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El blanqueo y el crédito externo sumarán dólares, pero no resuelven el fin del cepo

La ruta que imagina el equipo económico para el levantamiento del cepo cambiario es más sinuosa de lo que parece. El presidente Javier Milei marcó como horizonte el momento en que el índice de precios doméstico converja a cero, descontando la tasa de variación del tipo de cambio (por ahora de 2% mensual) y de la inflación global (redondeada en 0,5%). ¿Significa eso que cuando el IPC marque 1,5% se abre el cerrojo? No es tan sencillo.

El fin del cepo tiene una condición excluyente: que entren dólares para borrar el actual nivel de reservas netas negativas, que está en torno a los u$s 6000 millones. En función de las divisas que se consigan, se abren diferentes escenarios. Primero se recompondrán las operaciones comerciales, luego los pagos de deuda y dividendos que no están en el RIGI y, al final de todo, los gastos personales.

Javier Milei

Hoy, el ingreso de dólares está sostenido por el superávit de la balanza comercial, cuyo resultado se alterará a partir de la reducción del impuesto PAIS. Es un número que previsiblemente será algo menor a partir de septiembre. El factor nivelante serán las menores compras de energía por el fin del invierno.

Las otras canillas posibles son el FMI, el blanqueo y el crédito Repo, cuya negociación avanza con dificultad, pero avanza.

El blanqueo es la opción que está sobre la mesa. Su éxito ilusiona al equipo económico, que ya imagina un engrosamiento considerable de las reservas brutas. Los bancos ya están empezando a enfrentar el problema de que sus sucursales se están llenando de billetes. Los medianos y chicos retrasan el costo logístico de empaquetarlos y enviarlos al Central, pero la autoridad monetaria ya permitió que se contabilicen como depósitos para que se sumen a las reservas.

Los emisores de tarjetas están cerca de completar los procesos para vincular las cuentas en dólares del blanqueo a las tarjetas de débito ya emitidas. Será en octubre y puede darle un impulso a la compra de bienes durables. ¿Su impacto? Servirá de ensayo para la convivencia de monedas, que podría hacerse realidad antes de que se instale formalmente un nuevo régimen monetario.

Repo y FMI son entonces las palancas que restan para aportar dólares. El primero ya está en un proceso de negociación, con la chance de que la Argentina pague una tasa de un dígito. La discusión de garantías y plazos es engorrosa, y por eso su destino sería repagar los vencimientos de mediados de 2025.

Con el Fondo, la Argentina va derecho a un waiver, porque no cumple las metas del tercer trimestre. Unificar la revisión con la de junio podría ayudar a iniciar la discusión del nuevo acuerdo. Pero el waiver exige un plan sobre cómo se van a recuperar los dólares que faltan. Y hoy ese compromiso es vidrioso.

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Comentarios

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  • LE

    Leonardo Esposito

    Hace 5 minutos

    Y si no lo sacan al impuesto país y lo dejan hasta fin de febrero? Para qué arriesgarse a la previsible sangría de dólares causada por los que van a viajar al exterior? No lo veo mal, estamos o no , ante una emergencia económica nacional? No soy un fanático de los controles, pero atentos a la dramática situación que gran parte de la población está padeciendo, para que arriesgarse?

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