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El fin del "relato duro" aporta calma a las decisiones que debe tomar el FMI

Si la postulación de Sergio Massa como único candidato del oficialismo sorprendió a los inversores, no sucedió lo mismo con la reacción que mostraron ayer los mercados. El hecho de que Cristina Kirchner haya aceptado, con realismo político, que una fórmula encabezada por Eduardo Wado de Pedro no tenía un buen destino, fue una señal potente para los analistas de Wall Street. El gesto de la Vicepresidenta fue leído como la despedida del actual experimento populista, en el que convivieron intentos estatizadores y críticas destempladas al FMI con acercamientos amistosos a la Casa Blanca y la Unión Europea.

Todavía nadie se puso a evaluar las chances reales de Massa. Pero los fondos de inversión asumen que con el solo hecho de cumplir el camino prometido desde que asumió como ministro (orden fiscal, superávit comercial, fortalecimiento de las reservas y desarrollo con inclusión), la Argentina vuelve a convertirse en un destino apto para la inversión.

Ayer por la mañana, el jefe de Economía dio estrictas directivas a su equipo. Quiere que todas las áreas se tracen un plan de acción de 120 días y lo cumplan. Como dejó a la vista a lo largo de su primer día hábil como postulante a la presidencia, multiplicará sus esfuerzos para estar en misa y procesión. Si la mañana se la dedicó a la economía, la tarde y la noche fueron el momento de hacer pie en la campaña, compartiendo actos con Cristina Kirchner, Axel Kicillof, Máximo y el "sacrificado" De Pedro.

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Mientras los inversores empiezan a evaluar activos de renta variable (acciones, ADR, ON de empresas) con una mirada que ya supera el horizonte de diciembre, el resto del mercado se mantendrá expectante a la espera de que el FMI formalice su nueva ayuda a la Argentina. Para Washington, Massa candidato es una garantía de que no habrá discursos incendiarios contra el Fondo, ya que el relato crítico al que apelaba el kirchnerismo era un obstáculo que impedía a algunos funcionarios del organismo mostrarse flexibles con un país incumplidor.

El Fondo fue acusado por el actual gobierno de darle un crédito millonario a Mauricio Macri para ayudarlo a conseguir su reelección. Y siente que las decisiones que asumirá ahora en definitiva le permitirán a Alberto Fernández terminar su mandato y facilitarán la campaña de Unión por la Patria.

De todas maneras, es poco probable que el staff del Fondo se aparte de su objetivo lineal, que es permitir que su principal deudor se mantenga a flote. Falta menos para que aparezcan señales que le marquen el camino al dólar y a las reservas.

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