una decisión de psicópata. Es una locura total".

Según el mapa interactivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Brasil ha reportado hasta este domingo 16,9 millones de infectados, con 66.000 nuevos casos y 1689 nuevas muertes sobre un total acumulado de 472.531.

El gigante sudamericano se ha convertido en un hervidero de nuevas variantes del SARS-CoV-2, entre ellas la P.1, surgida en Manaos y considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una cepa de "preocupación" global.

EL QUE CALLA (NO SIEMPRE) OTORGA

"La Selección Argentina confirma su participación en la Copa América 2021, tal lo refleja su espíritu deportivo a lo largo de toda la historia", así comienza un escueto mensaje vía Twitter de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

Y finaliza diciendo: "Todo el staff del equipo albiceleste trabajará unido para sobreponerse ante esta adversidad que, lamentablemente, nos afecta a todos los sudamericanos por igual", dándose una muestra de fatalismo.

La base de operaciones contra el coronavirus continuará funcionando en el predio de Ezeiza. Messi y sus compañeros de equipo sólo viajarán a las sedes brasileñas para los partidos.

En tanto, la Selección de Brasil partió rumbo a Asunción del Paraguay, evitando cualquier contacto con los periodistas.

Por estas horas, es evidente la falta de adhesiones de los máximos referentes de las 10 selecciones sudamericanas, que se mantienen en mutismo absoluto.

La polémica ha sobrepasado las fronteras brasileñas y los 10 capitanes de las selecciones vienen dialogando entre sí, según lo reconoció el defensor ecuatoriano Robert Arboleda. Hasta el momento, los futbolistas se han rehusado a participar en una teleconferencia con el Consejo de la Conmebol para ser informados sobre los protocolos del torneo.

Los entrenadores Gareca (Perú) y Lasarte (Chile) son los únicos que se animaron a manifestarse públicamente en contra de jugar en Brasil en las actuales circunstancias. Todavía no se escuchan otras voces.

Existe un clima de expectativa en Brasil, ya que las restricciones por el Covid-19 podrían ratificarse en unos días y de acuerdo a la curva ascendente de contagios y muertes, algún juez o algún gobernador podría dictar la suspensión de los partidos.

El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, advirtió que si se agrava la crisis sanitaria por un decreto volverá a prohibir los partidos de fútbol. Río, donde se disputarán 8 partidos, incluida la final de la Copa, registra el 92% de ocupación de las unidades de cuidados intensivos según los últimos datos oficiales.

EL ESCEPTICISMO ORGANIZADO

Según el sociólogo estadounidense Roberto K. Merton (1910-2003), para que la ciencia pueda reputarse como tal, se deben cumplir 4 condiciones básicas: 1) la ciencia debe ser universal; 2) no responder a intereses particulares; 3) representar un esfuerzo común y 4) manejarse con escepticismo.

La comunidad científica trabaja bajo la idea del "escepticismo organizado", que permite cuestionar o criticar no sólo los resultados, sino también los métodos utilizados.

Se sostiene que un científico no afirma o niega categóricamente un hecho, si no que acepta la posibilidad de que nuevos datos sirvan de respaldo a teorías diferentes a la suya. Las propuestas que superan con éxito el reto de las pruebas críticas pasan luego a formar parte del conocimiento científico universal.

Estas evaluaciones del mundo científico merecen ser escuchadas en esta crucial instancia. Aquellos que tienen la responsabilidad de tomar decisiones deben animarse a despojarse de las malas prácticas. Si tan sólo por un momento logran hacerlo, habrán contribuido al fin superior de preservar la sanidad del fútbol sudamericano.

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