Devaluación, inflación y recesión: el ciclo vicioso que puede romper el Gobierno

Hay que evitar que este tercer ciclo de devaluación, aceleración inflacionaria y recesión (2014, 2016 y ahora 2018) termine en un nuevo ciclo de atraso cambiario, desinflación transitoria y recuperación económica de corta duración (como ya sucedió en 2015 y 2017). Me parece que hay algunos argumentos para ser optimistas:

- ¿Por qué esperar un menor atraso cambiario hacia adelante? El ajuste fiscal en curso es muy importante y reducir el financiamiento externo del déficit fiscal va a contribuir a atenuar la apreciación real a mediano plazo (a diferencia de lo que sucedió en 2017). Reducir el nivel de protección también ayudaría, y hacerlo con un tipo de cambio alto es menos doloroso para el sector transable, aunque no es algo que parezca estar en la agenda del Gobierno.

- ¿Por qué esperar una recuperación más sostenible? La recuperación del año próximo va a estar basada fundamentalmente en las exportaciones, pero además hay que esperar una nueva caída de la absorción doméstica, incluido el consumo privado. Esto no había sucedido en las recuperaciones previas, en tanto el consumo se volvía a recuperar rápidamente. Lógicamente a nadie le gusta que el consumo privado no crezca, y para el oficialismo es un desafío en un año electoral. Pero esto va a permitir reducir fuertemente el déficit externo y hacer más sustentables las cuentas externas.

- ¿Por qué esperar una desinflación más permanente? Se cortó a cero el financiamiento monetario al Tesoro y los precios relativos, tanto tarifas como tipo de cambio, se encuentran en niveles mucho más sostenibles a mediano plazo, a diferencia de 2015 y 2017. Esto invita a pensar en una desinflación seguramente lenta pero que hacia adelante ahora luce mucho más sostenible que antes, en tanto es más improbable que se vea interrumpida por la necesidad de correcciones abruptas en los precios relativos, como sucedió este año con el tipo de cambio.

¿Alcanzará todo esto para romper con una década perdida de crecimiento? Semejante desafío va a requerir de muchos otros condimentos. Pero estas condiciones no estuvieron presentes en las recuperaciones de los últimos años y también contribuyen a explicar porqué fueron tan cortas. Es bueno no perderlo de vista, sobre todo ante la enorme decepción que este año trajo en materia económica.

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